Se abre como premisa y oportunidad el recordar que todas las personas merecen igualdad de derechos y oportunidades
Es importante hablar sobre temas que como polvorín cruzan las redes sociales, generan emociones como repudio, odio, asombro y alcanzan a miles de personas, incluyendo a los adolescentes y a los niños.
Pienso que como padres, custodios o como quien se hace cargo del cuidado de los menores, nos ayuda plantearnos que prohibir, enjuiciar, repudiar y castigar no sirve sobre todo cuando se trata de sexualidad. Creo que la historia nos ha enseñado que esta postura, puede ser contraproducente.
Soy alguien que piensa en diagramas de flujo, me ayuda para encontrar por donde desmadejar temas complejos, me lleva a indagar los orígenes y revisar un poco de la historia. Me parece indispensable preguntar, cuestionar y revisar sobre el tema, pero sobre todo escuchar los distintos puntos de vista. Así una vez que estoy clara sobre algunas cosas, entonces hoy puedo usar la información para hablar con mis hijos aunque ya sean adultos. Sin duda hoy entiendo la importancia de preguntarles qué están entendiendo, cuál es su opinión y generar un diálogo que permita fortalecerlos.
Hoy, “porque lo digo yo” como frase de autoridad ya no es suficiente. Lo que no podamos contestar, habrá quien lo haga, si tenemos dificultad para hablar de sexualidad, y dejaremos el espacio para que otros tomen nuestro lugar. No hay escapatoria, nos toca encontrar las herramientas. Sin duda hablo desde mi experiencia, me pasó que por esperar a que fueran un poco más grandes, en la escuela un chico mayor “le hizo el favor” a uno de ellos. A otro alguna película de adultos cuando estas se veían en cassettes de Beta y VHS, le abrió los ojos. Algún otro percibe que no le hable lo suficientemente claro o que me falto darle más información. Otra que le daba pena y prefería hablarlo con sus amigas. Pienso que quizá me pudo haber pasado que crecí en una casa donde la información la percibí como excesiva, no me gusto y me fui como péndulo al otro extremo. Podría ser que el medio donde mis hijos crecieron, había un halo de tabú que como nata permeaba en los muros de mi casa. Y me doy cuenta que no supe como hacerlo de una manera más nutricia.
Pero creo que no es tarde, hoy son adultos y ellos ya son padres, quizá pueda hacerles llegar esto y pueda servirles. He pasado las últimas semanas preguntando e investigando, y mucho de lo que viene aquí, es el fruto de muchas lecturas, investigaciones, pero sobre todo de entrevistas que he hecho a distintas personas, muchas de ellas de la comunidad gay.
El tema de los transgenero está generando una polarización; debates que se ensombrecen con lo emocional, con las creencias y con lo que la ciencia ha aportado, permitiendo que se revisen una y otra vez las investigaciones, modulando las que ya no se sostienen. Genera también un discurso que es usado por distintos grupos con intereses que a veces es difícil ver.
Se abre como premisa y oportunidad, el recordar que todas las personas merecen igualdad de derechos y oportunidades, sin importar su género, raza, procedencia, credo, orientación sexual, edad o cualquier otra característica que las diferencie.
Hay una genuina respuesta al rechazo, al dolor que se ha producido a lo largo de siglos, para quienes no creen en la determinación de lo biológico y las conductas socialmente aceptadas, en cuanto al sexo se refiere. Para esta parte de la población ha sido indispensable alzar la voz, ser reconocidos y visibilizar el dolor que el repudio y la violencia han generado. Han logrado en algunas partes modificar leyes y encontrar aunque muy despacio poco a poco, una trato un poco más equitativo.
Durante siglos las posturas dominantes han tomado matices de pecado, de aberración, de exclusión, segregando y enjuiciando, llevando incluso a la muerte, a quienes optan por algo diferente a lo moralmente aceptado.
Buscando por donde empezar, me pareció que definir sexo y género es un buen comienzo, pues debo reconocer que hasta no hace mucho los terminos se me confundian y como yo, muchas personas no conocen la diferencia. Cuando me preguntaban de qué género soy, con tranquilidad contestaba femenino no reparando en los roles que he asumido toda mi vida.
