Elecciones 2024
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El pasado viernes el Instituto Nacional Electoral (INE) destinó 6,788 millones de pesos para los partidos políticos y candidatos independientes para sus gastos durante los comicios del 2018. En realidad a los candidatos independientes les tocará poco menos del 1% (42 millones de pesos) de la millonaria cifra.

Los 6,788 millones serán repartidos así: PRI 1,689.5 millones; PAN 1,281.1 millones; PRD 773.5 millones: Morena 649.2 millones; el PVEM 578 millones, Movimiento Ciudadano 537 millones; Nueva Alianza 419 millones; Encuentro Social 398 millones y PT 376.7 millones;

¿De dónde salen las cifras con las que se financia a los eufemísticamente llamados institutos políticos por no llamarlos “cubil de lobos con piel de oveja”, “nido de ratas”, “fortaleza de vampiros” o “guarida de forajidos”? La ayuda pecuniaria surge de un mandato constitucional. El Artículo 41 de nuestra Carta Magna en la fracción II estipula: “La ley garantizará que los partidos políticos nacionales cuenten de manera equitativa con elementos para llevar a cabo sus actividades y señalará las reglas a que se sujetará el financiamiento de los propios partidos y sus campañas electorales, debiendo garantizar que los recursos públicos prevalezcan sobre los de origen privado. (Así como dicen “de la moda toma lo que te acomoda”, nuestros próceres legislativos tienen por norma: “De la Constitución toma lo que mejore tu posición” porque esta fracción II del 41 constitucional la cumplen con un fervor digno de mejor causa).

En el inciso a) de la fracción y del artículo señalados se lee: “El financiamiento público para el sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes se fijará anualmente”… (Al rubro de actividades ordinarias pertenecen la fiesta de panistas en Puerto Vallarta con Montana y chicas que la acompañaban o el festejo que organizó el senador José Luis Preciado, por el cumpleaños de su esposa, en un salón del Senado, hasta mariachis llevó. “Vieja, te traje mariachis, ¿cuál te gusta?”. El de la trompeta —dijo la señora). Continúo con el inciso a) de la fracción II… El financiamiento se fijará anualmente “multiplicando el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por 65% del valor diario de la Unidad de Medida de Actualización. El 30% de la cantidad que resulte de acuerdo con lo señalado anteriormente, se distribuirá entre los partidos políticos en forma igualitaria y 70% restante de acuerdo con el porcentaje de votos que hubieren obtenido en la elección de diputados inmediata anterior”.

Aquí Alicia, mi adorada esposa, que de vez en cuando ve por encima de mi hombro lo que estoy redactando, me dice que el texto recién escrito le parece confuso. Yo le digo que así está redactada la Constitución, pero que le voy a explicar las cosas con manzanas. Supongamos —le explico— que el senador JEG es dueño de cuatro manzanas en un lujoso fraccionamiento de Cancún… Ella que sabe lo mamila que soy sonríe y se va.

Continúo la explicación: La Unidad de Medida de Actualización (UMA) es la referencia económica en pesos que vino a sustituir al salario mínimo para determinar la cuantía del pago de las obligaciones y supuestos previstos en las leyes federales, estatales y de la Ciudad de México. En la actualidad, la UMA está tasada en 75 pesos 49 centavos por día.

Además de la millonaria cantidad de pesos que se repartirán los partidos políticos, éstos tienen franquicias postales y telegráficas. De la misma forma no les cuestan un solo peso sus anuncios en radio y televisión.

Pero si la cantidad de dinero aquí mencionada nos parece, a los simples ciudadanos, un dineral que se podría aplicar a necesidades del país como la ciencia y la tecnología, los que saben dicen que la cantidad citada es una fruslería comparada con el dinero que reciben los mismos partidos —o la mayoría de ellos— de distinta procedencia y de diversas fuentes, incluyendo las más sucias corruptas.

Por eso creo que es una buena idea la propuesta del diputado independiente de Jalisco, Pedro Kumamoto, quien planteó que el dinero público otorgado a los partidos se calcule no con base en el número de ciudadanos empadronados, sino con base en los que acudan a votar.

Urge racionalizar el gasto de los partidos políticos. Con el rezago económico que tenemos; con más de 55 millones de mexicanos que viven en pobreza extrema, no podemos darnos el lujo de otorgar cantidades millonarias para que las burocracias partidistas lleven un tren de vida que su trabajo no merece.

Colofón

Viajaban en un autobús una Comisión de Diputados de diferentes partidos para analizar los problemas agrarios del país. El autobús cae en un socavón. Después de algunas horas llega una ambulancia para ayudar a los posibles lesionados. Los paramédicos se dan cuenta de que no hay ninguna persona, solo están los restos del autobús. Localizan una casa cerca del lugar y hacia allá se dirigen. Un campesino los recibe y le preguntan: ¿Vio a los diputados que venían en el autobús? Sí, los vi y les di cristiana sepultura. ¿No me diga que todos estaban muertos? Bueno, algunos decían que no pero ya saben ustedes cómo son de mentirosos esos cabrones.

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