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El camino hacia un mundo sin residuos

Cada 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, ocasión perfecta para que todos los seres humanos reflexionemos sobre la importancia de cuidar el ambiente, tratar correctamente los desechos y contribuir en la lucha contra el cambio climático.

Cada año, la popularidad de esta celebración toma más fuerza y en México, así como en todo el mundo, empresas e individuos asumen un mayor compromiso por reducir su huella ambiental.

El Día Mundial del Reciclaje es el día perfecto para recordar que Reducir, Reutilizar y Reciclar va más allá de una buena intención: es una decisión que debemos tomar toda la vida, un cambio en nuestros hábitos que las futuras generaciones agradecerán.

También es el día para reconocer que reciclar no es una cuestión que compete únicamente a gobiernos, instituciones o activistas ambientalistas, sino es una responsabilidad de todos nosotros.

Así, múltiples organizaciones, fundaciones y empresas socialmente responsables han comprendido que es crucial garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles, al mismo tiempo inspirar a mexicanos a ser parte de acciones que contribuyan a la preservación de la riqueza natural.

La Agenda 2030 de las Naciones Unidas propone que el sector empresarial debe fomentar la reducción de residuos mediante el reciclado y reutilización de estos, así como promover la información y el conocimiento pertinentes a la población para que formen parte de este compromiso con el planeta.

Asociaciones civiles ambientales, tales como ECOCE, son un claro reflejo de los esfuerzos de la iniciativa privada en materia de recuperación de residuos de envases y empaques de sus productos para su reciclaje en México.

Su acción ha sido fundamental en la historia de nuestro país; no solo son el primer organismo en México en proponer acciones concretas sobre el manejo adecuado de los envases y empaques, sino que ha logrado que más de 80 marcas de productos, condimentos y alimentos, realicen acciones concretas en cuanto al manejo adecuado de los residuos de envases y empaques. Además, han conseguido que todos los asociados se comprometan a cumplir la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos.

En línea con estas recomendaciones, la Industria Mexicana de Coca-Cola se propuso una meta: vivir en un ‘Mundo sin Residuos’, refrendar su compromiso a favor del cuidado del medio ambiente e impulsar el desarrollo sostenible que permita el bienestar integral de las generaciones venideras.

Comprometidos con esta iniciativa, emprendió en 2018 una nueva visión de empaques, acordes con la meta global de recolectar y reciclar, para 2030, el equivalente al 100 por ciento de los envases vendidos por la compañía.

Desde que se pusieron en marcha los esfuerzos por lograr esta meta global, la Industria Mexicana de Coca-Cola ha conseguido grandes resultados:

A un año del anuncio de esta meta, se mantiene como el principal reciclador de PET grado alimenticio en el país, por medio del acopio del 35% de todo el PET recuperado en México. Gracias a sus plantas PetStar e IMER, tiene la capacidad de procesar más de 85 mil toneladas de este material, lo que equivale a 4 mil millones de botellas con las que se llenarían 3 veces el Estadio Azteca.

Otro logro que vale la pena destacar es referente a sus empaques retornables. Hoy, el 43 por ciento de su portafolio se compone por ellos ¿Sabías que los envases de vidrio  consiguen reutilizarlos en promedio 70 veces, mientras que los de PET 25? Después de esto a través de sus plantas, son canalizados para ser reciclados y aprovechados de otras formas.

Eso no es todo. Tal es el compromiso por la preservación del medio ambiente, que la Industria Mexicana de Coca-Cola, gracias a su filosofía de Economía Circular, tiene en su portafolio la primer botella totalmente reciclada y reciclable.

En 2018 decidió lanzar la Ciel botella azul, un envase que cumple su objetivo de hidratar y de transformarse nuevamente en otra botella. Al ser un envase hecho en su totalidad de otras botellas, fomentando así que cada una de ellas tenga más de una vida útil.

El ligero color azul que caracteriza a la botella de Ciel contrarresta el tono gris que adquiere el PET al momento de reciclarse, otorgando una tonalidad mucho más transparente para generar otras botellas y así optimizar su uso.

Recientemente, la compañía reiteró su compromiso por el refuerzo de sus acciones, innovación de su portafolio y procesos, la concientización y educación de la materia, además de la suma de esfuerzos para maximizar el alcance de sus iniciativas.

¿Qué puedes hacer tú? Hay sencillos pasos para cuidar el planeta: separa los residuos desde casa, reduce tu consumo de electricidad y gas, cuida el agua, reduce el uso del automóvil y opta por empaques sustentables.