Elecciones 2024
Elecciones 2024

El pasado martes hice una forzada analogía de la Selección Mexicana de Futbol y la alianza electoral Va por México, no pude concluir el tema. Hoy le pondré fin. La proposición que manejé fue la de que hubo una época de 1930 a 1966 en la que la Selección Mexicana de Futbol jamás pasó de la primera ronda en los campeonatos mundiales en los que participó; en tanto que el PRI ganaba las elecciones de manera poco menos que absoluta.

Fue hasta el Mundial México 70 que nuestros futbolistas lograron jugar un cuarto partido. Para el campeonato siguiente: Alemania 74, la selección nacional no calificó; en cambio al partido tricolor, fuera de algunas diputaciones y dos que tres alcaldías que se dejaba ganar por sus hoy coaligados blanquiazules, no lo paraba nadie. En Argentina 78, nos metieron goles hasta para llevar. Entre tanto la aplanadora Revolucionaria Institucional arrasaba con todo.

En 1982, el combinado mexicano fue vencido en la eliminatoria y se quedó sin ir al mundial en España. En 1986, los gobiernos emanados del PRI prevalecían en todos los estados del país. Acción Nacional ya tenía 51 curules en su poder. Una mano mágica, cuyas iniciales fueron Guillermo Cañedo, logró que el mundial que le correspondía a Colombia se hiciera en México. Por primera y única vez en su historia el quipo tricolor pasó a cuartos de final. Fue eliminado por Alemania en penaltis.

En 1989, el PAN obtuvo su primera gubernatura, la de Baja California por conducto de Ernesto Ruffo. La corrupción, mal endémico nacional, permeó en el futbol. En 1990 el representativo del futbol mexicano no fue a la justa mundialista de Italia al ser castigado por la FIFA debido a lo que se conoció como el caso de “Los Cachirules”: la falsificación de documentos para hacer pasar a algunos jugadores como de menor edad en el Premundial Sub-20. A partir de esta década el PRI comenzó a perder gubernaturas y la selección mexicana, desde Estados Unidos 94 y hasta Rusia 2018, a calificar a octavos de final —el anhelado quinto partido no ha llegado—.

Desde 1989 y hasta el pasado domingo, en distintas fechas, el PAN ha ganado cinco gubernaturas en Baja California y en Guanajuato, cuatro en Aguascalientes y Querétaro, tres en Jalisco, en Puebla y en Chihuahua, dos en Baja California Sur, en Morelos y en Nayarit, y una en Durango, Tamaulipas, Nuevo León,  San Luis Potosí, Sinaloa, Quintana Roo, Yucatán, Tlaxcala y hasta en Veracruz con el “cachirul” Miguel Ángel Yunes, priista a ultranza (transa). Además de dos presidencias de la República la de Vicente Fox y la de Felipe Calderón, esta última si hubiera sido futbolística se hubiera definido en el VAR, pero como fue política todo se acordaba en el BAR.

Andando el tiempo el PRI fue perdiendo todos los gobiernos estatales menos Durango, Coahuila y el Estado de México. Por su parte el PRD —hoy en la segunda división electoral— en su tiempo de gloria gobernó el Distrito Federal- CDMX (1997-2018), Tlaxcala y Zacatecas en 1998, Baja California Sur y Michoacán en 1999 y del 2015 al 2021, otra vez Michoacán con Silvano Aureoles, de siglas perredistas y de mañas priistas.

Para limpiar mis manos del engrudo que se me hizo bolas, termino como empecé. Los resultados de la semana pasada no fueron buenos ni para la Selección Mexicana de Futbol, ni para la alianza Va por México (PAN-PRI-PRD). Esto debe tener preocupados a los directores técnicos Tata Martino y Claudio X. Faltan 5 meses para el Mundial y dos años para la “gran elección” y en ambas agrupaciones no hay jugadores que estén pasando por su mejor momento. Martino es reacio a los refuerzos. Claudio X., podría aceptar que a su conjunto lo reforzaran Aldo Rocha Monreal y el Chicharito Ebrard y ya con éstos dos, recibir ayuda de Dante para salir del noveno círculo del infierno tan temido.