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La cotización del peso frente al dólar ha tenido una recuperación importante en las últimas dos semanas, llegando a su nivel mínimo en la era de la pandemia.

Vale la pena recordar que el peso registró una depreciación de 37% ante el dólar entre su nivel mínimo de este año de 18.55 pesos del 18 de febrero y su nivel máximo de 25.34 pesos registrado el 23 de marzo.

De entonces a la fecha, el peso se ha apreciado 11% frente al dólar, alcanzando una cotización de 22.53 pesos al momento de escribir estas líneas. Muchas personas se preguntan por qué el peso se ha apreciado cuando las malas noticias abundan.

A continuación algunas de las noticias que a todas luces son un factor negativo para la cotización de nuestra moneda: 1) el desplome en las exportaciones que en los datos de la balanza comercial de abril presentaron su caída más grande (-37.7%) desde que se tiene récord; 2) una caída de 26.2% en el monto de inversión extranjera directa durante el primer trimestre del año con respecto al mismo trimestre del año anterior; 3) la pésima noticia para la certidumbre jurídica de la inversión privada de los cambios a las reglas del mercado eléctrico; 4) la reducción en el diferencial de tasas entre México y EU como resultado de la decisión de Banxico de reducir la tasa de interés de referencia; 5) la cifras récord de pérdidas en los resultados de Pemex al primer trimestre del año; 6) la expectativa de una fuerte caída en las remesas como resultado de la recesión en EU, y 7) la larga y profunda recesión económica que ya enfrenta nuestro país (recordemos que las cifras del PIB del primer trimestre de este año revelaron una caída trimestral anualizada de 6.6% y que las cifras de este periodo no capturan aún el impacto completo de las medidas de distanciamiento social.

La realidad es que independientemente de estas noticias en el frente doméstico, existen factores exógenos de mayor peso que han contribuido a la apreciación del peso.

El principal es la debilidad del dólar en las últimas semanas que coincide con una disminución en la aversión al riesgo a nivel global. El índice que mide el desempeño del dólar frente a las principales monedas a nivel global refleja una depreciación de 3.5% del 23 de marzo a la fecha.

La depreciación del dólar es más evidente ante las monedas de los países emergentes que habían tenido el peor desempeño en la era de la pandemia como el peso mexicano, el peso colombiano, el peso chileno y el rublo ruso. Tanto el peso colombiano, como el rublo y el peso mexicano han recibido un impulso adicional de la recuperación del precio del petróleo.

El barril de petróleo Brent pasó de un mínimo de11.57 dólares el 21 de abril a 33.72 dólares al momento de escribir esta columna, mientras que la mezcla mexicana pasó de un valor negativo de 2.37 dólares por barril el 20 de abril a 27.3 dólares al cierre del viernes.

Adicionalmente, el peso mexicano es una de las monedas emergentes con mayor liquidez en su operación, lo que la convierte en un vehículo ideal para instrumentar coberturas de otras monedas emergentes. La disminución en la aversión al riesgo a nivel global ha generado el unwinding de muchas de estas coberturas, creando una demanda adicional por pesos mexicanos.

En la opinión de este columnista, la reciente apreciación del peso tiene poco que ver con factores fundamentales –más allá de la recuperación en el precio del petróleo– y mucho que ver con factores coyunturales que podrían estar agotándose.