El sexo se refiere a la calificación de una persona como “masculina” o “femenina”, basada en su anatomía (los órganos reproductivos) y/o su biología (hormonas), y el género se refiere a los estereotípicos roles, comportamientos, actividades y características que una sociedad considera apropiadas para las mujeres y los hombres. Éste último es el que ha generado un enredo, porque los papeles estarán determinados por la cultura y la religión. Así lo que es moralmente aceptado en alguna parte del mundo, no lo es en otra.
Como respuesta a la segregacíon en terminos de genero el 28 de junio de 1969 en un bar de Nueva York llamado Stonewall, gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, cansados de los continuos hostigamientos de la policía, decidieron enfrentarla, estaban hartos de la discriminación, la persecución y la violencia sistemática contra la comunidad.
Así nació el movimiento LGBT. Ahora, se le han sumado algunas letras y ha quedado como LGBTQIA+, donde la “Q” significa “queer” o “interrogatorio”. La “I” representa a las personas del género intersexual, es decir, aquellas nacidas con órganos reproductivos que no encajan en ninguna de las dos categorías, mientras que la “A” es de “aliado”, que puede ser cualquier persona que apoye a la comunidad. Y el “+” al final representa a cualquiera que no se siente incluido en ninguna sigla.
Dentro de esa enorme diversidad, aparece una tendencia en el resto de la población, a decir que todos los de la comunidad son de tal manera o de tal otra, encajonando a toda la comunidad, en una etiqueta, generando una enorme confusión. Pasa igual en las razas o religión, no todos los musulmanes son yihadistas, no todas las personas de piel oscura vienen de una historia de esclavitud y no todos los alemanes eran nazis.
Durante años las preferencias sexuales diferentes a las heterosexuales se catalogaron en el ámbito de las enfermedades mentales, buscando ser curadas bajo tratamiento, usando incluso químicos. Hoy se enfatiza que no es así y en el caso de las personas transgénero, se clarifica que experimentan, a menudo, una auténtica desconexión entre el sexo biologico, y su sentido interno de ser quienes son. Ojo, algunos pueden presentar disforia de genero, término médico que habla de la sensación de incomodidad o angustia que pueden sentir las personas cuya identidad de género difiere del sexo asignado al nacer o de las características físicas relacionadas con el sexo en algún momento de sus vidas. Sin embargo, algunas personas transgénero y con identidad diversa de género se sienten a gusto con su cuerpo, con o sin intervención médica.
No voy a detenerme en lo cultural pues haria demasiado extenso este escrito, pero es un hecho que hubo culturas donde la homosexualidad fue parte de la misma, como la griega y hoy todavia las hay como los Muxes en Oaxaca, que se definen como hombres que asumen roles femeninos, en cualquiera de los ámbitos social, sexual y/o personal formando parte de la vida de su comunidad.
Al Grano
Llegó a mí un video que se ha hecho viral y me ha generado una necesidad, esta está enraizada en la preocupación que me generó y la necesidad de poder dar mi opinión. En el video aparece una mujer que podría ser arabe , por el atuendo que lleva, (1) cuestionando a un personaje llamado Jeffrey Marsh, nacido en 1977. (2) Es un escritor, actor, artista, activista y personalidad de las redes sociales estadounidense, mejor conocido por hacer videos virales en Vine, Instagram y TikTok. Marsh no es binario y aborda temas LGBT+, salud mental y desarrollo personal, con millones de views en los videos cortos, que a diario publica.
Los videos que he visto de él, tocan temas de sexualidad y les habla a los niños y a los jóvenes, a aquéllos que se sienten aislados, incomprendidos, rechazados; me llama la atención el contenido que de forma amorosa expone y, que a muchos nadie en su círculo cercano les brinda. Lo escuché decir que los niños pueden escoger con libertad cambiar de sexo si no se sienten cómodos con su cuerpo, que pueden tomar hormonas y aislarse de sus padres, en caso que estos no lo permitan. Su postura ha generado un gran rechazo en muchas comunidades, incluso en la suya que en contraposición lo insultan, demonizan y usan un lenguaje que castiga y repudia. Pero hay los que usan argumentos muy sólidos y de esos voy a hablar más adelante.
