Elecciones 2024
Elecciones 2024

Alfonso Ramírez Cuéllar rechazó la desaprobación presidencial, y sobre su peculiar propuesta para ampliar el mandato del Inegi, a fin de que el órgano autónomo genere una medición sobre la riqueza en México, el líder nacional de Morena taimadamente expuso sus intenciones. “Me tergiversaron”, respondió a sus críticos.

Medir la opulencia, ¿para qué? ¿Acaso para contribuir a la base de datos sobre la inequidad global, construida por los académicos franceses que respaldan a Thomas Piketty o para exprimir a los ricos, en la era post Covid-19? Cuando el (ahora) popular economista publicó El Capital en el siglo 21, hace seis años, no incluyó a México entre los países bajo examen. En el 2015, prometió que buscaría esa información, pero no había una sola fuente confiable. De los rankings de las revistas afamadas, ni hablar…

Las fuentes sobre la desigualdad de la riqueza y los activos transfronterizos eran altamente imperfectas en la economía global, reconoció Piketty, en conferencia anual de Asociación de Economistas de Estados Unidos, en Chicago, la primera semana de enero del 2016. Y pugnaba por “más transparencia y mayor acceso” a fuentes administrativas y bancarias, para luego argumentar a favor de un método híbrido para estudiar al Top 10% de la población con más altos ingresos: revisión de declaraciones de impuestos, de las herencias, las encuestas de patrimonio, las cuentas nacionales…

“No creo que sea correcto”, respondió AMLO cuando su reportero preferido le pidió su opinión sobre el polémico tema, “se tienen que mantener en privado los patrimonios de las empresas y todos los mexicanos”. Pero la desautorización presidencial no arredra al líder partidista, quien prometió que personalmente irá a San Lázaro a presentar su iniciativa.

Algo parecido le sucedió al líder de los senadores morenistas, Ricardo Monreal, a finales del 2018, cuando propuso un cambio normativo para frenar las comisiones por el uso de tarjetas de crédito y manejo de cuentas bancarias. En sus términos, tal moción ni siquiera llegó a ser debatida en el Pleno, pero corrieron ríos de tinta sobre su pertinencia y su viabilidad.

Esa vez, los márgenes de ganancia de los banqueros estuvieron en el ojo del huracán. Ahora, la discusión sobre la distribución de la riqueza y la brecha en los ingresos quedaron en la palestra… justo cuando la cúpula empresarial exige a la administración lopezobradorista una política contra cíclica, para aminorar los efectos de la crisis económica y la contingencia sanitaria.

Ramírez Cuéllar lanzó su propuesta sin mucha argumentación teórica. El repudio -dentro y fuera de la Cuarta Transformación- ha sido casi unánime. Al legislador con licencia, expresidente de la Comisión de Presupuesto en la Cámara baja, tal vez le ha faltado invocar a Piketty, quien hace seis años planteó las utopías de la redistribución de la riqueza y el control de la economía para disminuir las desigualdades.

¿Un impuesto escalonado sobre la riqueza individual, definida ésta como cualquier tipo de activo? En la era neoliberal, era una idea inviable políticamente. Pero ahora…

Efectos secundarios
CERTEZAS. Mientras al menos siete estados diseñaron y desplegaron sus propias medidas sanitarias ante la reactivación económica, queda claro que uno de los sectores en donde más incertidumbre hay es en el educativo. Y es que como la propia Secretaría de Salud ha dicho, éste es uno de los espacios en donde más riesgo hay de que se propague la epidemia. No en balde y pese a que en días pasados se dio luz verde al reinicio de actividades en 324 municipios, diversos gobernadores han hecho pública su postura en el sentido de aplazar este reinicio hasta junio, justo para asegurar que las condiciones de la reapertura sean seguras. Ante la proximidad del fin de año escolar, cobra mayor relevancia el programa de educación a distancia Aprende en casa de la SEP, que ha permitido resarcir y/o compensar a los alumnos, tras la suspensión de actividades. Aprende en casa, al que se sumó en días pasados Grupo Televisa en un acto de responsabilidad social, puso a disposición de la SEP 16 estaciones a fin de difundir en poblaciones específicas de 10 entidades los contenidos dirigidos a jóvenes estudiantes, se convirtió en la principal herramienta de aprendizaje. Aún es temprano para evaluar los logros de esta estrategia de teleeducación, máxime que no hay que dejar de reconocer las limitaciones de Internet que hay en miles de hogares, pero por lo pronto permitirá salvar el año escolar a millones de jóvenes.

EXCESIVOS. Poco antes de que se supiera públicamente del fallecimiento de un mando medio del Banco del Bienestar, por Covid-19, la directora adjunta de Inclusión Financiera de esa institución, Paola Malda Arozarena, solicitó al titular de Seguridad Informática Juan Antonio Herrera, que diera de baja 47 claves de acceso a servidores o App mediante una VPN (Red Privada Virtual, en su traducción), adscritas a personal de su área, quienes así quedaron obligados a presentarse a la sede corporativa, para cumplir con su jornada laboral. La funcionaria informó que esa “medida de seguridad” se extenderá más allá de la contingencia. En las redes sociales está la copia del oficio y ante la filtración, Malda Arozarena exigió una investigación profunda.