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Este domingo, el Wall Street Journal publicó su encuesta más reciente sobre el panorama económico y financiero para Estados Unidos.

La encuesta, que fue respondida por 66 economistas entre el 7 y el 11 de octubre, confirma la creciente expectativa de que la economía de Estados Unidos entrará en recesión en algún momento durante los próximos 12 meses.

Los encuestados temen que la Fed seguirá batallando para disminuir los altos niveles de inflación, viéndose obligada a seguir restringiendo la política monetaria hasta provocar una recesión. La encuesta asigna una probabilidad de recesión de 63%, comparado con 49% de la anterior publicada en julio.

Excluyendo la encuesta de julio del 2020 –que fue afectada por el choque de la pandemia– la probabilidad de recesión es la más alta desde el 2008. La encuesta por fin comienza a reflejar lo que algunas figuras prominentes, como Jamie Dimon, CEO de J.P. Morgan, vienen diciendo desde hace algunos meses.

En la edición de Sin Fronteras del 7 de junio hicimos referencia a un par de intervenciones de Dimon (una entrevista en la cadena CNBC y una ponencia en una conferencia del fondo de inversión Bernstein) en las que advertía que aunque el tiempo en esos momentos se vería soleado, la llegada de una tormenta era inevitable y que lo que estaba en juego era si la economía iba a enfrentar un huracán categoría 5 o algo más parecido a una tormenta tropical.

Asimismo, Dimon dejó entrever, en ese entonces, que los mercados todavía estaban apostando a un escenario base de aterrizaje suave en el cual la Fed lograría controlar las presiones inflacionarias sin provocar una recesión. En esa ocasión concluimos que el soft landing de la economía se veía cada vez más difícil.

A cuatro meses de esa publicación, Dimon, en otra entrevista con CNBC, enfatizó que la economía entrará en recesión en los próximos seis a nueve meses. La diferencia es que el mercado parece finalmente haber entendido que las presiones inflacionarias tardarán más en ceder y que la Fed no tendrá otra opción más que seguir elevando la tasa de interés y retirando liquidez del mercado.

En concreto, 59% de los encuestados considera que la Reserva se verá obligada a subir las tasas de interés hasta un nivel en el que una recesión será inevitable.

El consenso de expectativas para el indicador de inflación subyacente preferido de la Fed (el core PCE) espera un cierre de 4.82% para este año, 3.19% para el 2023 y 2.34% para el 2024.

Estas cifras son muy relevantes porque implican que el objetivo de 2% está muy lejano y porque en la encuesta de octubre del 2021, la expectativa de cierre para el core PCE al cierre del 2022 era de apenas 2.52 por ciento.

Asimismo, los encuestados esperan que la Fed siga subiendo la tasa de interés de corto plazo cierre este año a 4.3% y que alcance un máximo de 4.55% a mediados del 2023.

Aquí también hay un cambio brutal ya que a principios de este año la expectativa era que la tasa de Fed Funds cerrara debajo de 1%, y el 2023 en 1.7 por ciento. Este brusco cambio en las expectativas de inflación y de tasas de interés de corto plazo también está acompañado de un cambio en las expectativas de tasas de interés de largo plazo.

Los especialistas ahora esperan que la tasa que paga el bono del Tesoro a 10 años cierre en 3.84% este año (comparado con 3.32% en la encuesta de julio y 2.2% en la encuesta de enero) y en 3.45% en el 2023 (comparado con 3.22% en la encuesta de julio y 2.4% en la de enero).

En este contexto, no es sorprendente que los encuestados esperan una contracción en el PIB durante la primera mitad del 2023, aunque el escenario base es el de una recesión corta y poco profunda.

La expectativa de crecimiento del PIB para el año todo el 2023 es de 0.44 por ciento. Esta recesión llevaría la tasa de desempleo de su mínimo actual de 3.5% a un máximo de 4.75% a mediados del 2024.

La encuesta también incluyó una pregunta específica sobre el momento en que la Fed estaría en posición de comenzar a reducir la tasa de interés de referencia como consecuencia de la pérdida de empleo. El 15% de los encuestados espera que esto suceda en el tercer trimestre del 2023, 30% durante el cuarto trimestre de ese año y 28% anticipa que eso sucederá en el primer trimestre del 2024.

La lectura de los resultados de la encuesta confirma que los especialistas, al igual que la Fed, subestimaron la magnitud y persistencia de las presiones inflacionarias y que ahora deben remar contracorriente, elevando las tasas y retirando liquidez en un ritmo no visto en muchos años.

Sería iluso pensar que el crecimiento económico y el empleo no sufrirán las consecuencias.