Elecciones 2024
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Los periodicazos contra Pablo Amílcar Sandoval fueron un búmeran. La exhibición de su finca en Acapulco, seguida de una débil polémica, sirvió para su reposicionamiento. Félix Salgado Macedonio había anticipado su licencia al Senado de la República para competir —como el hermano de la secretaria de la Función Pública— por la candidatura morenista a la gubernatura de Guerrero.

Para estar en igualdad de condiciones, pero sobre todo para esquivar señalamientos por un probable desvío de recursos, Sandoval también renunció a la coordinación de programas federales en aquella entidad sureña, justo hace un mes. Fue el primer funcionario de la Cuarta Transformación en separarse de su cargo, con la mira puesta en el 2021.

Dos semanas después, Alfonso Durazo Montaño caminaría esa misma ruta, aunque su renuncia a la Secretaría de Seguridad Ciudadana tendrá efectos a partir de mañana. Su voluntaria partida a Sonora —el Ejecutivo federal no pudo convencerlo de quedarse en el gabinete— desencadenó una cascada de bajas en la primera línea de la administración lopezobradorista.

David Monreal Ávila deja la coordinación general de ganadería, adscrita a Sagarpa, para perseguir la nominación de Morena en Zacatecas. En breve, el senador José Narro Céspedes dejará su escaño para entrar a la competencia.

En la Coordinación de los Programas Federales también hay renuncias, avalada por el titular de esa súper dependencia federal, Gabriel García Hernández. El poderoso funcionario acudió antier a Tlaxcala, en el penúltimo día en funciones de Lorena Cuéllar como delegada. La exsenadora y exalcaldesa de la capital tlaxcalteca quedará en libertad de postularse a la candidatura, que también busca la empresaria Dulce Silva, esposa del coordinador de política y gobierno de la Oficina de la Presidencia.

Víctor Castro, en Baja California, y Manuel Peraza, en Nayarit, ya son exdelegados. “No soy ajeno al proceso electoral que se avecina”, se sinceró el arquitecto originario de Tecuala, sin mayores antecedentes en la política partidista, “como miembro fundador de Morena aspiro a participar por la candidatura, dejando salvaguardados todos mis derechos políticos de manera íntegra y vigente”.

La cascada de renuncias está originada en el Estatuto partidista, que obliga a quienes ostenten cargos de dirección ejecutiva a separarse de las estructuras partidistas “con la anticipación que señale la ley”, en caso de aspirar a competir por una candidatura municipal, estatal o federal.

“No participarán servidores y funcionarios públicos de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial de los tres órdenes de gobierno, a menos que se separen de sus encargos con la anticipación que señala la ley”, dice textualmente.

El primer ciclo de renuncias quedará completado este fin de semana. En las próximas semanas, una decena de senadores de Morena tramitarán licencias para competir con los exdelegados federales por las candidaturas; la mitad de ellos, impulsados por su coordinador Ricardo Monreal Ávila. Entre ellos: Félix Salgado Macedonio, de Guerrero; Miguel Ángel Navarro Quintero, de Nayarit; Cristóbal Arias, de Michoacán; Cruz Pérez, de Chihuahua; Gerardo Novelo, de Baja California; y Rubén Rocha, de Sinaloa.

El Estatuto partidista mandata la inscripción de los militantes de Morena en un padrón nacional de “protagonistas del cambio verdadero”, cuya integración, depuración, resguardo y autenticación queda a cargo de la Secretaría de Organización del CEN. Esa instancia partidista quedó a cargo de Gabriel García Hernández, cuando AMLO estuvo al frente del partido.

Para ser candidato a un cargo interno o de elección popular, de acuerdo con los documentos básicos de la formación política, es requisito estar inscrito en el padrón que hace dos años tenía 3.5 millones de inscritos. Además de ser protagonista de cambio verdadero, los aspirantes a directivos o candidatos de Morena deben contar con trayectoria, atributos ético-políticos y antigüedad en la lucha por las causas sociales. Tales características son vinculantes y los coordinadores de esos comités quedan perfilados a las candidaturas.

La Comisión Nacional de Elecciones y el Consejo Nacional de Morena, junto con el CEN, intervienen en la definición de las candidaturas. Los métodos para determinarlas van de la elección directa a la insaculación y la encuesta. Y, de acuerdo al Estatuto partidista, la paridad de género hará que al menos siete mujeres sean postuladas al mismo número de gubernaturas. La mejor perfilada, hasta ahora, es la actual alcaldesa en Álvaro Obregón, Layda Sansores Sanromán, orgullosamente campechana.

En el 2021, las elecciones federales serán concurrentes a las 15 gubernaturas que estarán en disputa. Y según los documentos básicos del partido gobiernista, hasta 50% de los 300 candidatos de Morena a la Cámara de Diputados deben ser destinadas a “personalidades externas” y en el caso de las pluris, una de cada tres será para externos, que ocuparán la tercera fórmula de cada tres lugares.