Pude hacerle al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, las cinco preguntas que apunté ayer aquí sobre la crisis de Guerrero. Preguntas que, en realidad, giraban en torno de una: ¿Qué tan lejos está México del 23 de marzo de 1994, de una fuga masiva de capitales que estropee todo un proyecto? Videgaray afirmó que son … Continued
Pude hacerle al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, las cinco preguntas que apunté ayer aquí sobre la crisis de Guerrero. Preguntas que, en realidad, giraban en torno de una: ¿Qué tan lejos está México del 23 de marzo de 1994, de una fuga masiva de capitales que estropee todo un proyecto?
Videgaray afirmó que son hechos gravísimos, pero que, afortunadamente, no se pueden comparar con los de 1994, cuando el país estaba en una situación de desequilibrio económico y financiero. Hoy, subrayó, se reconoce la solidez de la economía mexicana, sus buenos fundamentos y la perspectiva de crecimiento derivada de las reformas que se aprobaron. Además, el dinero ya está llegando y es muy probable que 2015 sea uno de los mejores años, sino es que el mejor, en inversión extranjera.
“En marzo de 1994, se puso en riesgo la conducción política del país”, explicó. “Hoy, la conducción del país, la conducción política, no tiene ninguna duda. Hoy no hay esa duda sobre México”.
–¿Los hechos de Guerrero no tocan los fundamentos económicos, entonces?
–No, de ninguna manera. Son hechos que dañan la percepción, pero no tienen una afectación sobre los fundamentos de la economía mexicana.
–¿Qué se juega el gobierno del presidente Peña Nieto en la crisis de Guerrero?
–La percepción hacia adelante depende mucho de la respuesta que se dé a una situación tan compleja y difícil. La actuación del gobierno federal definirá las consecuencias sobre el país, incluyendo, entre otras, e insisto que no son las más importantes, las económicas.