Minuto a Minuto

Nacional Vinculan a proceso a suegro y cuñado de Iván Archivaldo Guzmán
Ambos son señalados por su presunta responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada, posesión de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas y contra la salud
Internacional Un muerto y al menos 30 heridos deja el choque frontal de trenes en vía a Machu Picchu
El choque de dos trenes en Machu Picchu dejó una persona muerta y al menos treinta heridos, en la región andina de Cusco
Internacional Maduro dice que en Estados Unidos se transmiten “noticias falsas” sobre Venezuela
Nicolás Maduro acusó a Estados Unidos de difundir “noticias falsas” sobre Venezuela, en medio del despliegue militar estadounidense en el Caribe
Economía y Finanzas La Bolsa mexicana pierde un 1.5 % e hila su segundo retroceso consecutivo
La Bolsa mexicna bajó hasta las 64 mil 366.7 unidades, tras anotar un nuevo máximo histórico de 65 mil 636.36 unidades el viernes pasado
Internacional La expresidenta Boluarte y la tiktoker Moca, los muñecos más buscados para quemar en Perú
Los tradicionales muñecos de fin de año ya se venden en mercados de Perú para ser quemados la última noche de 2025, entre ellos figuras de Dina Boluarte

El desencuentro en el Senado entre su presidente, Gerardo Fernández Noroña y el senador, Alejandro Moreno, es un episodio bochornoso que debe entenderse en un contexto más amplio. El régimen se encierra a sí mismo y cancela las posibilidades naturales para que sus opositores o quienes piensen diferente se expresen. La conducta del presidente del Senado a lo largo de su gestión ofreció claridad sobre el problema: la pérdida de mesura en la conducción de los trabajos legislativos.

Recientemente Fernández Noroña ha estado expuesto a cuestionamiento por la compra de una propiedad difícil de justificar con sus ingresos. Su respuesta airada a los medios ha sido insolente. El problema no solo es el dispendio, el exceso o la incongruencia, en la que también incurren muchos otros factores, como el origen de su patrimonio y sus gastos, asuntos de ética pública y de estética. Lo que trasciende es que, al momento de conducir la clausura de los trabajos de la Comisión Permanente, mantuvo su habitual desempeño, muy ajeno a la seriedad y dignidad que demanda la investidura.

Lo acontecido da oportunidad a revisar la necesidad de una mayor cordura en todos los niveles superiores de autoridad. Se ha vuelto costumbre calumniar, injuriar y mentir. De pronto y sin darnos cuenta, la violencia verbal ya forma parte de la cotidianeidad. A quienes hacen propia la prudencia y mesura se les castiga injustamente. En bien del país debe haber una pausa, un sentido de los límites y que la violencia no sea lo que dé conducción al país y a la política.

La cordura no está reñida con la pasión propia de la lucha política, simplemente, ofrece un mayor cuidado en las formas y un sentido de los límites, justo lo que se ha perdido. En el Senado, la renovación en el liderazgo es una buena oportunidad para recuperar la civilidad propia de la política. Algo semejante deberá de ocurrir en la Cámara de Diputados y, por supuesto y sobre todo, también en todos los espacios de la vida nacional. Lo que se requiere es dejar de lado la rijosidad y que el debate transcurra sin agresiones innobles.

Sería un error reducir el problema a una persona o a un evento. Lo acontecido obliga a reconsiderar el valor de la política como base superior de un razonado entendimiento.