Me parece importante mencionar, que es su postura la que genera un cuestionamiento, no si es no binario o no. Si fuera heterosexual, de alguna otra raza o religión sería lo mismo.
Una de mis hijas me mandó una página en redes, que me ha parecido interesante pues maneja algunos conceptos sólidos que me hacen sentido.
Es la página de Jaimee Michell GAG (Gays against groomers), (3) quien tambien forma parte del movimiento LGTB, respalda las políticas que prohiben la atención de afirmación de género para jóvenes transgénero con cirugías, medicamentos y que impulsan que solo se permita el “asesoramiento” hasta que sean mayores de edad. Repudia la sexualización en los niños, acercandolos a shows de travestis.
Así como a Jeffrey Marsh se le acusa de ser un abusador sexual, a ellos se les acusa de tener una postura radical y los ataques llevan tintes como de que son Nazis, e intolerantes.
Hoy varios centros médicos en Suecia, que ya no tratan a menores de 18 años con bloqueadores, hormonas y cirugías; Finlandia ha aumentado sus restricciones. En Inglaterra han cerrado el programa que aplica estos tratamientos en la clínica Tavistock, y ahora en otros centros, tampoco se proporcionará estos servicios a menores de 16 años. El debate en materia legal, está en que se debe incrementar la investigación para revisar las consecuencias.
Esto puede ser en respuesta a las personas que después deciden revertir su transición, o por lo que algunos perciben como una falta de investigación sobre la seguridad y eficacia de algunos tipos de intervenciones médicas, o sus implicaciones a largo plazo. Por ahora, hay lugares donde la ley criminaliza este tipo de prácticas, otros que las promueven e incluso castigan a los padres por no permitirlo.
Zigmunt Bauman en su planteamiento de la sociedad líquida, habla de esta necesidad de resolver en lo inmediato. La transición de quien ha decidido tomar este camino, requiere de un tiempo de trabajo emocional, de una maduración a nivel cognitivo, que antes de la mayoría de edad no se ha alcanzado. Me da la impresión de que hay que tomar en cuenta, que el cerebro llega a su maduración entre los 25 y 30 años. No debe descuidarse también el trabajo emocional para la familia que acompaña a quien atraviesa una transición. Es importante dejar claro, que el proceso de la duda e incertidumbre que pueda tener una persona, es muy distinta a la afirmación.
Como padres, refiriéndome a quien tiene a su cargo el cuidado de un menor, hoy como nunca debemos contar con herramientas que nos permitan abordar estos temas asertivamente, conocer las posturas, de ahí plantear si se está de acuerdo o no.
Me parece increíble que en algunos países en materia legal, las cortes decidan por los padres. ¿En qué momento pasó esto? ¿Por qué se permitió que otros actúen sin el consentimiento de los padres, permitiendo que un menor sea sometido al uso de hormonas para el cambio de género?
Mientras la discusión a nivel mundial genere más confusión, es importante conocer las posturas, revisar distintas fuentes y decidir cómo abordar este tema. No hacerlo expone a los menores a caer en manos de personas que pueden hacerles daño, ya sean de una comunidad u otra, o sean personas de cualquier género, o raza.
Yo había escuchado la palabra Groomer, pero en verdad no había reparado en la gravedad que infiere ¿Qué es un groomer?
La primera definición que arroja el diccionario es una persona que hace o mantiene algo limpio y ordenado. Otra implica a una persona que limpia y hace inteligentes a los perros. Pero, Groomer es también una persona que gana la confianza de una víctima para cometer un asalto sexual sobre él o ella. Hay muchas personas que aprovechan la vulnerabilidad de otros para obtener algo.
El vacío que se genera en el silencio, es el campo de cultivo para quienes seducen y proveen de espacios, donde aquellos que sufren de discriminación, puedan sentirse comprendidos y escuchados. Toman sin ninguna dificultad, lo que les dejan quienes tendrían que hacerse cargo.
