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#LaPeorMamá Mi hijo el perfeccionista
Foto de Archivo

Desde que nacen, los niños traen un carácter, normalmente lo dividimos en: tranquilos y berrinchudos. En mi caso tengo uno de cada uno.

Poco a poco, conforme van creciendo nos damos cuenta si son tenaces, atrevidos, precavidos, alegres, creativos, sensibles, sociables, serviciales, empáticos, seguros, etc. Y de nosotros depende hacer que sus fortalezas crezcan.

Pero de pronto se nos pueden voltear. Me explico:

#minispeedy es un niño bastante tranquilo, desde que nació. Es la antítesis de la hermana y eso los hace tan tremendamente especiales a los dos. Él siempre fue muy precavido a la hora de tomar decisiones como aventarse de una resbaladilla. Mientras a cualquier niño le valía y se aventaba a la primera, él observaba, daba la vuelta, la veía y tal vez se aventaría; algunas le tomaron literal años. Es un niño muy observador y atento. Aprende cosas muy fácil, tiene una memoria excelente y es bien constante.

No, no es un niño perfecto, está lejos de serlo pero él quiere serlo y ahí es donde ahora estoy luchando.

Está en Kinder 3, sí, en mis tiempos era pre-primaria, ahora es Kinder 3. No, no sé por qué. En fin… está aprendiendo a leer y escribir y la verdad según lo que yo veo y me comentan las maestras, lo hace bastante bien.

Pues resulta que tratando de hacer la transición a primaria más fácil comenzaron a incorporar los dictados en inglés y español una vez a la semana. La dinámica es bien fácil te dan una lista de palabras sacadas de las historias que están leyendo en esa semana y pues tú les dictas como parte de la tarea diaria para que practiquen.

Debo decir que en español prácticamente no tenemos ningún problema, si acaso cambiamos a veces “g” por “j” o “c” por “s” lo típico. Pero inglés…. ese es otra cosa y es que los niños aprenden a escribir por sonidos entonces claro que si tu les dictas “play”  y ellos escriben “plei” porque eso escuchan y la verdad es que hay demasiados sonidos en inglés que confunden, es demasiado complicado explicarlo. Gracias a Dios no fui maestra de inglés, lo puedo hablar, pero explicarlo es otro boleto. Esperen, de nuevo me ando yendo….

Pues así empezamos este viaje de dictados diarios para que el viernes el chamaco llegue más preparado y no se saque de onda. Y oh sorpresa, me voy dando cuenta de lo frustrante que es para él equivocarse, ver una corrección es algo que le molesta sobre manera, darse cuenta de que algo no hizo bien lo pone nervioso y enojado.

Ya le expliqué en las 4 semanas que llevamos haciendo este ejercicio que es para aprender, que se vale equivocarse y que no pasa nada, que la siguiente lo hará mejor, todos los días es una larga plática sobre lo mismo porque no le gusta estar mal.

Quiero decirles que el ejercicio funciona, a lo largo de la semana comete un error varias veces pero cada viernes de dictado en la escuela saca 10. No se equivoca en ninguna. Me queda clarísimo que está funcionando la práctica pero mi pobre #minispeedy vive en trauma cada tarde que comete un error.

Ya lo hablé con su maestra y platicamos de varias formas de hacerle ver que los errores no son el fin del mundo y que todos los cometemos. Estoy trabajando en ello pero hay días en que su angustia se vuelve la mía porque pienso que esto le puede traer demasiado estrés. Nadie en la casa le exige un ’10’ excepto él mismo y también me queda claro que en su vida esto le traerá también muchas satisfacciones y será cosa de que aprenda a mediar todo. Al final es parte de crecer y madurar. Y por supuesto es parte de la formación que le estamos dando.

Hoy me derrite verlo así pero me llena de orgullo ver cómo no hay obstáculos para él, cómo su constancia lo está llevando a lo que busca. En este caso es sacar un ’10’ en el dictado de la semana, mañana puede ser cualquier cosa.

Mi chamba es ayudarlo a enfrentar sus miedos y frustraciones y ayudarlo a sobrellevar lo que el equivocarse le ocasiona. No se si estoy muy preparada para ello, la verdad, pero pues no queda de otra que intentarlo y si me equivoco llorar como loca…. Ah no, que sí nos podemos equivocar. ¡Les estoy diciendo!

Gracias por leerme