Elecciones 2024
Elecciones 2024
El mayor enemigo de James Bond: los impuestos
Internet

Semanas después de que Sony Pictures fuera hackeada y se revelaran correos con información confidencial y comprometedora, un nuevo escándalo se aproxima.

Esta nueva información filtrada, muestra al público en general cómo los estudios de filmación utilizan su influencia para obtener grandes subsidios por parte de los gobiernos. En esta ocasión para la nueva cinta de James Bond, Spectre.

Un mes después de que fue programado el inicio del rodaje, los productores de la próxima película de James Bond recibieron un correo de los ejecutivos del estudio con lo que debió haber sido una orden frustrante: el guion necesitaba volverse a escribir.

Los jefes de Sony Pictures Entertainment y Metro-Goldwyn-Mayer Studios Inc. (MGM) no buscaban evitar una calificación R o asegurarse de que Spectre no fuera objeto de censura en el extranjero. Ellos sólo querían recortes de impuestos.

“Estamos lidiando con un presupuesto que es mucho más grande de lo que esperábamos y estamos bajo una enorme presión para reducirlo a 250 millones de dólares limpio de descuentos e incentivos”, escribió Jonathan Glickman, presidente del grupo de películas de MGM.

“Nuestro rodaje es de 50 millones de dólares más que Skyfall y el presupuesto bruto actual se encuentra en 300 millones de dólares, haciendo de esta una de las películas más caras de la historia”.

El mayor enemigo de James Bond: los impuestos - 007_spectre_scree89989ngrab.0

Recortes al presupuesto

Los correos electrónicos sugieren que el estudio estaba tan desesperado por ahorrar dinero, que cedió un cierto nivel de control creativo a los burócratas extranjeros.

Muchos de los cambios recomendados en el e-mail de Glickman se centran en la reducción de costos, disminuyendo el número de equipo que se utiliza, la reubicación de algunos trabajos a lugares menos costosos, y abandonar los planes de filmar con resolución de ultra-alta definición.

Pero antes de todo eso, Glickman propuso que para aumentar la elegibilidad del proyecto en los incentivos gubernamentales, se debía filmar en distintos lugares, entre ellos la Ciudad de México.

El mayor enemigo de James Bond: los impuestos - Spectre_press_conference_-_Craig,_Bellucci,_Seydoux,_Waltz,_Harris

007 en México

De acuerdo con Tax Analysts, bajo el título “Elementos necesarios para conservar la oferta mexicana”, una nota menciona que, aunque los funcionarios mexicanos querían ver a sus ciudadanos en la película, estaban susceptibles acerca de cómo serían retratados.

Para ocupar el papel de “Estrella”, una mujer cuya habitación de hotel utiliza Bond para comenzar su búsqueda de una asesina llamada Sciarra, los productores necesitaban utilizar a una “actriz mexicana conocida”, por ejemplo, aunque Sciarra “no podía ser mexicana”, se enfatizaba.

Del mismo modo, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, quien es objetivo del asesino, debía ser reemplazado con un líder internacional, al igual que usar algún tipo de “fuerza especial de la policía”, en lugar de la policía mexicana, que se muestra sólo al inicio de la película.

El memorando también pidió tomas aéreas de “edificios modernos de la Ciudad de México”.

Otros correos electrónicos sugieren que todos esos requisitos se cumplieron a través de cambios en el guion: la búsqueda de Sciarra por Bond durante la celebración mexicana de “Día de Muertos” sustituyó una sin marco geográfico aparente, y permitió la incorporación de un papel para una actriz mexicana. Un embajador reemplazó al jefe de Gobierno como objetivo de Sciarra, y el guion más reciente exige terminar una escena con el robo del helicóptero de Sciarra y “despegar hacia el horizonte mexicano”.

Aunque se esperaba que esos cambios retribuirían 14 millones de dólares por una secuencia tan solo de cuatro minutos de duración, los ejecutivos pensaron que ofrecer un horizonte más prominente podría generar más incentivos.

“Has hecho un gran trabajo al conseguir el incentivo mexicano”, escribió Glickman. “Por todas las cuentas, todavía podemos obtener los 6 millones de dólares adicionales al mostrar los aspectos modernos de la ciudad. Continuemos buscando cualquier avenida que tengamos disponible para maximizar este incentivo”.

Y en una discusión por separado, acerca de la solicitud de esos cambios, Amy Pascal, entonces presidente de Sony, instó a Glickman para conseguir más dinero.

“Debemos insistir en que agreguen cualquier filmación de la ciudad, necesitamos de México para obtener el dinero extra”, escribió.

No es inusual que los incentivos incluyan condiciones. Algunas jurisdicciones requieren que los proyectos califiquen y pasen una “prueba cultural”, mientras que otros simplemente exigen que las películas las retratan positivamente, o al menos no de forma negativa.

Pero los cambios en Spectre parecen ir mucho más allá de eso, al permitir el estudio que las autoridades mexicanas tomen decisiones de casting, dictar las etnias de los personajes, e incluso cambiar la ocupación de un personaje sin nombre que nunca aparece en pantalla.

Tales cambios pueden haber sido un pequeño precio a pagar por un vale de descuento de hasta 20 millones de dólares en su costo. Una revisión del guion indica que los cambios fueron limitados a la escena inicial de la película y no tienen ningún impacto en el resto del film.

Pero plantean preguntas espinosas sobre el alcance de las autoridades del gobierno para interferir con actividades artísticas. Si 14 millones de dólares pudieron comprar un nuevo inicio, ¿cuánto costaría cambiar el final?

Según Cristina Velasco, jefe de producción de la Comisión de Cine Mexicana, el Gobierno Federal ofrece cuatro programas principales de incentivos para la producción de películas.

Velasco, quien se unió a la comisión de cine en febrero, dijo que no está familiarizada con los incentivos ofrecidos para Spectre, pero John Hadity de EP Financial Solutions, que ayuda a los productores a encontrar y monetizar los incentivos para el cine, afirmó que estos programas no vienen con restricciones de contenido graves y sugirió que la película debió recurrir a otra fuente de financiamiento.

“Dicho esto, el dinero viene de alguna parte”, dijo Hadity. “Si usted está viendo una nota que dice: ‘Bueno, podemos conseguir otros 6 o 8 millones de dólares o 2 millones o lo que sea’, no va a venir a través de estos programas”.

Hadity comentó que los requerimientos publicados sobre los incentivos, han planteado preguntas para él porque ve grandes proyectos de localizados en México sin ningún beneficio económico evidente (para las películas).

Hadity sugirió que los productores pueden estar trabajando con funcionarios locales para “improvisar” fondos discrecionales sobrantes en un paquete de incentivos, una práctica que asegura, es común en los Estados Unidos.

Por su parte, David Robinson, presidente de Morgan Creek Productions comento: “Porque el dinero es escaso, se espera que los productores ahorren cada dólar que sea posible”.

“Algunas películas no se harían si no fuera por los créditos fiscales. Eso es brutalmente honesto. Si usted no consigue que le devuelvan el 20 o 30 por ciento, usted tendría que para la producción o se tendría que cambiar de lugar”, sentenció Robinson.

“Hemos perseguimos créditos fiscales en todo el mundo”, concluyó.

El mayor enemigo de James Bond: los impuestos - 84_159198_SPL904731-mp4