¿Quién se beneficia de esto? Es una pregunta que tiene múltiples respuestas, pero a simple vista, quizá las farmacéuticas tengan algo que decir. Los tratamientos hormonales serán de por vida. El costo de estas operaciones y tratamientos, dejan recursos importantes a hospitales y médicos.
Se había logrado una inclusión importante, una voz en las comunidades de muchos países. Ahora esta polaridad está generando odio y repudio hacia la comunidad; demonizándola y me ha tocado escuchar “es que todo esto es de la agenda LGTB”. Pero hay voces dentro de la comunidad que no están de acuerdo y es importante escucharlas.
Mientras todo esto sigue surcando las redes, es importante que quien cuide a los niños, este cerca de ellos, nutriéndolos con información que les haga sentido, que puedan hablar de estos temas aunque les cueste trabajo y que se informen. Es la educación vista como algo donde en las familias dejan vacíos y se cultiva la falta de identidad, duda y búsqueda de soluciones rápidas o radicales por parte de los jóvenes, donde hay que poner atención, es la mirada puesta en proveerles de las herramientas que necesitan para tomar decisiones asertivas. Lo podríamos llamar un abordaje sistemico que consiste en un método de análisis para obtener un amplio razonamiento y pensamiento crítico en relación a los fenómenos, problemas y situaciones que ocurran dentro de un sistema.
En cuanto a mi, me quedo con la posibilidad de reparar lo que me falto en temas de sexualidad, que esto se debió a mi propia historia, al lugar donde crecí, al ambiente donde mis hijos se desarrollaron. Es momento de reflexionar porque descuide ese espacio y en verdad estas semanas me han servido mucho para un trabajo de introspección profundo, seguramente abriré un tema que traerá más cuestionamientos, más reflexión y más posibilidades de restaurar y suturar.
Por DZ
Claudia Gómez
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Algunos Datos
*La Asociación de Psiquiatras Americanos (APA) eliminó la homosexualidad como “alteración” en el manual de clasificación de enfermedades en los años 70.
*Una encuesta realizada en 1991 con una muestra de 3.321 varones de 20 a 39 años, marcó el porcentaje de hombres que se declaró exclusivamente homosexual en Estados Unidos es el 1,1%. El estudio lo ha hecho el centro de investigación Battelle Human Affairs de Seattle (Washington). Estudios similares realizados en Francia, Gran Bretaña, Canadá, Noruega y Dinamarca tienden a situar la cifra entre el 1% y el 4% de la población.
*Un estudio de 2011 efectuado en Suecia en el Karolinska Institute durante 30 años, siguió a 324 personas que habían sido sometidos a cirugía de cambio de sexo. El estudio reveló que comenzando unos 10 años después de la operación, los transgénero comenzaron a experimentar dificultades mentales progresivas. Lo más terrible fue que su mortalidad por suicidio aumentó casi por 20, por encima de la población comparable no transgénero. Este preocupante resultado no ha encontrado hasta el momento una explicación, pero probablemente refleja el sentimiento progresivo de aislamiento que han descrito los transgénero operados al envejecer. La alta tasa de suicidio se opone con certeza a la indicación de cirugía.
*México es el segundo país del mundo con más asesinatos trans en el mundo después de Brasil.
*Hay personas que nacen con disforia de género en todo el mundo. De manera simple, la disforia de género es el diagnóstico en el que tu mente no coincide con el género de nacimiento. Este diagnóstico no significa que uno sea transgénero automáticamente.
*La HRT es el primer paso para muchos en el trayecto de su transición. Los hombres transgénero toman testosterona, y las mujeres transgénero toman estrógeno. Las hormonas pueden tomarse en pastillas, cápsulas o inyección, lo que varía dependiendo del proveedor del seguro (si hay uno). Debido a que las hormonas son necesarias para el funcionamiento del cuerpo, éste es un costo que las personas transgénero pueden tener que pagar por el resto de sus vidas.
