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El próximo 18 de septiembre terminará el periodo gubernamental de Roberto Sandoval Castañeda como Gobernador del Estado de Nayarit, razón por la cual la Procuraduría General de la República (PGR), institución que, se supone, representa a los ciudadanos ante el Estado y es el máximo organismo del Ministerio Público, deberá ponerle, desde ahora, marcaje personal con el fin de que no se le vaya viva la paloma o, mejor dicho, el buitre o el gavilán, como anteriormente se le pelaron -¿tendrá funcionarios tan ineficientes?- los Duarte: César y Javier, el gordito poeta, así como Roberto Borge -la tripleta de representantes del nuevo PRI de la que tan orgullosamente se expresó, en memorable ocasión, el presidente Peña Nieto-.

Por medio de la prensa me entero (El Universal 3 y 4 de julio del 2017) de que Sandoval Castañeda ya tiene varias demandas ante la PGR, es decir, ya está en la mira de la dependencia encargada de impartir justicia. Pero entre estar en la mira y decir: “mira ya lo atrapamos” hay una distancia de 17 hectáreas que es lo que mide el rancho que el gobernador nayarita posee en San Blas, donde tiene criaderos de caballos y ganado porcino y bovino, una casa y un lago artificial. Cuando llegó al cargo que hoy ostenta aseguraba no tener más propiedades que una casa en Guadalajara comprada con un crédito de 2 millones de pesos.

El diputado federal Guadalupe Acosta Naranjo y el presidente municipal con licencia de Tepic, Leopoldo Domínguez, hicieron la denuncia, a la que se unieron legisladores y dirigentes partidistas del PAN, PRD, PT y Morena, ante la Subprocuraduría Especializada en la Investigación de Delitos Federales (SEIDF) de la Procuraduría General de la República, en contra de Roberto Sandoval Castañeda, por la probable comisión del delito de enriquecimiento ilícito. (Lo malo de estas acusaciones como pasó con los goberladrones arriba mencionados es que no prosperan -las acusaciones, los goberladrones claro que sí-. Al parecer, desde que un político fue jefe de la PGR y pretendió hacer creer que una mentira era “la verdad histórica”, existe, entre los funcionarios de esa corporación, recelo e incredulidad ante las aseveraciones de cualquier político y, es indiscutible, que los que denunciaron a Sandoval son políticos).

Aprovecho para insistir en lo que ya en una ocasión propuse, que el actual secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, sea removido de su cargo para convertirse en jefe de todas las policías, agentes judiciales y ministerios públicos para que aprendan a aprehender.

Si bien los atracos perpetrados por los políticos atribulan menos cuando se toman con humor, de vez en cuando hay que ponerse serios. Con el mandatario nayarita está ocurriendo exactamente lo mismo que sucedió, lo reitero, con César Duarte, Javier Duarte y Roberto Borge, que desde muchos meses antes de que sus gobiernos terminaran, en la PGR había acusaciones de enriquecimiento ilícito, entre otros delitos en su contra, sin que el organismo moviera un hombre, un vehículo o un expediente para apresarlos. Se les permitió terminar sus gestiones y que huyeran del país para comenzar a hacer como que los perseguían. Ninguno de los dos que ya están detenidos lo fueron por policías mexicanas, tuvieron que intervenir fuerzas del orden extranjeras (guatemaltecas y panameñas) para que cayeran ambos pájaros de cuenta. (Uno de ellos más nalgón que el otro). Eso sí, los tres fueron expulsados del PRI. (¡Dios mío, qué vergüenza!).

En opinión del diputado federal panista Jorge López: “Este modelo criminal se replica una y otra vez a lo largo y ancho del país. Tal parece que el PRI-gobierno (lo) promueve y solapa por tratarse de gobernadores emanados del tricolor, por lo que es el momento de pasar de las averiguaciones eternas a las consignaciones prontas y expeditas. La PGR es el ejemplo fiel de que tal como los perros, ladra mucho pero no muerde a los miembros emanados del PRI”.

Posiblemente Sandoval Castañeda no sea ajeno a las fechorías realizadas por quien fuera su fiscal, Edgar Veytia, detenido en marzo de este año en San Diego, California, Estados Unidos (otra vez autoridades no mexicanas en acción), acusado de conspiración para importar y distribuir heroína, cocaína, metanfetaminas y mariguana al país vecino.

La relación entre Veytia y Sandoval debe ser investigada a fondo, la connivencia entre ambos puede marcar la diferencia entre él y los otros tres delincuentes aquí citados. La complicidad con un narcotraficante detenido en Estados Unidos puede ser motivo para que el nayarita, a diferencia del chihuahuense, el veracruzano y el quintanarroense, sea detenido en nuestro país.

Si así fuera, el redactor de esta columna que no conoce al señor Sandoval pero que sabe de su afición por la crianza de caballos le brinda unas modestas letras para que a la manera de Javier Duarte de Ochoa las pronuncie como mantra cuando ya la justicia lo tenga en sus manos: Vasallo y lacayo. Relincho o me callo. Batallo a caballo. Me busco y no me hallo.

Predicción

Lo vaticinó una gitana: Osorio está fuera para el 2018. Lo que no precisó fue el nombre, si Juan Carlos o Miguel Ángel.

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