Elecciones 2024
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Quisiera conocer a una persona que haya cumplido con todos sus propósitos de año nuevo. Por lo general aquellos que se proponen cambiar de costumbres o iniciar nuevas actividades al empezar el año son de corto impulso y no termina enero cuando ellos ya abandonaron la dieta, volvieron a tomar una copa, a fumar un cigarro; dejaron de levantarse temprano para correr, nadar o hacer ejercicio.

La persona que quiere modificar un hábito o iniciar una nueva actividad no necesita esperar un cambio de ciclo para hacerlo; basta con proponérselo y llevarlo a cabo en cualquier época del año, cualquier día de la semana. Por eso me gustó el WhatsApp que me envió una querida amiga: “A la fregada con cerrar ciclos, con que me cierre el pantalón me conformo”.

Con el advenimiento del WhatsApp y demás herramientas cibernéticas de comunicación, han proliferado las felicitaciones en la temporada decembrina. Los mensajes deseando que la felicidad, la prosperidad y la salud cundan en el año que comienza, enviados a través de las redes sociales, han superado en creatividad y economía a las famosas tarjetas de la compañía Hallmark.

A través del WhatsApp se impuso el acto de enviar mensajes relativos a las fiestas de diciembre, la mayoría de ellos con un buen contenido de humor y concernientes a la ingesta de alimentos y bebidas propios de las celebraciones y a sus resultados en el peso del cuerpo. He aquí una breve antología de ellos: No se les olvide este domingo retrasar la báscula 10 kg. para poder comer pavo, bacalao, romeritos, etcétera. Hoy en la mañana me subí a la báscula y pesé 6 kilos de más, estuve a punto de ponerme a llorar pero recordé que hoy es día de los inocentes. Pinche báscula mentirosa, por poco caigo. Si frotando alcohol en las manos quedas inmune a las bacterias; bebiendo te vuelves casi inmortal. Pensé que después de las fiestas de diciembre ya no me iba a quedar la ropa pero ya me probé la bufanda y todo está bien. Estoy a un bolillo de que Google Maps me etiquete como glorieta. ¿Alguien sabe de qué color es el calzón para no engordar el próximo año?.

En relación con el color de los calzones, me enviaron un mensaje recomendándome los de color verde para que no me falte la gasolina Magna el próximo año. También recibí la “Guía de Calzones para el 2019”. Amor: Calzón rojo. Paz: Calzón blanco. Cariño: Calzón rosa.  Dinero: Calzón amarillo. Mucho dinero: Calzón abajo.

Noticia mala: En 2019 nos irá peor que en el 2018. Noticia buena: En el 2019 nos irá mejor que en el 2020. El doctor al enfermo: Le tengo dos noticias una buena y una mala. ¿Cuál es la mala? Tuvimos que amputarle el pie izquierdo. ¿Y la buena? Va a empezar 2019 con el pie derecho.

También hubo quienes aprovecharon los WhatsApps de final y principio de año para dar consejos de cómo mejorar la vida espiritual, para mandar bendiciones del más alto nivel y exhortaciones a reenviar el mensaje recibido a 20 o 30 personas, incluyendo al emisor del mismo. No todos estos mensajes contienen palabras verdaderamente sabias ni están estructurados con apego a la sintaxis. Se agradece la intención de todos los recibidos. De algunos de ellos vale la pena reproducir algunos fragmentos como de este texto de la psicóloga argentina Mirta Medici: “No te deseo un año maravilloso donde todo sea bueno. Ése es un pensamiento mágico, infantil, utópico. Te deseo que te animes a mirarte y que te ames como eres. Te deseo que escuches tu verdad y que la digas, con plena conciencia de que es sólo tu verdad, no la del otro. Que aprendas a tolerar las ‘manchas negras’ del otro, porque también tienes las tuyas y eso anula la posibilidad de reclamo. No te deseo que el 2019 te traiga felicidad. Te deseo que logres ser feliz sea cual sea la realidad que te toque vivir”.

También me gustó el mensaje del Papa Francisco, pletórico de ideas como las siguientes: “Me gustaría que recordaras que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, camino sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones. Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros. Ser feliz no es sólo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza. Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse actor de su propia historia”.

El autor de esta columna anuncia que por vacaciones volverá a publicar el martes 23 de enero. Aprovecho para desear a lectoras y lectores lo mejor para el 2019. En especial quiero saludar al licenciado Guillermo Vigil, ex asesor jurídico de esta columna, renunció por desavenencias políticas, y a su familia, de manera especial a su nieta a quien deseo con el alma que recobre la salud.

Nuevo WhatsApp

Así que van a Belén.

Sí señor.

¿A adorar al niño Dios?

Sí señor.

¿En camello?

Sí señor.

¿Siguiendo una estrella?

Sí señor.

Soplen en el alcoholímetro, por favor.