*Existe evidencia que indica que, en las personas que se someten a una terapia hormonal feminizante, es posible que aumente el riesgo de cáncer de mama en comparación con los hombres cisgénero, es decir, hombres cuya identidad de género coincide con las normas sociales relacionadas con su sexo asignado al nacer. Pero el riesgo no es mayor que para las mujeres cisgénero.
https://www.mayoclinic.org/es-es/tests-procedures/feminizing-hormone-therapy/about/pac-20385096
*Un estudio, publicado en Pediatrics -la revista oficial de la AAP- afirma que la población de personas con desorden de identidad sexual (DIS) se ha cuadruplicado.
El tratamiento de supresión de la pubertad se inicia entre los 10 y 12 años con las niñas y entre los 12 y 14 con los niños, y entrarían en un “limbo pubescente” de unos cuatro años, donde crecen pero no desarrollan características sexuales externas.
Margaret Moon, profesora de pediatría y medicina del adolescente y miembro del Instituto de Bioética de la Universidad Johns Hopkins en Maryland, dijo a la BBC que, identificar una situación como un desorden puede ser atractivo y peligroso al mismo tiempo.
“Nos gusta tener respuestas a la mano”, expresó. “Nos gusta poder señalar a una criatura que manifiesta un comportamiento extraño y decir que no es extraño, sino que es un desorden y tenemos un nombre para eso”.
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/03/120302_eeuu_transexuales_menores_tratamiento_wbm
*Entre los riesgos del tratamiento conocidos se incluyen:
- La diabetes.
- Obesidad.
- Enfermedades cardíacas.
- Accidente cerebrovascular en los varones natales que reciben estrógeno.
- Una densidad ósea debilitada que conduce a la osteoporosis más adelante en la vida, explicó Hruz.
El uso de bloqueadores de la pubertad y hormonas cruzadas “no es un proceso benigno”, dijo Hruz al Register en una entrevista por Zoom. «Realmente no tenemos datos a largo plazo en niños a medida que avanza«.
«Se está ejerciendo violencia sobre estos niños y sus cuerpos«, dijo Marcus Evans, un psicoanalista que ha trabajado 40 años en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido al Register, en una entrevista de Zoom. Puso el ejemplo de una de sus pacientes que había sido puesta en lista de espera para una doble mastectomía, después de una sola consulta con un clínico de género.
«¿Por qué no es eso violencia?«, dijo, describiendo la extirpación del «tejido mamario perfectamente normal de una niña» como «un ataque quirúrgico».
Por su parte, Strongin subrayó lo «salvajemente irresponsable» que es decir a los niños que se van a suicidar si no hacen la transición, «especialmente si están en un momento mentalmente muy vulnerable«.
«En mi caso, tenía tendencias suicidas» antes de tomar hormonas, «así que si les dices a los niños que se suicidarán si no hacen la transición -en el ámbito médico o social- les estás preparando para eso«.
* En 2021 CNN publicó: A principios de abril, Arkansas se convirtió en el primer estado en prohibir la atención de reafirmación de género, que incluye los bloqueadores de la pubertad y los tratamientos hormonales en menores de 18 años. Virginia Occidental firmó una ley que prohíbe, a las jóvenes y a las mujeres transgénero, participar en equipos deportivos femeninos, en las escuelas secundarias a finales de abril.
https://cnnespanol.cnn.com/2021/06/25/ninos-transgenero-padres-luchan-leyes-restrictivas-trax/
*Pastores, sacerdotes, rabinos e imanes podrían ser enviados a la cárcel durante cinco años, en Canadá, si se atreven a decir a sus congregaciones que se adhieran a la moral e ideas tradicionales judías, cristianas o musulmanas sobre el género. Decir que Dios hizo a las personas “hombre y mujer” (Génesis 1:27) podría llevar a un líder religioso a la cárcel.
https://es.zenit.org/2022/05/24/canada-no-alinearse-a-la-ideologia-de-genero-ya-es-motivo-de-carcel/
Al crear la posibilidad de efectuar el cambio en la identificación civil de la población transgénero, se generan algunos impactos en el sistema de salud que busca atender y gestionar sus riesgos. Es importante la correcta identificación en la carga de enfermedades de las personas transgénero, pues al presentarse legalmente con un sexo diferente al de su nacimiento, las entidades del sistema no logran conocer la realidad biológica de la persona y por tanto no tienen en cuenta estrategias para reducir el impacto de patologías propias de cada sexo (cáncer de cérvix o de próstata entre otras). Adicionalmente, se presentan inquietudes sobre la forma de adelantar el registro clínico de las personas que cambian su sexo y nombre, así como la forma en que debe atenderse a la población sin generar discriminación durante el acto médico.
