Elecciones 2024
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Del diferendo entre Alito Moreno y Miguel Ángel Osorio Chong han pasado dos semanas. Sin margen de maniobra, la cúpula priista exorcizó al fantasma de la ruptura; en parte, por las amenazas externas, pero sobre todo por la necesidad de hacer un frente común, rumbo a los comicios del Estado de México y Coahuila.

¿Cese al fuego amigo o instinto de sobrevivencia? El líder de la bancada tricolor en la Cámara recibió un voto de confianza del CEN. Un voto, condicionado a que el consenso se materialice en el reforzamiento del llamado Bloque de Contención y el rechazo unánime al “plan B” de la reforma electoral.

Forzada o no, la unidad entre los priistas deberá favorecer a los candidatos a las gubernaturas que se disputarán en junio próximo. Ale del Moral, en el Estado de México, y Manolo Jiménez, en Coahuila, fueron ungidos como precandidatos únicos, el pasado domingo 12.

En la entidad fronteriza, las bases priistas fueron convocadas a una consulta interna, con Jiménez como única figura en la boleta. Más de medio millón de afiliados respondieron a la convocatoria, que sirvió para demostrar las capacidades de las estructuras locales.

En territorio mexiquense, los priistas tomaron Texcoco. La nomenklatura partidista, a la precandidata única. ¿Y el gobernador, Alfredo del Mazo? El Grupo Atlacomulco ha decidido pelear por la plaza.

Unidad, ¿a cualquier precio? Si prevalece la división —definió Alito— tenemos el futuro cancelado. Por lo mismo, el presidente del CEN tricolor citó a los exdirigentes partidistas y los exgobernadores para consultas, después del escarceo con Osorio Chong.

De 18 exlíderes partidistas en activo, solo faltaron cuatro (Claudia Ruiz Massieu, Dulce María Sauri, Pedro Joaquín Coldwell y Humberto Moreira). Entre los exmandatarios hubo más ausencias… Pero una cosa es el respaldo a los candidatos y otra, al presidente del CEN.

Por convencimiento o disciplinados a regañadientes, Osorio Chong y Ruiz Massieu acudieron el pasado domingo, a la toma de Texcoco. Ale del Moral —es la convicción de la cúpula tricolor— puede retener al Estado y si lo hace, se convertirá en el principal activo del partido para un futuro improbable.

Pragmático, Alito se autoimpuso la tarea de evitar que el PRI se desintegrara… y para eso, tomó el control del Consejo Político Nacional y renovó las dirigencias estatales. ¿Una estructura ad hoc para construir su candidatura presidencial? El Martes del Jaguar tal vez dio al traste con esos planes, pero la tarea de reconstruir al partido sigue inconclusa.

Y en el terreno electoral, el otrora partidazo depende del resultado de su alianza con el PAN y el PRD. En Coahuila han apostado —además— por un modelo de “ciudadano”, aunque Manolo Jiménez ha forjado, al igual que Ale del Moral, una sólida carrera como operador político de tierra.

Efectos secundarios
RECLAMOS. En Veracruz, los diputados del PAN, PRI y PRD en el Congreso local exigieron al gobernador Cuitláhuac García aclarar los contratos millonarios presuntamente otorgados por el gobierno a una empleada de la Secretaría de Educación del estado, identificada como Araly González, el titular del Ejecutivo respondió que la intención es golpear a su administración y se hizo de manera errónea. Sin embargo, la plataforma nacional de transparencia dice otra cosa donde sí se pueden comprobar públicamente que la presunta culpable recibió más de 100 millones de pesos en lo que va de la gestión morenista. Por ejemplo en la Adquisición de “Insumos para la Acreditación de los Programas Salud Bucal, VIH SIDA E ITS y Cardiometabólicas para la Dirección de Salud Pública” con fundamento jurídico por el cual se llevó a cabo el acto LS-103T00000-054-2021 por un superior a los 31 millones de pesos.