Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Boston, concluyó que las personas que realizan poca actividad física tienen el cerebro más “pequeño”, en comparación con las personas que se ejercitan. Esto significa que la vida sedentaria no solo puede ocasionar problemas en la salud, como la obesidad, sino que también podría provocar que … Continued
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Boston, concluyó que las personas que realizan poca actividad física tienen el cerebro más “pequeño”, en comparación con las personas que se ejercitan.
Esto significa que la vida sedentaria no solo puede ocasionar problemas en la salud, como la obesidad, sino que también podría provocar que el cerebro se “encoja”.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores evaluaron el rendimiento, frecuencia cardíaca y presión de mil 200 personas de 41 años; posteriormente cuando estas mismas personas cumplieron 60 años, se realizaron los mismos estudios y se descubrió que las personas que tenían mayor actividad física presentaban un mayor volumen cerebral.
Esta reducción paulatina de tamaño se registra desde los 25 años de edad y el proceso se acelera a partir de los 50.
La disminución se presenta sobre todo en el lóbulo frontal, donde se fijan los recuerdos, de modo que tiene consecuencias directas en facultades como nuestra capacidad de razonar.
Según el estudio, este cambio además de afectar el desempeño en la toma de decisiones, representaba una causa de envejecimiento.
Con información de El Universal y sumedico.com