En general, las personas trans tienen que afrontar barreras relacionadas con el acceso a los servicios de educación, vivienda, salud y participación social. Las relacionadas con el acceso a los servicios de salud tienen que ver con la falta de educación al personal asistencial frente a la sensibilidad en el trato a personas que afrontan una transición de género, así como el acceso a servicios de alto costo o que no se encuentran cubiertos por los planes de beneficios (Barreda e Isnardi, 2004).
A lo anterior se suma la poca formación que obtiene el personal de salud sobre el tratamiento que debe darse a una persona trans, lo que se traduce en una débil incorporación del trato diferencial que debería darse desde el momento de la admisión a un servicio de salud. El médico, por ejemplo, debería tener la capacidad suficiente de entender a la persona trans como un ser en discordancia con su identidad de género, conocer todos y cada uno de los cambios a los que se ha sometido, qué órganos sexuales conserva, entre otros. Pero debido al desconocimiento, dentro de la atención médica se plantean preguntas, comentarios y expresiones inapropiadas, se genera demora, la atención termina derivándose de un médico a otro o finalmente no se presta. Todo esto genera que el paciente no quiera volver a solicitar los servicios (Mejía y Benavides, 2008).
Por otra parte, el coordinador del programa municipal de sida de Rosario, Argentina, manifiesta que en su experiencia personal ha podido evidenciar que las dificultades derivadas del proceso de adecuación corporal están relacionadas con prácticas que atentan contra la salud de las personas que se someten a este. Entre ellas se encuentra el uso indiscriminado de hormonas que incluye la ingesta de métodos anticonceptivos orales, entre dos y tres comprimidos al tiempo, o la inyección directa de hormonas, los cuales generalmente se prescriben de forma mensual o bimensual y son aplicados semanalmente. Finalmente se encuentra el suministro en diferentes partes del cuerpo de sustancias que ayudan al aumento del tamaño, como son aceites vegetales, de cocina o sustancias derivadas de la silicona no aptas para la aplicación en seres humanos (Presidencia de la Nación Argentina, 2015).
A modo de ejemplo, la ingesta desmedida de anticonceptivos usados principalmente para aumentar la producción de hormonas femeninas en un cuerpo masculino puede llevar al padecimiento de embolias, accidentes cardiovasculares, depresiones crónicas, migrañas, alteración de la función del hígado, diabetes mellitus, entre otros (Bockting y Keatley, 2011).
Respecto a las inyecciones de sustancias siliconadas o aceites, se evidencia que son aplicadas por personas que no están capacitadas para ello o que estas sustancias no son aptas para aplicación en humanos. Esto ha generado fuertes problemas de salud pública en varios países de Latinoamérica (Bockting y Keatley, 2011).
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1692-25302020000100059
En los Estados Unidos, las personas transexuales y transgénero presas generalmente siguen siendo ubicadas según el sexo que les fue asignado al nacer, y no según su identidad de género, el sentido interno que tiene una persona de ser hombre o mujer. Esta política hace a las personas transgénero presas más vulnerables al acoso o ataque por parte del personal de las prisiones o de otros presos: Un estudio en California determinó que las personas transexuales y transgénero en la cárcel tenían una probabilidad 13 veces mayor de ser agredidas sexualmente que las personas presas que no son transgénero.
Los funcionarios de las cárceles estadounidenses por lo general también impiden que las personas transexuales y transgénero presas tengan acceso a atención médica relacionada con la transición de género, como terapia hormonal o cirugía de reasignación de sexo (CRS), aun cuando un doctor las haya recetado al considerarlas necesarias desde la perspectiva médica.
https://www.lambdalegal.org/es/know-your-rights/article/trans-personas-en-la-carcel
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