Elecciones 2024
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A casi un mes de la conclusión del primer semestre del año, en la que los principales índices accionarios sufrieron fuertes ajustes a la baja ante la sorpresiva votación a favor del Brexit, los mercados han retomado su tendencia alcista para marcar nuevos máximos históricos.

Al cierre de la semana pasada, el S&P 500 y el Dow Jones habían subido 9 y 8%, respectivamente, desde el ajuste por el Brexit, para superar los registros máximos de mediados del 2015; mientras que el NASDAQ ha subido 11%, pero sigue sin superar su nivel máximo alcanzado en julio del año pasado.

Esto se da después de que varios observadores estaban listos para sentenciar el fin del bull market más duradero desde 1930 y el comienzo de un bear market -comúnmente definido como un periodo prolongado de baja con un ajuste mayor a 20 por ciento-. ¿Qué ha mejorado durante los 31 días que han transcurrido desde el 24 de junio, cuando los mercados amanecieron en pánico con la decisión del Brexit? La realidad es que poco; Si acaso, me atrevería a decir que algunos riesgos se han incrementado.

Por un lado, hay mayor incertidumbre sobre la dinámica de crecimiento global, ya que la economía del Reino Unido probablemente entre en recesión y el resto de Europa debería, cuando menos, sufrir una desaceleración. Por otro lado, las consecuencias políticas del Brexit mandan una señal de advertencia al resto del mundo de que el populismo está en ascenso.

En Europa hay brotes populistas que no pueden ser ignorados; en Italia y Francia, dos de los tres pilares con los que se fundó la Unión Europea y la eurozona. Por otro lado, en Estados Unidos el ascenso de Donald Trump con su retórica populista-nacionalista es otra amenaza que podría tener gravísimas consecuencias para la economía global.

Aunque su elección sigue siendo poco probable, nadie se atrevería a decir que no es posible, sobre todo si llega a haber un atentado terrorista en suelo estadounidense. Si algo nos enseñó el Brexit es que la gente no siempre vota de manera racional y que hay casos muy claros en los que la manipulación de la verdad, las mentiras, la ignorancia y el miedo se juntan para rendir resultados sorprendentes que carecen de sentido común.

Si el panorama no ha mejorado, ¿por qué han subido los mercados? La respuesta se encuentra principalmente en la expectativa de una mayor intervención en los mercados por parte de los principales bancos centrales. En primer lugar, se espera que el Banco de Inglaterra tenga que implementar un paquete de apoyo que incluya reducciones en la tasa de interés de referencia e inyecciones de liquidez (aunque hasta ahora no se ha dado). En segundo lugar, los observadores también anticipan que el Banco Central Europeo apostará por inyectar más liquidez para apuntalar al sistema bancario europeo.

Finalmente, la incertidumbre que ha generado el Brexit le ha forzado un poco la mano a la Reserva Federal (Fed) a diferir su segundo aumento en la tasa de fondeo de manera indefinida, aunque el plan original de la Fed era subir las tasas por segunda ocasión durante este verano.

De esta manera, estamos de nuevo ante un mercado complaciente, donde la promesa de aún más liquidez parece opacar por completo los riesgos fundamentales, tanto económico como políticos, que enfrenta el mundo. Aunque la liquidez ha sido el principal pilar del rally más prolongado en la historia de los mercados, no podemos perder de vista los riesgos fundamentales.

Es posible que el Reino Unido no entre en recesión, que Europa siga creciendo sin sobresaltos políticos y que en Estados Unidos Donald Trump fracase rotundamente. No obstante, pareciera que los mercados han descontado exclusivamente buenos escenarios y el incremento en el nivel de riesgo de cualquiera de los factores que mencionamos o la aparición de nuevos factores de riesgo sin duda tendrían impacto en los mercados.