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Economía y Finanzas El aumento del crecimiento económico no resolverá la pobreza mundial, advierte relator de la ONU
El relator especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza, Olivier De Schutter, pidió un "cambio rápido hacia una economía basada en los derechos humanos que dirija los recursos hacia los servicios públicos y la protección social"
Nacional México asume la Presidencia del grupo internacional GAFI contra el lavado de dinero y terrorismo
La mexicana Elisa de Anda Madrazo se convirtió en la primera mujer en presidir el GAFI desde su creación en 1989
Nacional México ve como “incógnita” el futuro del T-MEC si Trump gana las elecciones
La canciller Alicia Bárcena ve como incógnita el futuro del T-MEC si Donald Trump regresa a la Presidencia de EE.UU.
Deportes Copa América supera el millón de aficionados en la grada en plena fase de grupos
El partido con mayor número de aficionados en la Copa América fue el duelo entre Chile y Argentina, al que asistieron 81 mil 106 espectadores
Economía y Finanzas México defiende que sus ingresos ascienden al 24.5 % del PIB frente al cálculo de la OCDE
La OCDE apuntó que los ingresos tributarios de México representan un 16.9 por ciento del PIB, pero el SAT afirma que representan un 24.5 por ciento

Con base en los datos de encuestas que presenté la semana pasada, estamos ante una elección que combina la dimensión plebiscitaria con la ideológica. En la decisión del ciudadano pesa el juicio sobre el gobierno actual, pero también la importancia que, según su percepción, los candidatos conceden al combate a la pobreza.

Sin embargo, la verdad es que las referencias de las encuestas son, en sí mismas, insuficientes para entender la fuerza del llamado a la “ruptura” en este proceso.

Para aventurar una respuesta necesariamente tendríamos que partir de la conexión que Andrés Manuel López Obrador ha logrado con casi la mitad de los votantes potenciales.

No tengo duda de que el malestar social juega un papel relevante. No veo nada patológico en ello, sin embargo, detrás de ese sentir hay razones de peso que debemos considerar.

La corrupción está en el centro del debate electoral, pero creo que solo es la manifestación de un asunto más profundo: la desigualdad. Y no me refiero exclusivamente a la de índole económico, sino a la que en forma más genérica podemos llamar desigualdad de poder.

Al voto antisistema lo anima el hartazgo hacia una sociedad marcada por privilegios y por el abuso que de ellos se deriva. Juega el enojo que produce el choque entre funcionarios que se enriquecen al amparo del poder y ciudadanos cansados de dar mordidas para que el aparato de gobierno les responda. Pero también importa el contraste entre la opulencia y la miseria; la impunidad y el desigual acceso a la justicia; la prepotencia de unos y la indefensión de otros, como lo hemos visto en la indignación que han producido todos los escándalos de los lords y las ladies.

En parte, este rechazo se debe a que las desigualdades se han acentuado, y a ello se suma el hecho de que todo se ha vuelto más visible gracias a las redes sociales.

Al final, lo que permea es un rechazo a todos estos abusos y un deseo de demoler los privilegios. Y es posible que de la fuerza de este rechazo penda el resultado de la próxima elección.