Vale la pena recordar que Banxico inició su ciclo alcista en junio del 2021 mientras que la Fed lo hizo hasta marzo del 2022
Este medio día, Banco de México (Banxico) dará a conocer su primera decisión de política monetaria del año.
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El mercado está totalmente convencido que Banxico aumentará la tasa objetivo en un cuarto de punto, igualando el incremento de la Fed, tal como lo ha venido haciendo desde mediados del año pasado. Con este movimiento, la tasa objetivo alcanzará un nuevo máximo de 10.75 por ciento.
Dado que el incremento está totalmente descontado, la atención del mercado estará en el contenido del comunicado de prensa, particularmente en lo que respecta al análisis de la dinámica inflacionaria y la guía futura sobre el rumbo de las tasas.
La principal pregunta en la mente de los especialistas y el mercado es si este aumento será el último de este ciclo alcista. En la opinión de este columnista es que, independientemente de lo que haga la Fed en sus próximas dos reuniones, el ciclo alcista de Banxico aún no ha concluido.
Vale la pena recordar que Banxico inició su ciclo alcista en junio del 2021 mientras que la Fed lo hizo hasta marzo del 2022.
Asimismo, hay que destacar que mientras Banxico ha aumentado la tasa de 4 a 10.5% (si incluimos el incremento de hoy a 10.75%) mientras que la Fed lo ha hecho de un rango de 0.0-0.25% a uno de 4.25-4.50%, esto implica que el diferencial entre la tasa objetivo de Banxico y la de Fed Funds se amplió de cuatro a seis puntos porcentuales en ese periodo.
Desde el punto de vista exclusivo del diferencial de tasas, parecería que hay espacio para que Banxico se deslinde de la Fed –la cual se espera concluya su ciclo alcista después de incrementar la tasa en cuarto de punto en febrero y otro cuarto de punto en mayo.
Sin embargo, desde el punto de vista de la dinámica inflacionaria, la historia es diferente.
La inflación en Estados Unidos, en términos anuales, lleva seis meses consecutivos a la baja y el mercado anticipa una trayectoria aún más acelerada de disminución en los próximos meses. En el caso de México, la inflación en términos anuales mantiene una dinámica retadora.
Aunque las cifras de inflación de enero se dieron a conocer esta mañana, unas horas antes de la publicación de la decisión de Banxico, basta con ver el comportamiento de la inflación general y subyacente en la primera quincena de enero para entender que Banxico aún enfrenta un panorama retador en el frente inflacionario.
Entre la segunda quincena de diciembre y la primera de enero, la inflación general en términos anuales subió de 7.86 a 7.94% mientras que la subyacente se incrementó de 8.34 a 8.45 por ciento.
Aunque la inflación general ha bajado desde un máximo de 8.77% de agosto, la subyacente se ha mantenido en niveles inaceptablemente altos.
En este contexto es posible que Banxico mantenga un tono restrictivo en su comunicado, apuntando a por lo menos un alza adicional de un cuarto de punto en la reunión de marzo, lo cual dejaría la tasa objetivo en 11 por ciento.
Aunque el mercado está esperando recortes para la segunda mitad del año, esta expectativa está basada en que la Fed reducirá la tasa de fondeo entre un cuarto y medio punto en el segundo semestre.
En la opinión de este columnista, la Fed mantendrá las tasas sin cambio en la segunda mitad del año.
Esta situación y una dinámica inflacionaria doméstica menos favorable a lo deseado dejarían a Banxico sin espacio para recortar la tasa en este 2023.
A menos de que haya una sorpresa mayúscula en el frente del combate a la inflación, Banxico podría verse obligado a mantener la tasa objetivo en un nivel mínimo de 11% para lo que resta del año –después de un aumento de un cuarto de punto hoy y otro incremento idéntico en la reunión del 30 de marzo.