La elección del poder judicial por tómbolas de Morena espantó al capital. Y es un capital que no volverá
Sólo el primer día hábil de este mes, se fueron de México tres mil millones de pesos, y más de dos mil 200 firmas tecnológicas y gigantes multinacionales, hicieron saber al gobierno su preocupación por la reforma judicial y amenazas del SAT.
Y (es de primaria en asuntos de economía básica de un país), cuando el dinero otea incertidumbre en el entorno político, se va a países más estables. Es por eso que, en los últimos siete meses, los empresarios retiraron de México 170 mil 869 millones de pesos.
Está asustado: en especial el de EU, que le compra a México 80% de sus exportaciones y su comercio representa 34% de nuestro PIB. Sin ese capital, el país se hunde. Y, sí, ese capital está asustado: ha vendido este año 130 mil 763 millones en bonos mexicanos.
Por ejemplo, el Bussines Roundtable (el equivalente en EU al Consejo Coordinador Empresarial de aquí) que integra a unos 209 CEOs, denunció la “politización del Poder Judicial mexicano” y “discriminación en energía, telecomunicaciones”.
Al Bussines Roundtable se unieron 100 congresistas demócratas para criticar la Ley de Amparo, pues secuestra al Estado de derecho, y le pidieron a Trump que renegocie con mano dura el T-MEC, que reporta a México 480 mil millones de dólares anuales.
Pero, cómo no estar asustados: invertir hoy en México es meter el dinero en un país que, en lo que más gasta, es en pagar intereses del dinero que pide prestado. Sí: la 4T pide prestado para pagar los programas sociales que terminan cooptando el voto.
Por ejemplo, de enero a septiembre, México destinó 960 mil millones de pesos únicamente a pagar intereses, comisiones y pasivos: es inquietante, porque significa que el gobierno paga casi dos pesos de deuda por cada uno invertido en infraestructura.
Esos 960 mil millones que se van en pagar intereses por deudas, estarían mejor usados si pagaran infraestructura de carreteras, hospitales, escuelas y parques para recomponer el tejido social roto por la inseguridad y el crimen del narcotráfico.
Se entiende, entonces, la preocupación de los inversionistas que se llevan su dinero fuera de México (o que titubean para decidirse a invertir) si la deuda del país ya supera los 18 billones de pesos, que es el equivalente casi al 50% del PIB.
Y el empleo formal va para atrás: de enero a octubre, se perdieron más de 39 mil plazas, que representa una caída anual del 7.4%, de acuerdo con el IMSS. Sólo Sinaloa perdió 16 mil 676 plazas, debido a la guerra entre los cárteles de Los Chapitosy La Mayiza.
Esto no va bien. La elección del poder judicial por tómbolas de Morena espantó al capital.
Y es un capital que no volverá.
