Elecciones 2024
Elecciones 2024

Ayer, lunes 1º de febrero, en Iowa, dieron inicio las elecciones primarias en Estados Unidos de Norteamérica, para, como dirían los clásicos, “see on which side does the iguana chew” —ver de qué lado masca la iguana—, respecto de los aspirantes a ser el cuadragésimo quinto presidente del país que, la geografía y la historia, confabulados, pusieron al norte de nuestro territorio.

Como es de todos sabido, en EEUU sólo existen dos partidos: el Demócrata y el Republicano. Tradicionalmente, los demócratas han sido considerados los liberales y los republicanos, los conservadores. En realidad es muy poca la diferencia ideológica que hay entre uno y el otro. Son como la Coca-Cola y la Pepsi —dicen algunos. Son como el Sida y el Cáncer —dicen otros.

Aunque se celebran con distintas modalidades y se efectúan en diferentes fechas, las elecciones primarias que iniciaron, y que culminan el 14 de junio en el distrito de Columbia, son obligatorias en el proceso electoral del previamente citado país. (En eso nosotros somos más prácticos: ¿cuántos políticos mexicanos han llegado a cargos de elección popular sin haber ido a ninguna primaria?).

Cuando se dice que Estados Unidos de Norteamérica es el país más demócrata que existe en el planeta, se está diciendo una mentira más grande que la Casa Blanca —la de Washington, no la de Sierra Gorda—, ya que su sistema de votación es más opaco que la adquisición de la Casa Blanca —la de Sierra Gorda, no la de Washington.

Trataré de explicar mi aserto, empresa nada fácil si se considera que el texto que a continuación ustedes leerán, para el que lo redacta, hace apenas unos minutos, era materia desconocida. Pero aquí estoy, como los maestros que van aprendiendo al parejo que instruyen a sus alumnos, parafraseando la frase de que desde que se inventaron el Internet y el Wikipedia se acabaron los pendejos.

Lo primero que vamos a explicarnos —ustedes y yo. (si algún lector sabe, al dedillo, cómo es el proceso electoral gringo, le suplico ponerse en contacto para que me lo explique con manzanas):

Aunque son dos los métodos de elecciones primarias, éstos no son iguales en todos los estados. Se dan casos de entidades donde cada partido utiliza un método distinto. Los procesos de votación son dos: el denominado caucus —denme unos segundos para saber de qué se trata— y lo que se llama elecciones primarias —así llamadas para destantear a los neófitos, como el que escribe; me tarde más de media hora en concluir que, aunque parezca redundancia, en las elecciones primarias existen las elecciones primarias, que son aquellas que no son iguales a los caucus —que también son elecciones primarias— aunque la primera conclusión es que las elecciones primarias-primarias —vamos a llamarlas así— se celebran con voto secreto, como en cualquier otra elección; menos, obviamente, en las que se realizan por el sistema caucus, modalidad que —ahora puedo definir— consiste en una asamblea en la que los ciudadanos miembros de un partido se reúnen para elegir un candidato mediante un previo debate. La palabra caucus, en el dialecto de los nativos algonquinos de Virginia, significa: consejero, veterano o asesor.

Salvo la confusión de que una de las partes (las elecciones primarias efectuadas por medio del sufragio secreto) le dé el nombre al todo; el método electoral para elegir al presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, hasta donde lo vamos dilucidando, parece producto de una inteligencia más o menos bien articulada. Donde la democracia —que algunos consideran perfecta— se torna un galimatías es a partir de que no todos los caucus son iguales, algunos son cerrados y sólo pueden participar los votantes registrados en el partido del que se trate. Otros caucus son abiertos y participan votantes no afiliados a ningún partido, paro también registrados. Lo mismo pasa con las primarias —es decir, en las que se vota de manera secreta y se deposita el voto. En algunos estados sólo se puede votar si se está registrado y en otros basta con ser residente.

El resultado de las primarias, celebradas través de las dos modalidades, es la elección de los delegados que representarán a los militantes en las convenciones de cada partido que se celebran con una semana de diferencia. Este año, la de los republicanos será del 18 al 21 de julio en Cleveland y la de los demócratas, del 25 al 28 en Filadelfia. De dichas convenciones salen los candidatos que serán votados el primer martes de noviembre.

El proceso para elegir al presidente de Estados Unidos se realiza a través de 538 votos electorales resultantes del número de habitantes de cada estado mas no de su número de electores. Los colegios electorales, uno por cada estado, reciben el número de votos y según éstos, de manera desproporcionada entre habitantes y votantes, designan al ganador del total de los sufragios reales del estado. Aquí es donde “the pig twisted its tail” —la puerca torció el rabo—. La gran contradicción es que algunos estados, teniendo menor cantidad de sufragios, tienen, por razones de habitantes, más votos electorales, tal es el caso de Florida, que aporta 29 de los 538, sin tener esa proporción de votos efectivos en las urnas. ¿Tendrán los EU la mejor democracia del mundo? Lo dudo.

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