Elecciones 2024
Elecciones 2024

En abril del año pasado escribí en este espacio dos artículos, “Los ‘asegunes’ de las encuestas electorales” y “¿Existe el voto útil? En el primero comentaba a ustedes todos los cuestionamientos que se estaban dando alrededor de las encuestas que se estaban publicando en el marco de las elecciones para gobernador en el Estado de México y Coahuila.

En el segundo artículo, ¿Existe el voto útil?, comentaba con ustedes una de las consecuencias de la fiebre de las encuestas: la inhibición del voto. En esa ocasión les relataba una plática entre mi papá y un comerciante amigo suyo, en la que el vendedor le decía que votaría por Delfina Gómez, porque todos decían (basados en las encuestas) que ella iba ganar y no quería desperdiciar su voto.

La película que se vivió en los procesos electorales del año pasado se repite ahora con las elecciones presidenciales. En los últimos días han salido cuestionamientos sobre las encuestas que miden la intención de voto de las aspirantes y el suspirante a la Presidencia de la República. Dichas observaciones se basan en que detrás de esos estudios están personas relacionadas con ambas aspirantes, motivo por el cual su credibilidad se ve sumamente mermada.

Traigo a colación lo anterior porque en días pasados el Knight Center of Journalism in the Americas, de la Universidad de Texas, organizó el seminario web “Putting the public first in political coverage” (Poner a la gente en primer lugar en la cobertura política). Los panelistas, en un ejercicio de autocrítica, cuestionaban la excesiva importancia que se le da a las encuestas en las coberturas electorales.

Los panelistas señalaron que los periodistas debemos ejercer presión sobre quienes se presentan a un cargo de elección popular, para que en su campaña den verdaderas respuestas a las preocupaciones de la gente.

Por ejemplo, hace unos días conversé con un productor de jitomate del sur del Estado de México, quien nos dijo a mi papá y a mí que esté año no va a ser fácil para la agricultura:

“Este año se ve muy triste. Los precios de los fumigos (fertilizantes) suben y suben y pues muchas veces no hay precio… Ya no hay quien ayude, ya la gente se va de nuevo para el norte (Estados Unidos… La maña (Familia Michoacana) no nos deja, hay que pagarle por metro cuadrado… Y para acabarla el problema del agua… Hay que estar cuidando que de otros pueblos no se roben el agua de riego… Va estar muy canijo”.

Ese productor, amigo de la familia, no quiere discursos de que va a continuar la transformación o que hay que sacar a Morena del gobierno, o que le hablen de la nueva política, quiere que le presenten planes concretos, pero sobre todo que las aspirantes y el suspirante lo convenzan, fuera de toda duda razonable, de que, de llegar al gobierno, van a hacer lo que le están prometiendo.

Luego del seminario se me ocurrió que como periodistas le demos un giro a la cobertura electoral. Podríamos empezar por resaltar la problemática que enfrentan los habitantes de las regiones que visitarán las aspirantes y el suspirante presidencial. Luego de cada visita se le puede preguntar al reportero de la fuente si las aspirantes y el suspirante hablaron de los temas que nosotros tenemos identificados como problemas regionales. Como parte de los reportes se le puede pedir su opinión a los asistentes a los actos, y a la gente de a pie, si creen que las propuestas serán benéficas para su región y para ellos mismos.

Mi siguiente propuesta para este giro en la cobertura está más difícil que se pueda aceptar: “Hacer un cerco informativo a las encuestas”. No dar números. Si los contendientes los dan, nosotros como periodistas ignorarlos.

No digo que se dejen de hacer encuestas, lo que planteo es dejarlas en sencillos textos que den cuenta de que una u otra dicen que lleva ventaja, que se está acercando o que ya la rebasó. Es más, me voy a atrever a lanzar un reto a Xóchitl, Jorge y Claudia (los nombre por el orden de antigüedad de los partidos que los abanderan): No revelar resultados de encuestas hasta la mitad de la campaña, después de los tres debates. De esta manera, ustedes medirían el pulso en la calle, con la gente y no con números que pueden ser espejismos. ¿Qué dicen? ¿Le entran? Sería por su bien.

EN EL TINTERO

-Bastó que saliera la información de que Xóchitl Gálvez había sido recibida por el Papa Francisco en audiencia privada, para que se anunciara que Claudia Sheinbaum viajaría al Vaticano para entrevistarse con el Pontífice. “Lo que hace la mano hace la tras”.

-Les dejo el enlace del seminario web al que hago referencia en el texto: https://youtu.be/7X2XB4i-BJY?si=V7Cln8w9AvHuZxqv

-El pasado 13 de febrero fue el “Día Mundial de la Radio”, medio en el que trabajé por algunos años, que fueron de los mejores en mi carrera profesional dentro de la comunicación. Un medio que sigue teniendo gran penetración. Menciono lo anterior porque gracias al pésame que tuvo a bien darme al aire Don Joaquín López-Dóriga por el fallecimiento de mi mamá, recibí llamadas de varias personas que se enteraron por dicho mensaje del hecho que enlutó a mi familia. ¡Larga vida a la radio!

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