El escapista perdió la conciencia por lo que paramédicos se apresuraron a remover la tierra para evitar que muriera
Antony Britton, un escapista británico, buscaba sumar una proeza más a su historial por lo que anunció que sería enterrado vivo para escapar usando sus habilidades.
Una vez que fue cubierto con la tierra, pasaron varios minutos sin que se registrara alguna actividad. Cuando los paramédicos presentes notaron que Britton había perdido la conciencia por la falta oxígeno, se apresuraron a remover la tierra para evitar que muriera de asfixia.
Al final, en vez de un escape memorable, fue un desastre que casi lo mata, una vez más, pues ya en 2013, Britton estuvo al borde de la muerte al introducirse en una jaula en llamas, y cuando colgaba de una grúa al intentar realizar otra de sus rutinas.