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#LaPeorMamá Unos niños muy seguros
Foto de Archivo

El fin de semana que me abandonó mi marido por irse de vacaciones con sus cuates, sí, se fue solo con sus cuates de vacaciones porque en mi casa eso se vale; me fui con mis hijos a una kermés.

Desde el martes anterior #minispeedy salió de la escuela dando santo y seña del evento:

  • Mami, nos dijo la Miss que va a haber una kermés con muchos juegos y diversión. Va a haber show, además comida y paletas y muchas cosas más. El boleto de todos los juegos cuesta $200 pesos y lo que se junte es para construir la parroquia de San Jorge. Va a ser atrás de la plaza donde iban papá y tú al gimnasio, ahí donde está la Kia, atrás.

Después tomó aire porque decir todo eso de corrido está perro y continuó.

  • ¿Podemos ir ma? Es el sábado de 5 a 11 y el domingo de 5 a 10. ¿Sí podemos ir?

O sea, quiero contratar a la maestra para que me ayude a vender mis cursos así como le vendió la kermés a mi hijo.

  • Pues sí podemos ir, papi no va a estar pero vamos nosotros 3.

No sé cómo sean sus hijos pero los míos todos los días ya quieren que sea el día en que van a hacer algo que ya quieren hacer. Así que del martes al sábado me preguntaron más o menos unas 3,567,987 veces si ya íbamos a ir a la kermés.

Por fin llegó el momento de ir a la kermés. Sábado 5 de la tarde. Acá en Monterrey el sol y el calor estaban a todo lo que daba; pero yo dije vamos temprano para que no esté tan lleno, como hay clásico la gente va a llegar después.

Efectivamente, llegamos y prácticamente estaban solo los organizadores y alguno que otro intenso como yo. Compramos nuestro boleto, empezamos a dar la vuelta y nos formamos a los carritos chocones, porque ese fue el que les llamó la atención. No había nadie en los juegos, o sea las personas que los prenden no estaban y nadie decía nada. Pero nunca falta la señora comunicativa y de pronto escucho en una conversación ajena:

  • No pues es que la planta no llega, el señor dice que ya viene y nada que llega y pues los juegos no se pueden prender.

¿Qué? ¿Cómo le explicas a tus hijos que están más que emocionados que los juegos no se pueden prender? Pero bueno, logré hacerlos entender que estaba fuera de mis manos y les ofrecí esperar un rato a ver si llegaba el fulano con la planta. #minispeedy estaba bastante molesto y frustrado pero poco a poco se le fue bajando.

De pronto anuncian que van a cantar unos chavitos de un grupo.

  • Así como los vió en YouTube e Instagram. Los “…” – no me acuerdo del nombre.

Sabe Dios, yo nunca los había visto pero pues para pasar el tiempo fuimos a sentarnos a donde estaba el escenario. Además había sombra, super win.

Salieron al escenario 3 niñas y 2 niños, deben tener unos 11 o 12 años, había una mas chiquita como de 10. Todos vestidos de negro con rojo, traían micrófono de diadema para poder bailar, o sea son super profesionales.

Me encantaron porque cantaron “Hola Amigos” de Parchis como número inicial. Para los que leen que no saben quiénes son Parchis, háganme favor de buscarlos, eso escuchaba yo de chiquita y Timbiriche y Lucerito y ya voy a dejar de ventanearme. ¿A quién engaño? Todo mundo sabe que tengo 37. Tsssss ya casi llego al cuarto piso. Pero ya voy a dejar de divagar.

Después del número de apertura, cada uno pasó a cantar una canción como solista:

“Equivocada” de Thalía, “Cuan lejos voy” de la película de Moana, “Don Diablo” versión Parchis, y otras que ya no escuché porque ya iba llegando la planta de luz y nos fuimos a formar a los carritos chocones.

Me encantó la seguridad que tienen esos niños. No se les veía ni tantito nerviosos. Se sabían letras y coreografías perfecto. No dejaron de sonreír en ningún momento.

Los papás estaban sentados en la primera fila, una adelante de mí, grabando todo el tiempo lo que hacían sus hijos para poder subirlo a YouTube. Me queda claro que los apoyan.

Por supuesto no son profesionales y se notó en los errores y fallas que tuvieron. A una de las niñas mientras cantaba solita en el escenario el micro se le apagó pero, ¿saben que? Ella sin chistar siguió cantando aunque casi nadie la escuchara, después le pasaron un micro normal y siguió como si nada.

Puedo decirles que tal vez no tengan las mejores voces pero sí tienen ganas y muchas. Y tienen unos papás que los apoyan y le echan ganas junto con ellos. No sé si serán famosos o si tengan muchos seguidores pero me encantó la actitud que tienen.

Me encantaría platicar con sus papás para que me digan qué fue lo que hicieron para lograr esa seguridad y confianza en sus hijos. Yo quiero que mis hijos tengan su autoestima.

Cuando yo tenía su edad soñaba con pararme en un escenario a cantar, siempre fue mi sueño pero no lo perseguí, me daba miedo la neta. Mis papás siempre me dijeron que si quería cantar ellos me apoyaban pero siempre me dio miedo. Si hubiera existido uno de esos programas de concurso de canto, seguro que no hubiera audicionado, me faltaba toda la seguridad que tengo ahora.

Eso sí, di cualquier cantidad de conciertos en el salón de casa de mi bisabuela frente a mis tíos y primos y por supuesto diario en la regadera y frente al espejo. Esto último todavía lo hago.

No importa que sueños tengan mis hijos, yo quiero que sean los suficientemente seguros para perseguirlos hasta concretarlos.

Ahí otra de mis prioridades como mamá.

Ah por cierto, nos la pasamos padrísimo en los juegos de la kermés. Por si se quedaron con la duda.

Gracias por leer

#LaPeorMamá