Los especialistas subrayaron que normalmente un corazón deja de latir a los 60 segundos de haberse retirado
Un paciente cocainómano, que era adicto a las drogas desde hacía 15 años, fue sometido a un trasplante de corazón debido al daño que este órgano había sufrido por las sustancias.
Fue cuando los médicos del Centro Médico Universitario Loyola, en Estados Unidos, se mostraron sorprendidos al comprobar que el corazón retirado era tres veces más grande que uno normal y continuó latiendo por aproximadamente 25 minutos en el recipiente donde fue colocado.
Los especialistas subrayaron que normalmente un corazón deja de latir a los 60 segundos de haberse retirado debido a la falta de oxígeno.
“En primer lugar, no se confundan, este corazón no está latiendo de manera coordinada. No sería capaz de dar vida”, señaló un cardiólogo consultor en Leeds General Infirmary.
“Este corazón no está latiendo. Esas no son contracciones normales. Tiene unos espasmos desesperados”, dijo y explicó que probablemente el bombeo del corazón se debió a la cantidad de estimulantes que los médicos suministraron al paciente para mantener activos los latidos durante la operación.
Subrayó que la cocaína provoca cambios en la estructura de las arterias y en el corazón, aumentar la presión de los vasos sanguíneos y reducir el flujo de la sangre y oxígeno en este órgano.
“Eso conduce a ataques al corazón, arritmias y fallas”, concluyó.
Con información de RT y Daily Mail