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Hay que empezar el año a tono y qué mejor manera de hacerlo que preparando la tradicional Rosca de Reyes que cada 6 de enero se prepara y se sirve en todos los hogares mexicanos. Segura estoy que a los tres reyes magos de la polaca, Melchor (César Camacho, del PRI), Gaspar (Ricardo Anaya, del PAN) y Baltazar (Carlos Navarrete, del PRD -¿apoco no éste último no es el prietito en el arroz?-, les encantará que nos llenemos la panza con su receta favorita.

INGREDIENTES:

–       1 kilo harina institucional (ya ven que en cualquier lado les encanta hacerse roscas)

–       100 gramos de levadura social

–       150 gramos de azúcar mediática

–       10 gramos de sal izquierdista

–       150 mililitros de leche, mejor dicho… ¡de mala leche!

–       30 mililitros de vainilla, puede ser ecologista (del PVEM), con eso de que a todos les gustan pero no son los favoritos de nadie

–       1 naranja, pero que no sea de recaudería derechohumanista porque puede agriar la rosca

–       1 barra de mantequilla marca La Ruana

–       6 huevos (1 para barnizar), 2 tricolores, 2 blanquiazules y 2 amarillos

–       150 gramos de acitrón, se los pueden pedir a la Comisión Nacional de Seguridad, con eso de que se traen un fandango, sabaré…

–       50 gramos de azúcar para espolvorear, así tipo fortaleza del peso frente al dólar

–       3 muñecos para guardar adentro de la rosca… ¿qué tal Hipolito Mora, Luis Antonio Torres ‘El Americano’ y María de los Ángeles Pineda Villa?

PARA EL DETALLE (COSTRA DE DULCE)

–       200 gramos de manteca vegetal marca Ficrea

–       200 gramos de harina marca Michoacán

–       200 gramos de azúcar para glasear marca Guerrero

–       10 mililitros de vainilla (ésta la pueden aportar los partidos Encuentro Social y Humanista, porque ni fu-ni fa si endulzan o no)

–       2 huevos… ¿quién los tendrá?

PREPARACIÓN:

           Mezclar la harina, la levadura, el azúcar, la sal y la naranja rallada (pero ojo ¡no se la raye a nadie!… todavía) hasta formar una masa a la que hay que ponerle huevos (¡muchos blanquillos!), un poco de leche, vainilla y mantequilla. Una vez que se consiga uniformidad en la masa y que se pueda estirar, digamos como hasta los comicios del 7 de junio. 

Una vez concluido este paso, dále forma a tu rosca extendiéndola con las manos y aprovecha para introducirle los muñecos en la zona donde mejor elijas (se sugiere que sea en penales federales).

Para preparar las costras de dulce que decoran la superficie de la rosca, haz una mezcla de manteca, azúcar y harina y algunas yemas de huevo. Después, bate hasta lograr una especie de pasta espesa y dejala reposar unos instantes hasta que llegue la hora de decorar tu pieza final, pero ten cuidado de que no te observe el INE. 
Finalmente, barniza un poco la rosca con el último huevo y decora ésta con incertidumbre, volatilidad e inseguridad para que la costra se vea sólida. Obviamente, hay que meterla en el horno electoral por aproximadamente cinco meses a una temperatura promedio entre 180º y 190°.

        Y para darle un toque de distinción, en lugar de servirla con chocolate caliente o champurrado, esta vez que sea tepache, ya ven que nos hemos hecho especialistas en regarla.

        ¡Buen provecho!