Elecciones 2024
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Díganme si habrá recesión y cuándo será, le preguntó la rapera Cardi B a sus 23 millones de seguidores en su cuenta de Twitter. He ahí una artista preocupada por la economía que hace un sondeo entre sus fans. Si esto se vuelve tendencia, prepárense para que Cristian Nodal o Angela Aguilar hagan su propia investigación. No tenemos resultados de la averiguación de Cardi B, pero podemos especular un poquito: Si los seguidores de los artistas contestan de un modo parecido a los expertos, en Estados Unidos predominarán los que piensan que sí habrá recesión en 2023. En México, la respuesta sería mayoritaria sería “No habrá recesión”.

Los expertos mexicanos están mucho más optimistas sobre el futuro de la economía que los estadounidenses. El PIB de México crecerá 1.76% en 2022 y 1.94% en 2023, dice la encuesta que el Banco de México hizo entre el 24 y el 31 de mayo. No son números espectaculares, pero son mucho más positivos que los que arroja una investigación sobre la economía de los Estados Unidos hecha entre el 6 y el 9 de junio por el Financial Times y la Universidad de Chicago. Allá, el consenso es que el PIB de EU crecerá poco en 2022, pero las cosas se ponen feas a partir del 2023. El 69% piensa que caerá en recesión en ese año. El 30% que no cree que habrá recesión el año próximo, estima que eso ocurrirá en el 2024. Uno solo de los encuestados piensa que la recesión se dará en 2022.

¿Cómo explicar el optimismo de los mexicanos… el pesimismo de los estadounidenses? No se trata de estudios de opinión que midan el estado de ánimo de la población abierta. El Banco de México encuesta a expertos de 37 grupos financieros y consultorías, del sector privado nacional y extranjero. El FT y la Universidad de Chicago hacen lo propio con 49 expertos de la academia, el mundo financiero y de los negocios. Sus resultados coinciden con la investigación hecha entre los ejecutivos de las 500 de Fortune: tres cuartas partes de ellos proyectan que en 2023 habrá crecimiento negativo en Estados Unidos.

El contraste es brutal y merece la pena analizar a detalle los escenarios que anticipan los expertos. La valoración de riesgos internacionales es muy parecida en México y Estados Unidos. La crisis de Ucrania y las disrupciones de cadenas de valor encabezan las listas. En los factores internos, en Estados Unidos, el pesimismo se explica por la alta inflación y las acciones que tomará la Reserva Federal para contenerla. Van dos alzas de tasas de interés que no le han hecho ni cosquillas a los precios. Se anticipa que esta semana habrá un fuerte incremento de tasa, mínimo 0.50% y muy probable hasta 0.75 por ciento. Para ponerlo en perspectiva, no ha habido un incremento de 75 puntos base desde 1994.

En México, el optimismo de los expertos parece hecho a prueba de balas, literalmente. Los especialistas anticipan que habrá crecimiento, aunque reconocen las alzas de tasas de interés en Estados Unidos como un factor que puede complicar. Ponen la debilidad del mercado interno como el principal problema económico interno. Incluyen en sus preocupaciones económicas, la ausencia de cambios estructurales y la incertidumbre sobre la plataforma de producción petrolera. A lo económico, le añaden problemas políticos, en primer lugar ponderan la incertidumbre política y la inseguridad pública. En tercer lugar, lo asociado al Estado de Derecho.

El pesimismo de los expertos sobre Estados Unidos se produce a pesar de que el consumo privado y la inversión de los negocios siguen creciendo, a tasas de 2.7% y 9.2%, respectivamente. La creación de empleos no rurales sigue estando en el rango de los 400,000 semanales. El mercado inmobiliario sigue Red Hot. El gasto en comercios y restaurantes rompió récord en abril y fue de 677,000 millones de dólares.

El optimismo de los especialistas sobre México se produce a pesar de que la inversión pública y privada nacional están en mínimos de tres décadas. La generación de empleo formal se ha desacelerado, al punto de que en mayo el saldo fue de una pérdida de 2,885 empleos. El optimismo en la cifra del PIB de los expertos se expresa, a pesar de que 60% de ellos piensan que estamos en un mal momento para invertir y un porcentaje cercano a cero piensa que es un buen momento para invertir.

Es tan vigoroso ese optimismo de los expertos mexicanos que también irradia hacia lo que pasará con la economía de Estados Unidos: se anticipa un crecimiento del PIB de 2.81 en 2022 y de 2.24 en 2023.

¿Tendrá razón el optimismo mexicano o el pesimismo estadounidense? Me atrevo a anticipar una hipótesis: si los expertos mexicanos tuvieran para México los números de la economía estadounidense, serían mucho más optimistas. Si los estadounidenses, tuvieran para su país, las circunstancias mexicanas… no los calentaría ni el sol.