Elecciones 2024
Elecciones 2024
La fast food (comida rápida), como todos los sabemos, tiene sus ventajas y sus desventajas. Sin embargo, en “Los Caprichos de San Lázaro”, afamado comedero localizado allá por los rumbos de Avenida Congreso de la Unión, en la capital mexicana, se ha caracterizado porque cada tres años nos ofrece una muy poca variada y desagradable carta de platillos que sólo a sus 500 cocineros les resulta atractiva, porque lo que es a sus comensales… ¡nada que ver!
Especialistas en el finísimo arte del chaqueterismo chapulineril, varios de estos 500 cocineros que a partir de septiembre próximo se integrarán a la fonda (ellos le dicen legislatura) más cara de México, en esta ocasión nos prepararán una variada e indigesta selección de tamales a la ahí se va.
 
INGREDIENTES:
–       3 kilos de masa blanca de Iztapalapa para tortillas marca Valencia… de la que echa mentiras
–       ½ litro de caldo de gentlemen blanquiazul
–       500 gramos de manteca perredista
–       1½ cucharada de polvo para hornear… o para esponjar ambiciones políticas
–       1 cucharada de sal plurinominal
–       500 hojas de maíz transgénico
–       3 dientes de ajo indecisos (primero panistas, luego priistas y ahora verdes)
–       200 gramos de chiles anchos chaqueteros, desvenados y despepitados
–       1 cucharada de manteca de cerdo arrogante
–       500 gramos de carne maciza de diputado traicionero cocida con engaños y muy poca convicción partidista
–       750 gramos de tomates
–       Cebollas, muchas cebollas… para que nos hagan llorar
 
PREPARACIÓN:
La masa y el caldo se baten muy bien y se balconean adecuadamente en los medios de comunicación y las redes sociales, sobre todo cuando haya que dar a conocer casos de prepotencia y despilfarro. Aparte, la manteca se bate hasta que se ponga esponjosa cuando a uno de los cocineros se le balconeé haciendo tratos con otros cocineros no autorizados y comprando sus ingredientes en una delegación donde no le corresponde. Hay que agregar una taza de agua (pero no de Limón, porque esa no tiene personalidad política) para que se combine con el polvo de hornear cuando a alguno de los cocineros les “destapen” casos de agresiones y amenazas a ciudadanos. Esta masa nauseabunda se coloca con una cuchara en cada una de las hojas de maíz transgénico (previamente lavadas y empacadas por menores de edad de Sonora contratados por el cocinero César Flores) y se doblan cuidadosamente para que no se escurran y se meten en una tamalera. Los chiles, los ajos y las cebollas servirán para preparar salsas tricolores, albiazules, amarillas, verdes, morenas y naranjas, y para que sazonen bien se tienen que calentar a fuego lento con mentiras, engaños, abuso de autoridad y cambios de ideología.
 
            ¡Mal provecho!
 
Contacto.