A cinco días de que se celebren las elecciones para gobernador en el Estado de México y Coahuila, Morena y el PRI viven contextos sumamente contrastantes
* En el Edomex jamás se presentaron encuestas con sustento metodológico y científico
* Preparan ‘chanchuyo’ en Coahuila para dejar fuera a Manolo Jiménez
* Patético ridículo de Ricardo García Berdeja declinando a favor de Guadiana
EL ÚLTIMO SPRINT .- A cinco días de que se celebren las elecciones para gobernador en el Estado de México y Coahuila, los dos últimos reductos del otrora invencible priismo, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) viven contextos sumamente contrastantes: Mientras en territorio mexiquense la huestes guindas prácticamente ya están celebrando su victoria en lo que es considerado el segundo mercado electoral más importante del país (12 millones de electores); en territorio coahuilense los tricolores se preparan para defender con uñas y dientes lo que al parecer será su última fortaleza de cara a la elección federal del 2024. Distintos momentos y diferentes realidades para el ahora partido hegemónico y para el casi extinto dinosaurio que durante casi un siglo dominó y controló la política mexicana. Las encuestas, como ya lo he dicho hasta el cansancio en este espacio, no votan, pero sí nos permiten visualizar una orientación más o menos certera de lo que sucederá en las urnas, por lo que será muy interesante intentar desmenuzar a botepronto los escenarios hipotéticos que podrían presentarse a partir de los primeros minutos del próximo lunes.
CONTIENDA CERRADA.- Sin importar qué ocurra en las casillas el próximo domingo, en el Edomex se estará escribiendo historia porque por primera vez desde su fundación, en 1824, esa entidad tendrá a una mujer gobernadora. Las distintas encuestas aseguran que quien sucederá en Lerdo 300 a Alfredo del Mazo Maza será la ex titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y ex presidenta municipal de Texcoco, Delfina Gómez Álvarez, a quien señalan como segura ganadora por un amplio margen. Sin embargo, al no presentar metodologías claras y sustento científico en sus distintos ejercicios estas mismas casas encuestadoras, sinceramente dudo mucho que la priista Alejandra del Moral Vela vaya a ser arrasada en la urnas por su adversaria. La larga cola que tiene para que le pisen a la morenista es un verdadero handicap en su contra y eso lo tiene muy presente en su memoria el electorado mexiquense. Además, Alejandra hizo una campaña muy sobria y enfocada que le permitió mantenerse muy de cerca a Delfina, por lo que no me sorprendería que en el Estado de México se llegase a presentar un photo finish (como en las carreras de caballos). Lo verdaderamente llamativo en este choque entre mujeres fue que mientras una gozó todo el tiempo del apoyo del aparato gubernamental, siempre teledirigido desde Palacio Nacional; la otra luchó a brazo partido prácticamente sola, porque muchos panistas y perredistas e incluso algunos priistas sólo la respaldaron de dientes para afuera y en ningún momento desentonó.
PAPELÓN COAHUILENSE.- En Coahuila el panorama hasta hace unos días estaba más que claro, con el aliancista Manolo Jiménez Salinas encabezando las preferencias electorales con un muy convincente 51%, muy por encima del morenista Armando Guadiana Tijerina, quien ostenta un 28% de la intención del voto. Sin embargo, con las declinaciones del verde Lenin Pérez (6%), ayer lunes y del petista Ricardo Mejía (15%) hace unos momentos, a favor del muy impopular e improvisado Guadiana, todo se podría reconfigurar de cara al próximo domingo, dejando todo en manos de los indecisos. Y aquí sí vale mucho la pena hacer hincapié en el tremendo papelón que están jugando las cabezas de la dirigencia nacional morenista, Mario Delgado y Citlalli Hernández, pues han hecho hasta lo imposible por rescatar un barco coahuilense que ellos mismos hundieron al imponer como candidato a un personaje que no tenía la más posibilidad de ganar la gubernatura. Y a Mejía Berdeja ni cómo defenderlo, pues pasó de ser un (dizque) tigre a un dócil gatito agachón. Y lo mismo aplica para la dirigente nacional del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Karen Castrejón, una ilustre desconocida que se puso bajo el reflector sólo para evidenciarse como una mujer sin convicciones, pues hizo patente su respaldo a un individuo que es empresario carbonífero y además es amante de las corridas de toro. ¡Vaya ideales ecologistas!, ¿verdad, Karen?
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