Elecciones 2024
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Hay fotógrafos que siempre buscan el retrato directo del rostro, del buen vestir, de la mejor pose, de la mirada penetrante, de la luz natural entrando por una ventana a un costado, un encuadre atinado al medio a publicar y listo.

Quienes hemos fotografiado a personajes destacados en sus campos, sabemos que más allá de llegar a cumplir una orden y llevar la fotografía como un “debe”, es mostrar lo que “debería” de ser, con una propuesta creativa, con más fotos de las esperadas, con las que uno sabe que quizá no se publicarán pero que quedarán en el archivo personal y eventualmente se convertirán en joyas.

Siempre lo he dicho en mis charlas con jóvenes, y es que el fotógrafo  es el principal director visual a la hora de ir a hacer su trabajo, y quien le hizo esta imagen lo sabía.

Así es como pienso en la fotografía que se publicó el 13 de octubre en la cuenta de Instagram de Armando Manzanero.

Un close up a sus manos, una luz mayormente natural, un traje perfectamente alisado, una camisa blanca con las mangas bordadas con sus iniciales, elegancia y pulcritud.

Una imagen que lo deja vivo - armando-manzanero
En la foto, el cantautor Armando Manzanero. Foto de Instagram @armandomanzaoficial

Una mano enfocada, la otra no. La mano izquierda respetuosamente portando su anillo de casado como una reliquia al amor hacia su mujer, como quien es congruente con lo que compone, inspira, canta y vive.

Desconozco el autor de ella, pero podría atreverme a decir que ese momento capturado cobra vida con tan solo observarla a detalle y pensar en que esas manos compusieron nuestras propias historias de amor, de desamor y de las ilusiones más prohibidas.

Cada uno de los deseos que nos surgieron con todas las relaciones de la vida, estuvo la inspiración de este hombre de fondo. Como si tuviéramos la fortuna de aparecer a cuadro de algún video o una telenovela, mientras que la canción principal que marcaba el inicio, la trama o el desenlace de aquella historia que creíamos que iba a ser para siempre.

Vuelvo a observar la imagen y hoy, sabiendo que se ha ido, reside en cada suspiro que desde que tengo uso de razón y conversación directa con el amor.

Las manos se mueven hacia los lados y sus dedos colocan las notas indispensables para que el corazón rompa cualquier rastro de dolor por su pérdida.

Siempre he sido amante de la música, podría decir que mi vida entera tiene varias canciones que al sonarlas de nuevo, me reviven olores, sentires y miradas.

A don Armando Manzanero, lamentablemente no tuve la oportunidad de fotografiarlo, pero sí de conocerlo y de tener un par de fotografías con él.

Es que hoy pensé en su canción Nada Personal y me fui a buscar la fecha y descubrí que tan solo a mis 14 años ya le cantaba, le conocía y me despertaba el sentimiento. Mi primer novela completa y que hasta la fecha con solo escuchar la canción, se me vuelve a poner la piel chinita.

Pero si era una niña, porque yo vivía en Guadalajara y por ahí de 1991 también los boleros para Romance de Luis Miguel, estaban ya en mi memoria. Bueno, pero si hasta en mi última ruptura de corazón, una canción de él sirvió para esclarecer lo que fue y dejó de ser.

Es así que elegí esta imagen para que tanto usted como yo, con el solo hecho de verla le diéramos el ritmo que más le alebreste el alma. Porque le puedo asegurar que si usted la ve sin moverse un solo segundo, entenderá que Armando Manzanero no se ha ido a ninguna parte, está y estará presente.

Aunque hoy me suene en la cabeza:

“Nos hizo falta tiempo para andar en una playa, inventar una aventura,

dedicarse a la locura,

dibujarte los antojos,

descifrar que hay en tus ojos.

Mira que hizo falta tiempo….”

El tiempo no se detendrá por el solo hecho de que en nuestra vida entera aún nos faltan agregar más canciones a nuestras historias, mire que con 400 canciones de su autoría, aún lo tendremos para mucho rato.

QEPD

Gracias por las historias y por esta imagen que lo deja vivo.