Pequeñas costumbres en el hogar pueden fomentar el subir de peso
Aunque la casa es el lugar donde uno pasa más tiempo, sobre todo para relajarse, también puede ser el lugar donde más se fomenta el aumento de peso y sin que se note. Esto puede ocurrir por cosas tan simples que conforman la casa y fomentan la poca actividad o el comer de más, informó el Instituto Nacional de Estadística de España.
Algunas de las características que fomentan la obesidad dentro de casa, destacan:
Tener demasiadas pantallas, televisores o consolas
Televisores, computadoras smartphones, tabletas y videojuegos dentro de la casa, sobre todo si se colocan al alcance de cualquier miembro, pueden fomentar el sedentarismo.
Un estudio de la Universidad de Copenhague señaló que los videojuegos promueven el comer de más entre los jóvenes debido la media actividad física que actualmente se realizan durante el día pero que se reduce con este tipo de entretenimiento.
El sofá
Un sofá muy cómodo resulta una bendición dentro de la casa, sin embargo abusar de este y usarlo como cama solo produce más hambre, así lo señaló un estudio de la Universidad de Massachusetts. Por lo que una buena caminata ayudaría a contrarrestar en el sopor y hambre que produce este sillón.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 60 por ciento de la población en el mundo no realiza la actividad física requerida para mejorar su salud.
Una despensa poco saludable
Una dieta saludable comienza por la lista del supermercado por lo que en lugar de papas o productos con demasiadas grasas, sodio o azúcares, opte por alimentos con azúcares naturales como frutas, verduras así como de fibra.
Dónde guarda los alimentos
Aunque la mayoría de las frutas y verduras se conservan mejor en el refrigerador, a veces al dejarlas en este aparato hace que se nos olvide que hay fruta a nuestro alcance por lo que la vamos dejando hasta que a veces ya no son adecuadas para consumir.
Por lo que para evitar la pereza de consumir fruta porque están muy alejadas, o requieren una preparación, opte por aquellos frutos fáciles de comer y que se encuentren disponibles a la mano, como en fruteros y canastas en un lugar fresco y seco.
Rutina de películas
Aunque es muy socorrido ver películas, cenar y estar en la cama después de llegar al trabajo, durante la noche es cuando el metabolismo se aletarga por lo que una cena fuerte no es opción, además que realizar un poco de actividad física como lavar los platos o sacar la basura ayudaría a reducir algunas calorías.
Usar los aparatos de ejercicio como percheros
La caminadora o la bicicleta fija muchas veces terminan funcionando como perchero o bien escondidos entre montañas de cosas, por lo que no se tiene un acceso fácil a estos aparatos cuando se tiene la intención de ejercitarse.
Mantener estos aparatos despejados y usarlos por unos minutos harán una gran diferencia para mantener la condición y no subir de peso.
La temperatura de la casa
Cuando el calor es demasiado en la casa, esto afecta el gasto de energía del organismo, indica el experto en nutrición Rubén Bravo quien afirmó que a mayor temperatura menos calorías gasta el organismo.
Esto ocurre porque al haber más calor el cuerpo segrega agua en forma de sudor, mientras que cuando hace frío se quema grasa de reserva para mantener la temperatura corporal equilibrada.
Tener platos muy grandes
Aunque no lo parezca esto aumenta las porciones y el cuerpo “se acostumbra a una dosis visual, y eso confunde al organismo”, aunque si se reducen las porciones, es posible reducir tallas en al menos tres meses, indicó el profesor Brian Wansink, de la Universidad de Cornell.
Llevar la cacerola a la mesa
Con la cacerola presente, también aumentan las posibilidades de repetir la porción por lo que se come más y si no se queman estas calorías ingeridas se promueve el aumento de peso.
Tal vez el colchón y la almohada sean el problema
Ya que al no tener un buen descanso se promueve la mayor ingesta de alimentos y se relaciona con la mala alimentación, señala una investigación hecha por la Clínica Mayo, donde los participantes que menos dormían consumían hasta más de 500 calorías extra al día, engordando así hasta 450 gramos en una semana.
Con información de ABC