Elecciones 2024
Elecciones 2024
Triada del atleta

Como buen profesional del fitness y capacitador, siempre es importante mantenerse actualizado, estudiar, acudir a cursos de capacitación, conocer sobre otros temas importantes para poder atender a tus clientes y ofrecerles lo más innovador y moderno.

Como fue a finales del año pasado, acudí a un conferencia que impartió el reconocido Dr. Jorge Fernández, Director del CICE (Colegio Iberoamericano de Ciencias del Ejercicio) sobre el tema “Triada del Atleta Masculino” o lo que es lo mismo ALL PAIN NO GAIN ( todo el dolor nada de ganancia) y le pedí su autorización para poder publicar sobre el tema que nos dio. He aquí parte de la misma…

Antecedentes

El entrenamiento está relacionado con grandes beneficios para la salud y adaptaciones fisiológicas positivas. Sin embargo, en los años 70, los estudios de las doctoras Bárbara Drinkwater, Anne Loucks y Michelle Warren demostraron que el entrenamiento demasiado intenso puede causar en la mujer efectos deletéreos en el control hormonal de su sistema reproductivo, conducentes a amenorrea secundaria de la atleta, parte de lo que después se denominó la “Triada de la Mujer Atleta” (amenorrea, osteoporosis y trastornos alimenticios como la bulimia y anorexia).

El entrenamiento excesivo puede influir negativamente en las hormonas reproductivas, disminuyendo los niveles de estrógenos y progesterona, con perturbación del ciclo menstrual. Esta secuencia de eventos se acelera cuando coincide con una baja disponibilidad energética, reconocida ahora por la Comisión Médica del Comité Olímpico Internacional como Relative Energy Deficiency in Sports (REDS) 2007.

En el año 1995 la Triada de la Atleta fue presentada por primera vez como un síndrome. De hecho, solo hasta los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984 se permitió que las mujeres participaran en la carrera de maratón, porque se consideraba que podría ser perjudicial para la función reproductora femenina. Sorprendentemente, frente al 1 por ciento de la población femenina general que sufre anorexia o bulimia, el 62 por ciento de las mujeres deportistas profesionales experimenta uno u otro trastorno alimentario, según el estudio publicado en “Sport Medicine” por Rosen y Cols y Sundot-Borgen.

Postura del ACSM (Colegio Americano de la Medicina del Deporte) sobre la Triada de la Mujer Atleta 2007

La baja disponibilidad energética, sola o en combinación con trastornos alimenticios, amenorrea hipotalámica funcional y osteoporosis, constituye un factor de riesgo significativo para las mujeres físicamente activas. El reconocimiento, la prevención y tratamiento de estas condiciones clínicas deben ser una prioridad para los entrenadores que trabajen con atletas femeninas para asegurarse de obtener los máximos beneficios de la práctica regular del ejercicio.

En el año 2014, El Comité Olímpico Internacional, en una declaración de consenso (Declaración de Postura) de la Dra. Mountjoy como autora principal, dicha organización abandonó el término ‘TRÍADA DE ATLETA FEMENINA’ a favor del término ‘DEFICIENCIA RELATIVA DE LA ENERGÍA EN EL DEPORTE (RED-S).’, ya que esa condición no sólo afecta a la mujer, sino que también afecta al hombre, ella y sus colegas argumentaron además, que realmente no es una Tríada, porque están involucrados más de tres fenómenos:

Triada del atleta - c607215b-11a5-42e0-b742-8d542558b788

“El Síndrome RED-S se refiere a una función fisiológica deteriorada incluyendo, pero no limitado a, cambios en la tasa metabólica, función endócrina reproductiva en ambos sexos, salud ósea, inmunidad, síntesis de proteínas y salud cardiovascular causada por la deficiencia relativa de energía.

Un atleta puede entrenar intensa y adecuadamente y lograr grandes músculos, pero para obtener una buena definición, también tendrá que disminuir su grasa corporal.

Caso clínico

En su preparación para un concurso de culturismo, un hombre cambió su dieta normal, a una dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos y además durante 6 meses incrementó su duración y frecuencia de sesiones de ejercicio aeróbico. Como era de esperar, el atleta perdió una gran cantidad de su grasa corporal, pero al mismo tiempo, SU NIVEL DE TESTOSTERONA BAJÓ EN DOS TERCIOS. Su frecuencia cardíaca en reposo, fuerza y estado de ánimo empeoraron también.

