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La Fed se prepara para dar el segundo paso en su ruta crítica para normalizar la política monetaria

Después de 5 años y medio de tasas de interés cercanas a cero y miles de millones de dólares de inyecciones de liquidez, la Fed se prepara para dar el segundo paso en su ruta crítica para normalizar la política monetaria – el primer paso fue poner fin a su programa de inyecciones de liquidez a finales del 2014.

La gran expansión monetaria de la Fed y de otros grandes bancos centrales del mundo desarrollado provocaron un desplazamiento masivo de recursos hacia los mercados emergentes, proceso que desde hace algunos meses está siendo revertido por el comienzo de la normalización de la política monetaria de la Fed.

Una de las consecuencias lógicas del comienzo del retiro de los estímulos ha sido la salida de recursos de las economías emergentes, lo que ha provocado una fuerte apreciación del dólar ante la mayoría de las monedas emergentes.

Aunque este proceso lleva meses, hay quienes temen que el inminente comienzo del ciclo de alzas en las tasas por parte de la Fed podría provocar disrupciones mayores para las economías emergentes.

Para los más pesimistas, estamos en la antesala de una crisis como la vivida en 1997 en Asia. Sin embargo, la mayoría de los observadores reconoce que hay diferencias muy importante entre las circunstancias prevalentes en 1997 y las actuales, tanto en Asia como en el resto del mundo emergente.

Por un lado, los niveles de apalancamiento tanto público como privado son sustancialmente menores que en 1997. Por otro lado, el desarrollo de los mercados locales de renta fija ha permitido que la dependencia del financiamiento externo en dólares sea mucho menor – aunque no hay que perder de vista que los inversionistas internacionales juegan un papel importante en la compra de bonos emitidos en monedas locales.

Adicionalmente, las principales divisas del mundo emergente han abandonado por completo el esquema de tipos de cambio fijo para adoptar uno flexible.

Un punto crítico adicional a favor de los mercados emergentes es que la normalización de la política monetaria se dará de manera asimétrica en comparación con la agresividad con la que se implementaron los estímulos monetarios.

Por un lado, el proceso de inyecciones de liquidez no será revertido, la Fed simplemente ha dejado de expandir su balance y no está retirando liquidez mediante la reducción de su balance. La Fed incluso se ha comprometido a seguir reinvirtiendo los intereses y los vencimientos de los instrumentos que ha adquirido.

En algún momento futuro el tamaño del balance comenzará a disminuir gradualmente, cuando la Fed deje de reinvertir los intereses y luego los recursos recibidos de los vencimientos pero difícilmente veremos una reducción agresiva de su balance.

Por otro lado, gracias a la ausencia de presiones inflacionarias, el ritmo de alza de tasas que la Fed ha estimado es muy gradual y las tasa muy probablemente se mantengan por debajo de 2% hasta finales del 2016.

Para alcanzar el nivel máximo de tasas de referencia que se tenía antes de la crisis probablemente tengamos que esperar varios años. No obstante, la salida de flujos, aunque esta suceda de manera ordenada afectará a las economías emergentes más vulnerables como Brasil, Turquía, India, Indonesia y Sudáfrica que no aprovecharon los años de bonanza y mantienen un déficit dual – tanto en sus finanzas públicas como en sus cuentas corrientes – y tienen altos índices de inflación.

Adicionalmente, existen otras economías emergentes como Rusia, Venezuela y Argentina que enfrentan un doble vendaval, salida de capitales y caída en el precio de sus principales materias primas de exportación.

México es una de las economías emergentes menos vulnerables pero no inmune a la volatilidad.