Elecciones 2024
Elecciones 2024

Cien días es poco tiempo para exigir o presumir resultados del gobierno. Pero es tiempo suficiente para tener un panorama del camino que pretenden llevar para cumplir con las expectativas.

Lo que hay hasta ahora son precisamente eso: expectativas, que además están polarizadas. Para algunos son muy buenas y así lo dejan ver en las encuestas y para otros no tanto y así lo expresan en las perspectivas negativas.

En materia económica, en 100 días de gobierno todavía hay margen suficiente para responsabilizar a la administración pasada de muchos resultados no tan buenos, pero ya ha sido tiempo prudente para ver cuál será el camino de este gobierno.

Porque si bien formalmente han sido 100 días los de esta administración, la realidad es que Andrés Manuel López Obrador estaría cumpliendo algo así como 250 días de gobierno, porque no hay duda que empezó a ejercer el poder desde que José Antonio Meade, el excandidato presidencial del PRI, salió muy temprano el 1 de julio del año pasado a reconocer su aplastante derrota.

Desde entonces y antes de tomar posesión, decidió asuntos tan importantes como cancelar el aeropuerto, por ejemplo.

Los entusiastas son electores satisfechos con su decisión y consumidores que se dicen muy confiados. Los que tienen dudas, atienden más los indicadores económicos y financieros que los discursos matutinos.

Por ejemplo, a la par que el indicador de confianza del consumidor subía a máximos históricos durante el primer mes del presidente López Obrador, el indicador de consumo privado interno, publicado por el Inegi, disminuía 0.1 por ciento. Consumidores muy confiados que compraron menos en diciembre.

Pero hay otros datos que a ese grupo de pesimistas informados les preocupa por el desempeño futuro que puede tener la economía en los más de 2,000 días que le quedan a este gobierno.

El mismo Inegi dio a conocer el indicador de la Inversión Fija Bruta y el dato es aterrador. Durante diciembre pasado, este indicador se derrumbó 6.4% en comparación con un año antes. Y acumuló dos meses de reducciones considerables.

No hay duda, la acción de gobierno, fuera de su plazo constitucional, de cancelar la construcción del aeropuerto de Texcoco, pegó en el ánimo de los que invierten.

Todos estos son datos del Inegi. Ojalá que estos resultados negativos no vayan a incitar a los senadores de Morena a pedir la desaparición de este instituto de estadísticas por publicar números contrarios al discurso de esperanza de la 4T.

Son pues, 100 días de alto contraste. Entre los que ciegamente esperan cambios radicales y los que no alcanzan a ver cuáles son esos motores que van a provocar el cambio. Porque, al querer o no, el despegue económico prometido tiene que verse reflejado en los indicadores económicos y hasta hoy eso no ocurre.

Al menos en materia económica este gobierno en sus primeros 100 días no ha sentado las bases para poder cumplir con el desempeño prometido.

Han respetado en el discurso la necesaria estabilidad macroeconómica y ojalá así sigan cada uno de los 2,192 días que va a durar este sexenio. Pero la estabilidad no alcanza para crecer, eso lo hemos visto los últimos 20 años.

Porque al menos hasta hoy ni la política de gasto público, enfocada al gasto asistencialista y no tanto en infraestructura y productividad, y la falta de incentivos para la inversión privada anticipan muchos festejos como el que hoy se da por los 100 días de gobierno.