Elecciones 2024
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Confunden paz con rendición.  Florestán

Desde que Andrés Manuel López Obrador abandonó el PRD para fundar su partido, me quedó claro que para atrás, aliarse con su pasado, ni para tomar impulso.

Y así lo sostuvo a lo largo de los años de vida de Morena, donde una y otra vez reiteró que con el PRD, y los demás ex aliados electorales, PT y Movimiento Ciudadano, ni a la esquina.

Esa fue una línea invariable en la corta vida de su partido y en los procesos que ha cruzado, el federal del año pasado y elecciones estatales, municipales y de congresos locales donde siempre había ido solo.

Pero hace unos días, cuando va arriba en todas las encuestas de cara al 2018, y su candidata al gobierno del Estado de México, Delfina Gómez, en el promedio de las encuestas, mantiene un empate técnico con el priista Alfredo del Mazo, López Obrador hizo una declaración, para mí, sorprendente y lanzó un ultimátum a los partidos que ha despreciado desde Morena, pero con los que fue coalición en las dos pasadas elecciones, marcadamente el PRD, del que fue su presidente, y de paso al PT y Movimiento Ciudadano: si no se alían con él para estas elecciones del próximo 4 de junio, olvídense de una alianza para las presidenciales del año que viene, lo que contrasta con lo que había sostenido en el sentido de que en los estados de México, Nayarit, Coahuila y Veracruz, iría solo.

Algo debe haber visto López Obrador, que a esto de la política le entiende, que le llevó a cambiar su estrategia.

¿Qué fue? No lo sé, no lo alcanzo a ver, pero él sí y por eso el volantazo.

Debo decir, bueno, repetir, que desde un principio vio las elecciones en el Estado de México como la etapa central de su ya larga campaña presidencial para 2018, pero ya sin limitación alguna y que el medio era Delfina Gómez, que creció como no imaginaron, nadie la conocía fuera de su localidad, y prendió el fuego de la esperanza del triunfo que sería formidable para su proyecto.

Pero, insisto, no alcanzo a entender su ultimátum a quienes fueron sus aliados y luego despreciables y despreciados partidos, su ahora o nunca.

Pero el giro es por algo.

RETALES

1. PIEZA. Armando Ríos Píter podría ser el candidato presidencial más atractivo para 2018. Jorge Castañeda, quien formalizó públicamente su desistimiento, lo lanzó en lo que podría ser la opción que hoy no hay. Solo de entrada, opacó el autolanzamiento del panista Juan Carlos Romero Hicks;

2. PASADO. Cuando el fiscal de Veracruz, Jorge Winckler, ofreció una disculpa a los diputados del Congreso local por calificarlos de corruptos al no desaforar al alcalde de Fortín, pensó que ya ahí quedaba, pero ahora van por él y por su cargo; y

3. RECONOCIMIENTO. Emilio Gamboa es uno de los más cercanos al presidente Peña Nieto, pero nunca le había hecho un reconocimiento público como el de ayer, en su tierra. Gamboa es un político que cada vez que lo han dado por muerto, y mire que le han tirado a matar, lo fortalecen. Lleva 45 años en esto.

Nos vemos mañana, pero en privado