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Están plantados en la cancha monetaria a la defensiva. Después de varios años de un juego de media cancha con tasas de interés más neutrales, llegó el momento de que la Junta de Gobierno del Banco de México muestre sus habilidades para defender el área chica.

Este jueves, el banco central mexicano habrá de anunciar su decisión de política monetaria y como se ve el marcador, es muy probable que refuerce la defensa con un incremento de la tasa de interés interbancaria con un cuarto de punto.

La formación que seguro propondrán para esta parte del juego será una defensa con una tasa de 7.75 por ciento, con una media cancha inflacionaria con un nivel en torno a 4.5 por ciento del Índice Nacional de Precios al Consumidor y un planteamiento ofensivo donde los banqueros centrales deberán expresar en su comunicado que no se tocarán el corazón para restringir más el costo del dinero si alguien quiere cometer una falta.

Y es que en la cancha comercial ahí está ese jugador que, cuando lanza la pierna, no va al balón sino a la pierna de sus socios comerciales. Juega con el número 20 en la camiseta, porque es el año en el que quiere reelegirse, y se llama Donald Trump.

Ya ha metido unas muy buenas planchas a sus compañeros comerciales del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Tanto, que al centro delantero Justin Trudeau le tuvieron que aplicar un poco de anestésico en el tobillo después de la última barrida.

Al socio mexicano lo ve menudito y frágil, pero Ildefonso Guajardo resultó canchero y conduce el balón con maestría brincando las barridas. Me recordó mucho al Burrito Ortega de aquella mítica Selección Argentina. Trump no se esperaba esa gambeta con los aranceles al bourbon y a las chuletas.

Al mismo tiempo, desde la banca… central tienen que estar prevenidos ante los desequilibrios que se puedan generar en la cancha desde el interior del propio equipo mexicano. Sobre todo, con aquel que juega como extremo izquierdo, aunque tiene socios en la extrema derecha, que le ha metido muchas zancadillas a sus propios compatriotas.

En las reuniones de vestidor, todos los del equipo mexicano han puesto reformas estructurales, estabilidad financiera, mejoras educativas y hasta una cancha aeroportuaria nueva. Pero este jugador insiste en no soltar el balón, en boicotearlo todo y en decir que el juego se gana combatiendo la corrupción, a pesar de que ya lo cacharon metiendo la mano en esa área de las corruptelas.

Las casas de apuesta poco ayudan, porque a pesar de que echan porras a México, le ponen recursos para especular en contra del marcador del peso frente al dólar y eso altera a los tomadores de decisiones monetarias.

Por lo pronto, el poderoso equipo de la Reserva Federal de Estados Unidos ya decidió elevar su propia tasa de interés y anunció que reforzará más su línea defensiva monetaria en lo que resta del año.

Esto parece indicar que este jueves sí habrá cambios y entrará a la cancha un cuarto de punto más para la tasa de interés de referencia.

Parece un cambio anunciado, pero aquí ocurre lo mismo que con los relevos de Juan Carlos Osorio: sólo desde la banca se pueden hacer estas modificaciones, los demás somos meros espectadores.