Ahora, las preguntas que enfrentaron los investigadores de medicina del deporte a cargo de este caso clínico es:

¿Sufrió el competidor la TRÍADA DE LA ATLETA MASCULINO? ¿El déficit energético puso en peligro su salud?

Tal síndrome no ha sido definitivamente descrito, sin embargo, el Colegio Americano de Medicina del Deporte convocó un panel para su reunión anual a finales de 2017 en Minneapolis para llevar a cabo esa tarea. “Es probable que el término que se utilizará ya no siga siendo el de la “Tríada del Atleta Masculino o Femenino”,” dice Mary Jane De Souza, PhD, profesor de Kinesiología y Fisiología en la Universidad Estatal de Pennsylvania en University Park, pues múltiples estudios han documentado varios efectos secundarios más, como la amenaza de las fracturas óseas frecuentes y trastornos reproductivos en mujeres que queman más energía mediante el ejercicio que la que consumen en su dieta, y algunos hasta investigan ya su relación con problemas cardiacos y psicológicos.

Triada del atleta - b57d4d49-05f7-4be5-904f-f1511c101b89

Una de las razones para poner un nombre más explícito al síndrome es centrar la atención del público en el problema, dando a los investigadores y los clínicos un marco para entenderlo y proporcionarles una forma para explicar a sus pacientes femeninos y masculinos lo que están experimentando y cómo evitarlo. Obviamente que los clínicos pueden revertir el síndrome impulsando a los atletas a comer más, pero solo lo lograrán en parte, pues hay que contar con la reticencia del atleta que tiene que dar cierto peso dentro de los límites en los cuales compita.

Los conceptos subyacentes son mucho más antiguos que el nombre del síndrome; los investigadores han sabido por mucho tiempo que déficits de nutrientes pueden provocar cambios en la salud de los huesos, las hormonas sexuales y estado de ánimo tanto en los hombres, como en las mujeres. De hecho, los primeros estudios sobre los efectos de un déficit de energía se llevaron a cabo en hombres.

El término Síndrome de REDS va a sustituir a la ‘Tríada’

Algunos expertos sostienen que no hay ninguna razón para asignar síndromes separados para hombres y mujeres. “No sé por qué haya una necesidad de separar los géneros si el síndrome se aplica a ambos sexos,” dice Margo Mountjoy, MD, PhD, profesor asociado de medicina en la Universidad de McMaster en Hamilton, Ontario, Canadá. Por ejemplo, la ruptura del ligamento cruzado anterior ACL afecta a ambos sexos, y no se les llama por separado Ruptura del ACL en mujeres o Ruptura del ACL en hombres.

En los comentarios publicados sobre la Triada del Atleta Masculino se explicó que estos nombres se abandonen y se sustituyan por el de REDS (Relative Energy Deficency in Sport, en inglés), o Deficiencia Energética Relativa en el Deporte, REDS es un síndrome producido por el desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético que afecta de diversas formas la función fisiológica, incluida la tasa metabólica, la función endócrina sexual (con fuertes cambios en el periodo menstrual de la mujer), la salud ósea, la inmunidad, la síntesis de proteínas, la salud cardiovascular y hasta la salud psicológica. Se creía que sólo afectaba a mujeres, pero en los últimos años también se sabe que también afecta a hombres. De hecho, hasta no hace mucho, y antes de incluir a atletas masculinos, se denominaba Triada de la Atleta Femenina y posteriormente Triada del Atleta Masculino y ahora REDS.

Gran parte de los efectos fisiológicos negativos de este síndrome se deben a la disminución de las hormonas esteroideas sexuales por deficiencia en la ingesta energética, específicamente Testosterona y Estrógeno.

Triada del atleta - 5f04fa28-2b1e-4d9b-a7c9-0b1bfec33eca

La disminución en la testosterona lleva a la tan ansiada baja de peso en los atletas que compiten en deportes con categorías por peso en gran parte por pérdida de masa muscular. La disminución en los estrógenos es causa de osteoporosis en los atletas que sufren de éste síndrome y a un aumento de riesgo en las fracturas por estrés.

Presentamos a ustedes el caso de Bobby Clay, destacada atleta británica de carreras a campo traviesa y de pista y campo que hace unos días hizo público su caso.

UN DÉFICIT ALIMENTICIO Y EL SOBREENTRENAMIENTO ACABAN EN OSTEOPOROSIS Y AMENORREA. BOBBY CLAY: ASÍ SE DESTRUYE EL CUERPO DE UNA ATLETA SANA.

