Sin embargo, en donde hay un desacuerdo importante entre el mercado y lo que dice la gráfica de puntos de la Fed publicada en diciembre, es en el nivel de tasas para el cierre del 2023
Este miércoles la Fed dará a conocer su primer anuncio de política monetaria del año.
La atención del mercado está enfocada tanto en la magnitud del incremento en la tasa de interés de referencia como en el tono del comunicado y los comentarios en la conferencia de prensa del Chairman de la Fed, Jerome Powell.
Tanto los especialistas como el mercado de futuros de tasas están descontando que la Fed aumentará la tasa en un cuarto de punto para ubicarla en un rango de 4.50 a 4.75 por ciento. Este es un cambio significativo contra lo esperado hace apenas un mes en el que todavía se debatía si el incremento iba a ser de medio punto o de un cuarto de punto.
Sin embargo, de entonces a la fecha, la inflación ha mantenido una trayectoria descendente en línea con lo esperado por el mercado y el discurso de varios miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) ha venido apuntando hacia una disminución en el ritmo de incrementos en la tasa de fondeo.
Vale la pena recordar que durante el 2022 la Fed realizó siete aumentos, comenzando con uno de un cuarto de punto en marzo, uno de medio punto en mayo, cuatro incrementos consecutivos de tres cuartos de punto entre junio y noviembre, y finalmente otro de medio punto en diciembre. Estos incrementos llevaron la tasa de fondeo de un rango de 0.0-0.25% a uno de 4.25-4.50 por ciento.
Las intervenciones más recientes de los miembros del FOMC han resaltado que parecen estar dispuestos a disminuir el ritmo de aumentos para poder evaluar mejor el impacto rezagado de los incrementos acumulados del 2022 en las principales variables económicas.
En las proyecciones del marco macroeconómico que acompañaron la decisión de política monetaria de diciembre, la mediana de expectativas de los miembros del FOMC para la tasa de fondeo, arrojó un escenario de dos incrementos adicionales de un cuarto de punto cada uno en el 2023. Estos aumentos se darían en la reunión de mañana y en la de marzo.
Aunque hay algunos especialistas que esperan un tercer incremento de un cuarto de punto en la reunión mayo (que dejaría la tasa en un rango de 5.0% a 5.25%), el mercado está asignando una probabilidad de solamente 33% a este escenario.
Sin embargo, en donde hay un desacuerdo importante entre el mercado y lo que dice la gráfica de puntos de la Fed publicada en diciembre, es en el nivel de tasas para el cierre del 2023.
Por un lado, la gráfica de puntos anticipa que, después de los dos incrementos de un cuarto de punto de febrero y mayo, la tasa se mantendría en el rango de 4.75 a 5.0% durante el resto del año. Por el otro lado, el mercado de futuros está descontando que la Fed bajará las tasas en la segunda mitad del año.
La probabilidad implícita de que las tasas cierren el año por arriba del rango de 4.75-5.0% es de apenas 3.1%, mientras que la probabilidad de que terminen exactamente en 4.75-5.0% –es decir sin cambios después de los aumentos de febrero y mayo– es de 15 por ciento.
En contraste, el mercado está asignando una probabilidad ligeramente superior a 80% a que la Fed bajará la tasa en, por lo menos, un cuarto de punto y de casi 50% a que el recorte será de medio punto.
Lo que diga o deje de decir Powell podría tener un impacto importante sobre la divergencia de expectativas entre las estimaciones de la Fed y la opinión del mercado.
Si Powell y la Fed toman un tono más hawkish en el cual refrendan su expectativa de que no habría recortes en la segunda mitad del año, el mercado podría tener un ajuste a la baja y el dólar podría volver a fortalecerse.
El escenario de recortes en tasas que anticipa el mercado es más consistente con uno de recesión y mayor desempleo en el cual la Fed buscaría bajar las tasas. Sin embargo, los miembros del FOMC parecen estar apostando más a un escenario de desaceleración sin recesión en el cual la prioridad número uno seguirá siendo el combate a la inflación.