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El viernes de la semana pasada se publicaron los datos de empleo correspondientes al mes de octubre en Estados Unidos.

El contenido de la publicación es importante porque confirma una aceleración en la creación de empleo y en los salarios, variables que la Fed tendrá muy en cuenta para sus próximas decisiones de política económica. En concreto, el reporte se destaca por tres aspectos cruciales para la Fed.

En primer lugar, la economía creó 250,000 empleos no-agrícolas, cifra considerablemente por arriba del consenso de expectativas de analistas de mercado —que se ubicaba en 200,000— a pesar del impacto negativo de los huracanes que afectaron parte de la costa este durante octubre.

Con este dato, el número de empleos creados durante los últimos 12 meses asciende a 2.5 millones y la creación promedio de empleo durante los últimos tres meses fue de 218,000.

Asimismo, el número de empleos creados en los primeros 10 meses del 2018 está a tan sólo 63,000 puestos de alcanzar la cifra total del 2017. Los sectores que impulsaron la mayor creación de empleo fueron el sector salud, el sector manufacturero, la industria de la construcción y la de hospitalidad.

En segundo lugar, la tasa de desempleo se mantuvo en 3.7% su nivel más bajo en los últimos 49 años. Para dar un poco más de contexto, la cifra actual de desempleo es casi tres cuartos de punto inferior al nivel mínimo alcanzado en el ciclo de expansión que precedió a la Gran Recesión; en diciembre del 2006 la tasa de desempleo se ubicó en 4.4 por ciento.

Otras medidas de desempleo, como la serie U6 que para muchos especialistas es una aproximación más certera de la situación real del mercado laboral, ya que incluye además de los desempleados, a aquellos que están marginalmente empleados —es decir, que tienen un trabajo de medio tiempo, pero que están buscando uno de tiempo completo— bajó de 7.5% en septiembre a 7.4% en octubre.

Aunque esta cifra se encuentra por arriba de su nivel mínimo de 6.8% observado en octubre del 2000, el nivel actual es casi medio punto inferior al mínimo observado en la fase de expansión anterior a la Gran Recesión.

En tercer lugar, los salarios promedio por hora acumulan un incremento de 3.1% en los últimos 12 meses, su ritmo más robusto desde abril del 2009. A diferencia de otros meses donde las cifras de empleo eran acompañadas de un incremento muy moderado en los salarios, permitido por el incremento en la tasa de participación, el repunte en el crecimiento salarial va en línea con lo anticipado por la Fed en las minutas de las últimas reuniones de política monetaria, donde se destacaban las crecientes dificultades de los empleadores para llenar vacantes.

En la opinión de este columnista, esta situación refuerza considerablemente la probabilidad de que la Fed incremente nuevamente la tasa de interés de referencia antes de que termine el año. Aunque lo más probable es que la Fed no realice ningún cambio en la reunión de política monetaria de esta semana, seguramente mandará una señal contundente de alza para la reunión de diciembre.

A pesar de que la Fed ha incrementado las tasas de un rango de 0.25-0.50% al cierre del 2016 a uno de 2.00-2.25% actualmente, hay algunos observadores —entre los que se encuentra el presidente de Estados Unidos— que piensan que el banco central está exagerando con el ritmo de normalización de su política monetaria.

No obstante, a pesar de dichos incrementos en la tasa de interés nominal, la tasa de interés en términos reales se encuentra prácticamente en cero.

Dado el balance de riesgos entre inflación y crecimiento y el creciente déficit fiscal de Estados Unidos, lo prudente es que la Fed favorezca su mandato de estabilidad de precios sobre el de pleno empleo y mantenga su trayectoria de alzas.