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“Si no soy ni la dueña, ni socia, ¿por qué me hicieron eso a mí? Me quitaron a mi hija, me quitaron la matriz, me quitaron mi vida”.

Así comenzó mi plática con Claudia Sánchez, exempleada administrativa del Solid Gold, quien hoy en día es la única encarcelada, mientras los socios y cabezas del table dance permanecen en libertad e impunes.

Hoy la nota es que tras casi ocho años sin enfrentar el debido proceso, vejaciones y violaciones a derechos humanos, un tribunal de alzada, el pasado 20 de mayo determinó…

“Que no tuve una defensa adecuada, así se lo dijo en su resolución del 20 de mayo a la jueza Karla Montes Ortega, jueza sexto, que no observó una violación fundamental que es el derecho a la libertad y por ello le está requiriendo haga la reposición de procedimiento, fíjese, después de ocho años, ¿y en dónde estaban los otros jueces?”.

Pero esto no es todo, además ya le admitieron un amparo con el número de amparo indirecto 474/2021- Mesa IV del juez Octavo de Distrito de amparo en materia penal en la CDMX, México, por lo que la jueza Luz María Ortega Tlapa será ahora quien deba resolver si le cambia o no la medida cautelar para poder enfrentar su acusación en libertad. La audiencia será el próximo 27 de julio a las 10:20 am.

Los hechos

En septiembre de 2013, un total de 32 bailarinas fueron rescatadas por elementos de la entonces Procu del DF del Solid Gold, ubicado en la calle Londres, en la Zona Rosa.

Pese a que las mujeres señalaron directamente a varios socios de la empresa de manejar los turbios negocios del lugar, sólo fueron detenidas dos empleadas de limpieza, dos choferes que servían al tiempo como carceleros de las víctimas, y Claudia Sánchez.

“Yo trabajaba en la parte administrativa, mas no era administradora. Cobraba un sueldo con recibos de honorarios”.

Empero, Claudia no fue arrestada durante la redada del Solid Gold, sino en su casa, cual gran capo del narco, en un operativo con agentes del MP adscrito a la SEIDO que catearon su vivienda, violentando disposiciones del Código Federal de Procedimientos Penales.

Con cinco meses de embarazo, fue arraigada por 50 días a la espera de una orden de aprehensión que no llegó de la Ciudad de México, sino de una jueza de Matamoros, Tamaulipas, ¡así como lo están leyendo!, y mandada al penal federal de Nayarit.

Atenida a malos abogados de oficio, esta administradora de empresas de formación comenzó a estudiar derecho para tomar las riendas de su proceso y buscar justicia por su cuenta.

Mal desde el inicio

“Para empezar, la orden de cateo por la que fue ‘saqueada’ mi casa ni siquiera estipulaba que debía ser detenida. Se llevaron cosas de valor, incluidos un automóvil, computadoras y alhajas, pero ningún indicio para acusarme”.

Llegando al penal de Nayarit, con siete meses de embarazo, la ponen a hacer sentadillas completamente desnuda y luego, por negarse a entregar una muestra de sangre, es confinada en módulos sin supervisión médica donde es alimentada tres veces al día en bolsas de plástico. “Como si fuera un perro”.

Sin protocolos pese a su embarazo, el 12 de diciembre de 2013 sufre complicaciones y sangrado que la llevan a ser trasladada de urgencia al centro quirúrgico San Rafael, en Nayarit, para dar a luz. La cesárea forzosa y una negligencia pone en riesgo su vida a tal grado que le quitan la matriz.

Pasó tres meses y medio en el penal de Nayarit sin comida ni leche para ella y su bebé. Así, llenas de piojos, sin vacunas, ni atención primaria, fue cuando toma la decisión de entregársela a su padre: “Mi hija pudo haber muerto. Simple y sencillamente no les importó”.

Luego fue trasladada al CPS Morelos, donde pasa un año más, y tres amparos más tarde es trasladada al penal de Santa Martha Acatitla, donde hoy está.

Justicia selectiva

“Yo era simplemente una empleada y a la única que detienen es a mí. ¿Por qué no detuvieron a los verdaderos culpables? Pues obviamente porque hay dinero y mano negra de por medio”.

Claudia resume todo su proceso como una “porquería”.

Con los conocimientos adquiridos en derecho, comienza a darse cuenta de los vicios en su proceso desde la propia acusación, pues para empezar la “delincuencia organizada” persigue a más de tres, y ella es la única detenida. En segundo lugar, se le acusa de trata y no de beneficio de la explotación sexual ajena, pero en el camino logra modificarlo.

Y súmele que su procedimiento es “viejo”, por lo que no forma parte del nuevo sistema penal acusatorio y ocho años después de su arresto, en SEIDO se han movido muchas cabezas y la Policía Federal ya ni siquiera existe.

Por no dejar

En enero de 2020 se abrió una queja en Conapred con el numero EXT.CONAPRED/DGAQ/0003/DQ/20/ICDMX/Q003, en donde se está denunciando al órgano desconcentrado de readaptación social, al centro quirúrgico San Rafael, entre otras autoridades como lo son las personas que le quitaron la matriz y que no le dieron ni a ella ni a su hija la atención médica.

“Sufrí de tortura, vejaciones, tratos crueles e inhumanos , pero resulta que en este tema existe colusión de servidores públicos, ya que hasta la fecha Conapred ha evitado a toda costa que me llegue la información que se le ha requerido sobre mi expediente clínico original. Pedí los videos de las cámaras de seguridad desde que fui ingresada al centro federal de Tepic, Nayarit, hasta que fui trasladada al CPS de Morelos. Lo único que contesta el Lic. Ricardo Moreno Tenorio es que el órgano desconcentrado no cuenta con registro alguno ni de mi hija ni mío”.

Justicia que no es pronta y expedita… no es justicia.

La columna de Lourdes Mendoza Peñaloza se publicó originalmente en El Financiero.

Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.