Elecciones 2024
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Como van las cosas las reforma político-electoral y de la Guardia Nacional que enviará el Presidente al Congreso no pasarán. Los escenarios están polarizados y no se ve que avancen, pues si en la reforma eléctrica era donde tenía mayores posibilidades, al contrario, en la electoral y de la guardia estas son prácticamente nulas desde que fueron anunciadas.

El hecho de que la oposición se mantuviera unida y le fuera imposible a Morena conseguir más aliados para aprobar la reforma eléctrica es un fracaso que hace comprensible -aunque reprobable- la persecución en contra de los diputados que no la aprobaron tildándolos de “traición a la patria”.

Por fortuna la construcción de los escenarios de polarización tiene límites en un sistema político-electoral que se ha construido sólidamente durante más de tres décadas, pues existen candados en el Poder Legislativo obligan a los acuerdos para que las mayorías no anulen a la oposición y las minorías.

El ejemplo es el Senado, donde en este en este contexto por primera vez existe una posición unida entre PRI, PAN, MC y PRD de rechazar cualquier reforma constitucional que dañe al INE o  elimine la representación de las minorías políticas en el Congreso o mayor militarización de la seguridad pública. Y no solo eso, en una de esas presentan su propia iniciativa.

López Obrador logró grandes dividendos con un discurso polarizador en sus campañas electorales de 2006, 2012 y 2018, sin embargo al trasladar la polarización al ejercicio de gobierno dejando de lado la política de diálogo y concertación, de amarres y compromisos NO.

Por desgracia el modelo del Presidente es otro, que tiene que ver más con vencer que con convencer y también lamentablemente no son pocos los políticos dentro y fuera de Morena que ya no tienen empacho en comentar que el AMLO no cumple muchos de sus acuerdos.

Hay un discurso permanente de descalificación desde Palacio Nacional contra una oposición que primero pretendió arrasar desde el poder desconociendo que no todos los mexicanos votaron por él independientemente de la gran votación que logró.

Ha sido precisamente ese discurso polarizador, la intención de arrasar la oposición y la negación del diálogo y los acuerdos como forma de hacer política y gobierno lo que generó las condiciones para que la oposición se sumara en un bloque legislativo para contener las iniciativas constitucionales de Andres Manuel.

Por más calificativos de conservadores, fifís o traidores a la Patria que lance la Cuarta Transformación es precisamente el presidente López Obrador quien al renunciar a la política democrática solo dejó como opción de participación y supervivencia la formación de una amplia coalición opositora.

Y descartada la reforma eléctrica, tanto PRI, PAN, PRD y MC entendieron el mensaje de ese resultado como el del triunfo opositor en nueve delegaciones de la Ciudad de México. Así que esperemos a ver como se mantiene el bloque opositor o si el gobierno atina a hacer política y construir acuerdos.