Elecciones 2024
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Si andar pidiendo posada, para pasar la noche, en casa de ciudadanos, para con ello enfatizar que el presidente no le permitió entrar a Palacio Nacional que es —o debiera ser— la casa de todos, es la campaña que Santiago Creel, jefe de la misma, ha diseñado para la candidata del Frente Amplio por México a la presidencia del país, éste no conoce de marketing político la o por lo redondo. ¿En dónde están los promotores de Xóchitl Gálvez? ¿Por qué la han dejado sola?

Lo que empezó como una fiesta política con una candidata folklórica, indígena pura, de hablar popular, de ocurrencias verbales, que llegaba en bicicleta a los eventos y proyectaba el carisma que la oposición necesitaba para enfrentarla a la 4T, se ha ido desdibujando. Hoy la percibo como una abandonada, huérfana política de tres padres a cual más de ambicioso y oportunista que por andar cuidando sus intereses de cara al futuro se están olvidado de ella.

El pasado 4 de octubre, el periódico El Universal, publicó una encuesta que arrojó un resultado alarmante y demoledor para el Frente Amplio y su candidata: Claudia Sheinbaum resultó con 30 puntos por encima de Xóchitl. Tal vez este sea uno de los motivos de desaliento al interior del Frente, digo yo. Aunque debiera ser un acicate para ponerse las pilas. La cuestión es que desde esa fecha, ya casi un mes, hemos sabido poco de la, todavía, senadora.

Mi opinión respecto a la ponchadura de llanta en la campaña de Xóchitl se acerca más a lo observado por Khemvirg Puente, profesor de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM y el periodista y analista Carlos Ramírez, basada en la falta de fuerza política de la hidalguense al interior de los tres partidos que dicen apoyarla lo que le impide “llamar a negociar a los actores que quieren ser candidatos a gubernaturas o para legisladores. Esos cuadros relevantes que podrían apoyarla no dependen de ella, sino del reclutamiento que hagan las dirigencias de los partidos políticos”, afirma el profesor Puente.

Don Carlos Ramírez, en su columna Indicador Político, escribió: “Los dirigentes de los tres partidos de la alianza opositora, su promotor Claudio X. González y su formal jefe de campaña Santiago Creel han dejado suelta a la candidata, inclusive sin darle ninguna participación en el diseño de programa de gobierno, ni en la evaluación de cargos en el gabinete y menos aún en el palomeado de aspirantes a nueve gobiernos estatales y a dos cámaras federales; es decir, Xóchitl es un alma electoral solitaria y penando sin ningún sentido político”.

Tal vez la ingeniera Gálvez, constructora de edificios inteligentes, esté esperando un momento oportuno para dar una palmada en la mesa y decir que sus chicharrones truenan porque de otra manera se la están llevando al baile las tres dirigencias ambiciosas a las que las ansias de poder ciegan puesto que deberían de estar asesorándola y promoviéndola en lugar de estar como la fábula de la lechera pensando en lo que van a comprar cuando vendan la leche mientras el cántaro que la contiene se está quebrando.

Acapulco me duele

El paso del ciclón Otis por mi querido Acapulco abrió en mí una herida muy grande de la que brotan recuerdos desde Pie de la Cuesta hasta El Revolcadero y Barra Vieja… Acapulco días de sol y noches de alcohol en discotecas y cabarets esperando el amanecer; cuando los antros eran antros y yo joven. Acapulco, veranos de shows y de programas de televisión. Acapulco, mi temporada de actor. Acapulco, Alicia. Acapulco, espléndida bahía, espero no irme del mundo sin antes volver a contemplar tu fulgor en plenitud.

Punto final

Para los que se enojan porque las quesadillas no llevan queso, sepan: el pan de muerto no lleva muerto.