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#LaPeorMamá Working Moms (la serie)
Foto de Archivo

Vi la serie de Netflix Working Moms. Me la chuté como en 3 días. Bueno, mañanas, porque es cuando puedo ver series sin que los monstruos me molesten.

Como ya se habrán dado cuenta me encanta ver tele, aunque también me encanta leer y ahora estoy intentando darle prioridad a ello, hasta me metí a un club de lectura. Pero me estoy yendo para otro lado.

Les decía que vi Working Moms. Reí mucho y lloré otro poco. No importa si ustedes trabajan o no, si tienen hijos véanla, o si tienen amigas o compañeras de trabajo que tienen hijos véanla. Y no, nadie me paga por decir esto. Pero vale la pena verla.

Por supuesto, como cualquier serie, tiende a exagerar un poco la realidad pero en general es muy certera, muy real.

Alguna vez ya les platiqué que cuando nació #minispeedy yo trabajaba en un corporativo. Y si no sabían por favor vayan a darse una vuelta por mi página para que lean mis textos, hasta aquí el comercial. Sí, yo fui working mom durante todo mi embarazo y los primeros 18 meses de vida de mi primogénito.

La realidad es que no sé, si no se hubiera presentado el movimiento del marido a otra ciudad, tal vez seguiría trabajando. Pero el hubiera no existe. Hoy trabajo como administradora del hogar y lo gozo enormemente.

En la serie abordan varias historias de diferentes mamás que regresan a trabajar después de su incapacidad. Hay una abogada, una psiquiatra, una vendedora de casas y una chava que trabaja en IT. Cada una con una historia diferente y con diferentes metas en lo laboral.

Voy a tratar de no spolerear (¿sí es una palabra? ¿Spoilererar?)

Por supuesto que mientras veía la serie me identifiqué con muchas cosas. Esa sensación de ya querer regresar a trabajar y sentirte súper feliz por ello pero sentirte realmente culpable por sentirte feliz.

Las escenas de la sacada de la leche mientras estás en el trabajo y como poco a poco, por más que quieras e intentes la leche se va, te deja y la culpabilidad te mata de nuevo.

Abordan también la disyuntiva entre mandar al chamaco a la guardería, dejarlo con niñera y dejarlo con la abuela. En mi caso, primero pensé en dejarlo con mi mamá, todo estaba planeado para eso, contraté una muchacha que le iba a ayudar y todo. Y a la mera hora decidí que mejor se fuera a la guardería, era demasiada responsabilidad para mi madre. Hasta el día de hoy, sigo pensando que fue una excelente decisión.

Hay también varias escenas en el grupo de estimulación / desahogo de mamás donde una opina una cosa, otra dice que a ella no le parece, la otra habla sin saber, etc. Uy ¿cuántas veces no he estado en una platica de esas? Qué fácil es opinar cuando no estás en los zapatos de la otra persona.

Hay un capítulo maravilloso cuando se van de antro las mamás a una despedida de soltera. Está la que toma y le vale, la que toma con toda la culpa pero va a tirar la leche (pump and drop), la que no toma nada y la que termina haciendo cualquier cantidad de locuras. Been there, done that. Bueno las locuras no, pero sí el sentirme completamente libre sin chamacos por una vez.

Obviamente en las oficinas están los jefes que nada más no entienden por lo que está pasando la pobre madre que acaba de regresar y piensa que todo seguirá como lo dejó y no es así. Los compañeros de trabajo que intentan en cada momento señalar que como tiene hijos no va a poder con la chamba, las compañeras solidarias y comprensivas que tratan de apoyar en lo que mas o menos pueden.

Existe también el marido súper solidario que apoya a la mujer en su regreso a trabajar pero que en el fondo quisiera que se quedara en casa con el bebé.

A alguien por ahí se le presenta la súper oportunidad de su vida, le dan el trabajo por el que siempre había peleado, lo que siempre quiso. Hasta que se da cuenta que lo quería antes de ser mamá, se da cuenta que su prioridad ya no es ser la mas chingolinga en el trabajo porque su hijo la necesita más.

Una pobre sale embarazada cuando el bebé tiene unos cuantos meses y ya tiene otra más grande, a la pobre se le viene el mundo encima. Estoy segura de que si me hubiera pasado algo así también me hubiera dado algo. No sé qué, pero algo. Bendito mi ginecólogo que a fuerza me puso el dispositivo naciendo el primero y bendita OTB. Señoras por favor, si ya no quieren más hijos pongan solución ya sea en ustedes o en sus maridos pero por favor no vivan en una ruleta rusa.

Obviamente no puedo poner todas las situaciones que se presentan en la serie. Véanla, véanla y platíquenme que les pareció. Hagamos un foro de discusión jeje.

Este tipo se series y pelis me encantan porque plasman tal cual lo que nos pasa, aunque se pasen de exageradas nos hacen sentir acompañadas.

Yo me divertí mucho viéndola.

Gracias por leer.

#LaPeorMamá