Para los suicidas es casi imposible expresar su enojo con los demás, por lo que direccionan ese sentimiento de odio hacia ellos mismos
Quienes buscan quitarse la vida son personas enojadas, con tendencias psicóticas, que han perdido la noción de la realidad, pero que realmente quieren vivir mejor, por lo que familiares, amigos y compañeros deben estar atentos para ayudarlos a que no cometan un acto suicida.
Esta problemática, que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incrementado 60 por ciento a nivel global en los últimos 45 años, debe ser dada a conocer para impedir su crecimiento; de ahí la importancia del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se conmemora el 10 de septiembre.
“El suicidio es una de las consecuencias más graves de la salud de las personas, porque es acabar con la propia vida y a partir de los estudios psicoanalíticos nos empezamos a dar cuenta que las personas que lo realizan llevan mucho tiempo enojadas”, explicó el psicoanalista Julio César Paredes Juárez.
En entrevista con Notimex, señaló que para los suicidas es casi imposible expresar su enojo con los demás, por lo que direccionan ese sentimiento de odio hacia ellos mismos.
Mientras alguien sano mentalmente solo desea desaparecer cuando se enfrenta a situaciones de frustración o cansancio, los suicidas son personas que constantemente tienen pensamientos de muerte, que después se transforman en planes para acabar con su vida.
“El suicida no es que se quiera morir, paradójicamente lo que quiere es poder vivir mejor, entonces trata de matar algo, porque siente que hay algo dentro que le está haciendo daño y entonces para poder acabar con eso lo que trata de hacer es aniquilar esa parte, sin darse cuenta que con eso se le va ir la vida”, destacó.
El especialista aclaró que existen dos tipos de suicidas, aquellos quienes encuentran en quitarse la vida la única salida para acabar con su dolor y los que buscan castigar a los demás con su muerte.
Los integrantes de este último grupo actúan por venganza y “como no pueden agredir directamente, entonces fantasean con que se van a morir y los demás van a sufrir, piensan que van a entender lo que valían cuando ya no estén; lamentablemente no se dan cuenta que ellos no lo van a saber porque van a estar muertos”.
Ambos tipos de tendencias, subrayó el psicoanalista, están relacionadas con una pérdida de la noción de la realidad, pues la gente suele sentirse mal y triste, pero no por ello deja de perder el valor de su vida, mientras que los suicidas no se dan cuenta que la solución que toman les quitará la existencia.
Asimismo, Paredes Juárez precisó que los pacientes que tienen conductas suicidas tienden a ser psicóticos y no depresivos, como la mayoría de las personas suele pensar; “digamos que el deprimido está tan deprimido que no tiene energía para quitarse la vida y aún conserva su nexo con la realidad. Sin embargo, un paciente psicótico para poder escapar de ese nexo termina dándose muerte”.
Respecto a los factores que influyen en una persona para pensar en quitarse la vida, señaló que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), existe una correlación entre un ambiente de violencia o de agresión con el índice de suicidios, de tal forma que Chihuahua es uno de los estados donde existe una alta tasa de suicidio.
Además, las nuevas tecnologías, que permiten estar enterado de las catástrofes que ocurren en todo el mundo, y las redes sociales, que se han convertido en un espacio de aprobación, han generado que los individuos tengan menor capacidad para tolerar la frustración.
El especialista también mencionó que hay edades propensas a los actos suicidas, “como la adolescencia, que es una etapa de muchos cambios; también pasa en adultos mayores, que sienten que ya recorrieron su vida o no quieren saber de la vejez y en algunos adultos que enfrentan la crisis de los 40, lo alarmante es que ahora tenemos casos de niños”.
De la importancia del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, consideró que esta clase de conmemoraciones permiten dar a conocer información sobre este tema, al tiempo que se promueve una salud mental, la cual no es muy difundida en México en comparación con otros países.
Ante el incremento del aislamiento y conductas extrañas, advirtió el psicoanalista, es necesario que familiares, amigos y compañeros estén atentos y dispuestos a escuchar a una persona que piensa en quitarse la vida.
“Una de las cosas que se puede hacer como familiar o amigo es estar al pendiente; no significa espiar sino tener contacto humano con los otros, si de pronto detecto que mi hijo adolescente se aísla, habla menos, hay que buscar saber qué está pasando.
“Si identificamos que una persona cercana quiere suicidarse, lo primero es no decirle que no lo haga, ni no estés triste, porque eso refleja ser poco empático y a lo mejor quieres ser buen amigo, lo mejor es hablar, escuchar lo que tiene que decir; el siguiente paso es llevarlo al psicólogo, hay muchas corrientes, escuelas de psicología y tipos de psicoterapia hay de dónde elegir”, enfatizó.
Finalmente, el experto invitó a la población a hablar con sus hijos de esta clase de actos, así como acompañarlos a ver programas o series televisivas que aborden este tema, como “13 Reasons Why”, ya que esta clase de contenidos requieren de una orientación.
“La serie es buena, da buen mensaje, pero sí es algo que tienes que ver con tus hijos para que no se caiga en la malinterpretación de que el suicidio va a traer buenos resultados, porque es una acto donde pierdes la vida y todo lo que podría haber sido ya no será”, concluyó.