Escrito por Claudia García Reyes @Plausi1
Pues sí, #MiniSpeedy llegó por primera vez con un recado en su libreta diciéndome que le pegó a un compañero. Cuando lo leí se me hizo la cosa más rara. Si me han dicho que fue #MiniPlausi ni lo dudo, pero ¿él?
Cuando dejé de idealizar a mi hijo, 3 minutos después de haber leído el recado de la maestra, pensé que sí había pegado muy probablemente sería en reacción a algo. Y es que, de verdad, se los jurito, este chamaco es muchas cosas pero no pegón.
Me dispuse a hablar con él para que me explicara qué había pasado, porque estaba segura de que algo había pasado. Y después de mucho insistirle, porque moría de la vergüenza de ver aquel recado en su agenda, por fin me contó que su compañero y mejor amigo del salón le quería cortar la hoja de su trabajo y por eso le había pegado.
En fin, hablé con él y le pedí que no se repitiera. Platicamos que no son formas de arreglar las cosas y expresar lo que sentimos y le contesté a la maestra muy amablemente que agradecía que me hubiera avisado del tema y que había hablado con él.
Pero este post no es para contarles lo que sucedió sino para contarles lo que pasa ahora por mi cabeza:
¿De verdad está muy mal que se defienda si el compañero no responde favorablemente ante un: ‘por favor no lo hagas, no me gusta’? ¿Sí estaban muy errados nuestros papás cuando nos decían “pues defiéndete”? En serio, en eso, hay veces que no sé por qué camino los tengo que llevar.
Obvio no quiero que mis hijos sean unos golpeadores o que reaccionen a la primera de cambios con golpes. No quiero ser la mamá que tiene que andarse disculpando con todas las mamás por los golpes que reciben sus hijos de parte de los míos. Pero hay veces que uno quiere decirle a sus hijos: “Dale uno para que te deje en paz”.
Así nos pasó también un día en un restaurante donde en el área de juegos había un chamaquillo de esos que en serio joden por deporte: si vas a pasar por aquí, me planto enfrente de ti para que no pases; si te vas por allá me pongo allá; si juegas en la resbaladilla te la tapo; si tomas un juguete te lo quito…. Creo que ya más o menos ubicaron al chamaco.
Pues ese día lo único que pude hacer ante la frustración de #MiniSpeedy y los gritos de “deja a mi hermano” de #MiniPlausi fue decirles que no jugaran con él, que si los molestaba se alejaran. Pero por dentro tenía todas las ganas de decirles que le acomodaran un estate quieto porque en serio el chamaco era de los más insoportable. Al final la mamá terminó por llevárselo cuando se dio cuenta de que no dejaba de molestar, ella fue muy sensata, pero ¿qué se hace cuando la mamá no pone un alto? ¿Cómo debemos reaccionar nosotros ante ese tipo de cosas sin meternos con el niño o con la mamá? ¿Cómo deben defenderse nuestros hijos?
Otro día fuimos a otro restaurante que en el área de juegos tiene una mini cancha de fut. Iba #MiniSpeedy con un amigo del fut y llevaron su pelota para jugar. En eso llegaron unos grandulones como de 10 años y estos pobres y buenos niños les prestan su pelota diciéndoles que luego será su turno, el cual obviamente no llegó porque los aprovechados no les regresaban la pelota.
En un inicio hice de tripas corazón porque dije: si les prestaron la pelota pues se aguantan. Mi abuela decía que el que por su gusto muere…. Ya después los empecé a ver desesperados porque los chamacos no les hacían caso. Me acerqué y les pregunté a mi hijo y su amigo qué estaba pasando y me dijeron que querían jugar. Pues pídanles su pelota, así lo hicieron pero hagan de cuenta que era yo diciéndoles a mis hijos que es hora de cenar porque nunca les hicieron caso. Así que ahí si me enchilé y que me meto a la cancha y que les pido la pelota a los niños, esos grandulones abusones. Me salió lo mamá gallina obviamente. Intenté que mis niños arreglaran su problema, pero claramente no lo estaban logrando y ahí no había ninguna mamá interesada en que sus hijos dejaran de molestar a unos de la mitad de su edad y me metí. No me encantó la idea pero lo hice. ¿Hice bien? No sé. En ese momento yo estaba ahí y lo hice, resolví el problema a mi favor pero lo resolví.
Pero ¿qué pasa cuando los niños están solos? ¿Cómo los enseño a enfrentarse a un niño o niña más grande, mas chico o igual que ellos que los está molestando o está haciendo algo que no les gusta? Sí me causa conflicto la verdad.
Obviamente lo primero es dile que no te gusta, o que no estás de acuerdo. Aléjate. Acércate a un adulto que pueda ayudarte. ¿Lo siguiente es dale con todas tus fuerzas? Ay de verdad no sé.
Así anda esta pobre mala madre. Confundida en el “defiéndete mijito”.
Gracias por leer
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