La semana pasada la Reserva Federal (Fed) dio a conocer el último anuncio de política monetaria del año, donde mantuvo la tasa de interés de referencia sin cambio, como estaba totalmente descontado por el mercado. Sin embargo, la atención del mercado estaba enfocada en el lenguaje del comunicado y en la conferencia de prensa de … Continued
La semana pasada la Reserva Federal (Fed) dio a conocer el último anuncio de política monetaria del año, donde mantuvo la tasa de interés de referencia sin cambio, como estaba totalmente descontado por el mercado.
Sin embargo, la atención del mercado estaba enfocada en el lenguaje del comunicado y en la conferencia de prensa de Janet Yellen para obtener pistas de cuándo y cómo comenzará la Fed a normalizar las tasas de interés.
En concreto, el mercado estaba ansioso ante la posibilidad de que la Fed tomara una postura más restrictiva, eliminando la mención contenida en sus comunicados de política monetaria recientes, donde se comprometía a mantener las tasas de interés sin cambio por “un periodo considerable” posterior a la conclusión del programa de inyecciones de liquidez que finalizó el 29 de octubre.
Para muchos observadores, la robusta recuperación de la actividad económica observada desde el segundo trimestre de este año podía ser suficiente para que la Fed mandara una señal más hawkish en su comunicado, apuntando hacia una posible alza en tasas tan pronto como el primer trimestre del 2015 llegara. Sin embargo, como anticipamos en este espacio, la Fed adoptó una postura cautelosa ante el deterioro del entorno global, implícitamente reconociendo que la fortaleza de la economía de Estados Unidos no es inmune a un entorno global con riesgos crecientes.
La reciente volatilidad en los mercados financieros provocada por la fuerte caída en los precios del petróleo y otras materias primas -que se encuentran en su nivel más bajo desde la crisis del 2008-2009- y la creciente apreciación del dólar ante el resto de las monedas fueron sin duda factores que pesaron en la decisión de la Fed.
Aunque la Fed eliminó la frase de mantener las tasas sin cambio “por un periodo prolongado”, realmente no hubo un cambio de señal importante, ya que la Fed explícitamente mencionó que será paciente para comenzar a subir las tasas, y además indicó que la normalización del nivel de tasas de interés no comenzará, cuando más pronto, antes de la tercera reunión de política monetaria del 2015 que está agendada para marzo.
Adicionalmente, para evitar que el mercado malinterpretara el cambio de redacción, el comunicado fue claro en mencionar que el lenguaje utilizado en esta ocasión con respecto a la normalización de las tasas de interés es “consistente con el utilizado en el comunicado anterior”.
Asimismo, la Fed usó un lenguaje un poco más optimista de lo esperado en cuanto a la situación de la actividad económica en Estados Unidos, sobre todo con respecta a la tasa de participación en el mercado laboral, y anticipó que aunque por el momento la inflación está por debajo del objetivo de 2 por ciento, debido a la caída en los precios de la gasolina y otros energéticos, la recuperación del mercado laboral y de la economía deben contribuir a que la inflación se aproxime a su meta durante el 2015.
Aunque la Fed está consciente y pendiente del complicado entorno económico a nivel internacional y el regreso de la volatilidad a los mercados financieros, los miembros del Comité parecen convencidos de que la situación de la actividad económica y el mercado laboral en Estados Unidos es cada vez más saludable. Bajo este contexto, el escenario base sigue siendo que la Fed no subirá las tasas antes de su reunión de finales de junio.
Por vacaciones, esta columna se volverá a publicar el jueves 8 de enero.