Comenta la atleta:

“Tengo 20 años y nunca tuve el período menstrual. Tengo 20 años y padezco osteoporosis. Tengo 20 años y me he convertido en ‘esa chica’. La chica que entrenó en exceso, la que se quedó sin energía, de la que todos hablan, pero piensan que a ellos nunca les va a pasar”. “Superaba con creces lo que me pedían en los entrenamientos”, reconoce. “Quería más, al menos competir con los sub 20”, relata. “Mi entrenador fue cauteloso y me pidió que no me excediese, pero no le hice caso. Pensé que necesitaba al menos la carga de trabajo con la que entrenaba mi grupo de 20 años”.

Como a los 20 años nunca le había bajado el período sus padres decidieron llevarla al médico. Todo quedó en un diagnóstico de “desarrollo tardío”. “A mis ojos era una ventaja para mi rendimiento y además me proporcionaba un bajo índice de grasa corporal”, dice la atleta. Pero a muchos niveles, incluido el óseo, el cuerpo femenino requiere de esta función endócrina para su regulación y salud, y carecía de ella. “Había sellado mi destino”, sentencia.

En el verano de su mayoría de edad estalló todo. Mientras practicaba natación, en un volteo, se rompió un pie, algo casi inconcebible. Un escáner que mide la densidad ósea reveló que padecía osteoporosis. Durante el último año, su cuerpo “ha estado a la altura” y sólo ha sufrido una fractura por estrés, pero el daño general es importante. “Nunca me había sentido tan sola en toda mi vida. Había gente diciéndome que todo iba a estar bien, pero no quería escuchar. Me di cuenta de que todo fue culpa mía. No desearía este sentimiento ni a mi peor enemigo”.

Desde hace cinco meses Clay recibe un tratamiento de reemplazo hormonal, “lo que significa que he tenido cuatro períodos”, según narra. “Esperamos que al proporcionar a mi cuerpo estas hormonas esenciales y al forzarlo a un ciclo menstrual, estas comiencen a aumentar mi densidad ósea”, aclara y desea la promesa del deporte británico.

Triada del atleta - 94b7c3b7-d8c0-431c-9963-efbe67ff9a82

Queremos comentar sobre este caso, que tal vez la primera estrategia sería el de indicar un régimen alimenticio con las calorías que el atleta requiera para su mejor desempeño, sin afectar sus niveles de hormonas sexuales y desencadenar la pérdida de densidad ósea por falta de estrógenos y, tal vez, la pérdida de masa muscular por falta de testosterona.

Como el equilibrio hormonal sexual de la mujer es altamente sensible a la restricción calórica, en caso de dietas diseñadas para la pérdida de grasa corporal es recomendable que no sea menor de 10 por ciento de su requerimiento calórico (generalmente se recomienda 20 por ciento y frecuentemente se presentan cambios en el periodo menstrual en estos casos). En el caso de los lípidos la recomendación varía con la fase menstrual, Fase Folicular 25 por ciento y en Fase Lútea 35 por ciento del requerimiento calórico. Si es muy bajo el aporte de lípidos habrá alteraciones del ciclo menstrual. Tratándose de una atleta competitiva no sería posible administrarle un anabólico esteroide que mejorara su densidad ósea, pero en algunos casos este tipo de medicamentos dan muy buenos resultados.

Estos cambios también se presentan, aunque en forma menos dramática en el hombre.

Para más información sobre este tema les recomendamos la lectura del libro Sex Hormones, Exercise and Women, Scientific and Clinical Aspects. Hackney, Anthony C. (Editor) y cuando se publique, el libro de La Mujer de Lyle Mc Donald (ha publicado algunos resúmenes)…

Sin lugar a dudas, este artículo contiene información VALIOSÍSIMA para todos aquellos atletas y entusiastas del ejercicio que por querer lograr mejor rendimiento, mejorar sus tiempos en competencias o verse mejor físicamente, corren el riesgo a un alto costo, de sufrir problemas físicos y hormonales que a veces son irreversibles.

Si les interesa tomar algún curso, seminario o diplomado con el Dr. Jorge Fernández lo pueden contactar en Facebook.com/CICÉ Jorge Fernández o al email [email protected]

Nos leemos la próxima semana.

Por Tomás Weimar (@tomasweimar)

Entrenador Personal