Anoche, la policía de Ferguson, Missouri, arrestó a dos reporteros cuando cubrían la cuarta jornada de violencia originada por la muerte de un adolescente afroamericano el pasado fin de semana por un oficial policial. Wesley Lowery, de The Washington Post, y Ryan Reilly, del Huffington Post, fueron detenidos cuando se encontraban en un restaurante de … Continued
Anoche, la policía de Ferguson, Missouri, arrestó a dos reporteros cuando cubrían la cuarta jornada de violencia originada por la muerte de un adolescente afroamericano el pasado fin de semana por un oficial policial.
Wesley Lowery, de The Washington Post, y Ryan Reilly, del Huffington Post, fueron detenidos cuando se encontraban en un restaurante de comida rápida al cual habían acudido para escribir sus notas, transmitirlas y recargar sus equipos de comunicación.
En su relato, Lowery señaló que recargaba la batería de su celular cuando un grupo de policías ingresó al restaurante y les pidió sus identificaciones, tras lo cual se retiraron pero minutos después regresaron y les pidieron retirarse.
Agregó que comenzó a grabar en video la situación con su teléfono y un policía le ordenó detenerse a lo cual le pregunto: “Oficial ¿no tengo el derecho a grabarlo?”, y obtuvo la respuesta de que se fuera.
Recogió sus cosas con una mano mientras grababa con la otra y al salir, se dio cuenta que Reilly vivía la misma situación, la cual grabó. Entonces, recibió la orden de salir por la izquierda, mientras otro policía le ordenó que se fuera pero por un camino diferente.
Mientras buscaba la salida, su mochila resbalaba de su hombro y al pedir que le dejaran acomodarla, ocurrió su arresto, al cual no se resistió pues había puesto sus manos atrás de su espalda pero los oficiales decían que se estaba resistiendo.
Saliendo del restaurante fue arrojado contra una máquina expendedora de refresco y le pidió a Reilly que tuiteara su arresto, lo que no ocurrió pues también estaba siendo detenido.
Los reporteros pasaron unos minutos en una celda, se les fue permitido hacer una llamada telefónica y luego fueron dejados en libertad sin mayores explicaciones.
El editor ejecutivo del Washington Post, Martin D. Baron, dijo que se trató de un arresto injustificado pues la orden de no grabar en video fue ilegal.
Huffington Post coincidió en la versión anterior y citó a Reilly, quien ha estado en la prisión de Guantánamo en múltiples oportunidades en misiones informativas, y dijo que fue tratado con conducta militar más que policial, como si fuera un enemigo combatiente.
La militarización de la policía ha estado entre las mayores e ignoradas consecuencias de nuestro tiempo, y ahora está comenzando a afectar la libertad de prensa, anotó Ryan Grim, el jefe de la oficina de The Washington Post.
Con información de Notimex