Elecciones 2024
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“Los mexicanos estamos hartos de la corrupción. Pero pedirle a los políticos que resuelvan el problema es como pedirle a un futbolista que sea el árbitro de su propio partido. La solución tiene que venir de nosotros. La Ley 3de3 es una iniciativa ciudadana para que los diputados, senadores, alcaldes, gobernadores y hasta el presidente de la República, trasparenten 3 documentos: 1. Declaración patrimonial: ¿Cuánto tienen? 2. Declaración de intereses: ¿Dónde han trabajado y quiénes son sus compadres, amigos o prestamistas? 3. Declaración fiscal: Que no sólo se gasten nuestros impuestos, sino que también contribuyan a pagarlos. También, la Ley 3de3 define los tipos de corrupción y cómo castigar a los corruptos.

Con tu firma y la de otros 120,000 mexicanos podemos presentar una iniciativa ciudadana para que el Congreso convierta el 3de3 en una ley; porque con el enojo podemos hacer más que con memes chistosos. Entra a la Ley 3de3.mx descarga y firma la petición. Busca más firmas y llévalas al punto de entrega”.

El párrafo anterior es el texto de un anuncio a base de títulos y dibujos animados que un grupo diverso de ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil hicieron para encauzar la indignación social en un esfuerzo constructivo, que busque forjar gobiernos más honestos e íntegros y reducir la corrupción mediante la creación de la ley general de responsabilidades administrativas, la llamada iniciativa ciudadana Ley 3de3.

La recaudación de firmas, pedidas a través del anuncio, fue rebasada por quintuplicado, ya que se recolectaron más de 600,000 rúbricas de ciudadanos —que como dice el anuncio- prefirieron canalizar su enojo con una firma en apoyo a la ley que hacer un meme burlón. Yo como no he firmado, voy a hacer un meme escrito: Arriba de la fotografía el título 3de3, en la fotografía Javier Duarte de Ochoa —Ñoño, para los cuates-, junto a su jefe, el hoy cónsul de México en Barcelona, Fidel Herrera Beltrán. Duarte trae en sus manos 3 Gansitos y 3 Frutsis, éstos se los está dando a Fidel. Ñoño es el que habla, dice: “3 pa’ ti y 3 pa’ mí”.

De regreso al tema central de la columna, nos encontramos ante algo inédito en la vida nacional: la presentación de una iniciativa ciudadana para hacer una ley que combatirá uno de los principales problemas de México: la corrupción. De acuerdo con el índice de percepción de Transparencia Internacional en el año 2015, nuestro país ocupó el lugar 95 de 165, en orden descendente de los menos a los más corruptos. El Banco de México y el Banco Mundial coinciden en que la corrupción equivale a 9% del Producto Interno Bruto; el Inegi calcula que alcanza un monto de 347,000 millones de pesos al año.

En tres entregas, los diversos grupos de ciudadanos y las organizaciones civiles hicieron llegar al Senado de la República la cantidad de 634,143 firmas de ciudadanos que apoyan la Ley 3de3; 634,143 mexicanos que exigen que los servidores públicos den a conocer sus declaraciones patrimonial, fiscal y de interés.

634,143 ciudadanos que rubrican la iniciativa de crear una ley general de responsabilidades administrativas están manifestando, como dijo don Enrique Cárdenas Sánchez, director ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, al entregar las últimas 324,667 firmas, “con fuerza y claridad, que la corrupción es intolerable, que no se trata de un tema cultural, sino de instituciones que no han funcionado; que tenemos un Estado de Derecho endeble y que se aplica con discrecionalidad” (…) “Los legisladores no pueden postergar o brindarle a la ciudadanía soluciones mediocres, que realicen cambios para que nada cambie”.

No obstante todo lo anterior, las bancadas del PRI y las del Verde Oportunista, comandadas por Emilio Gamboa Patrón, a una semana de terminar el periodo ordinario de sesiones, han estado haciendo tiempo, “congelando el balón”, para que la iniciativa no prospere.

El senador Gamboa, experto en darle “pa’ tras a esa chingadera”, cuyo espíritu democrático afloró cuando la mayoría de las bancadas de la Cámara de la cual era presidente de la Junta de Coordinación Política pedía discutir en tribuna el caso de Ayotzinapa y el señor Gamboa Patrón, como si su apellido materno fuera un puesto laboral, expresó: “De ninguna manera voy a dejar que aquí se discuta lo que la mayoría quiera”.

Pues bien, el jefe de los senadores tricolores y verdes que los acompañan ha torcido el espíritu original de la Ley 3de3 al hacer creer que también afecta a los ciudadanos de a pie, puesto que propone en uno de sus puntos: “Incentivos a la cooperación contra la corrupción mediante la entrega de recompensas”. Es por eso que ha dicho que tiene sus razones para estancar la precitada ley. Puso un ejemplo: “Se posibilita que cualquiera pueda denunciar a su vecino y obtener una comisión”. Señor Gamboa, nosotros los mortales ciudadanos tenemos el súper ojo que sabe de dónde viene y a dónde va nuestro dinero y se llama SAT. Pero puede darse el caso de que a un vecino de usted le dé por denunciar que el licenciado Gamboa tiene en obras de arte más dinero que el que ha ganado de sueldo en su brillante carrera política. De ser así, la Ley 3de3 no desataría una “cacería de brujas”. Desataría una cacería de ratas.