Elecciones 2024
Elecciones 2024

El presidente defendió al cártel de Sinaloa, cuando éste fue acusado de asesinar al candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio. “No hay elementos que sostengan es”, dijo. Perdió la oportunidad de quedarse callado.

Porque hoy, el cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación tienen en jaque el Estado en Ecuador, en su pelea por controlar el puerto de Guayaquil, de donde sale la mayor parte de las 7.2 millones de toneladas de cocaína que van al mundo.

Y los dos principales cárteles mexicanos tienen a Ecuador en estado de sitio. Pero, no perdamos de vista que la de Ecuador es una crisis con rótulo “Hecho en México”. Es una crisis con origen en la política de Abrazos no Balazos.

Tampoco olvidemos que es una crisis que nació durante el gobierno del castrochavista Rafael Correa (2007–2017), quien practicó ante los cárteles una política de tolerancia, similar a la que practica desde 2018 el actual mandatario mexicano.

Por lo tanto, cualquiera que sea el resultado de la crisis de seguridad de Ecuador tendrá repercusiones en México, como país exportador de la misma, a través de sus dos principales cárteles, fortalecidos aquí con la política de Abrazos y no Balazos.

El desenlace de lo que sucede actualmente en Ecuador podría registrarse después en México:

–Si el presidente Daniel Noboa resuelve la crisis con mano dura y tolerancia cero contra los cárteles, al estilo de Nayib Bukele en El Salvador, querrá decir que es esa y no otra la vía para resolver el problema en México. Tendría razón Nayib Bukele.

–Sí el crimen organizado se impone al presidente Daniel Noboa, querrá decir que tiene razón el presidente mexicano en su pasividad, y la solución ante el crimen es que el Estado ceda al chantaje mafioso, como hizo cuando liberó al hijo de El Chapo.

Como sea, la internacionalización de los carteles mexicanos es real, y en ello también perdió el presidente la oportunidad de quedarse callado, cuando la DEA dijo que éstos tienen 40 mil efectivos en 100 países, y él lo negó y hasta exigió pruebas.

Pero la DEA se quedó corta: 40 mil tienen únicamente en México, si se tiene en cuenta que operan en 102 de dos mil 471 municipios, con gatilleros, policías, goteras, abogados, taxistas, políticos, médicos, halcones, contadores, amas de casa.

Por ejemplo, ¿cuántas personas están involucradas en el lavado de que los cárteles meten al sistema financiero formal, a través de transferencias electrónicas, cuentas de negocio legítimas y depósitos con compañías de remesas?

Es un error pensar que el conflicto armado y la crisis de Estado de Ecuador, provocados esta semana por los cárteles es algo lejano. Mañana puede suceder en México.

Y con mayor fuerza.