Elecciones 2024
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A una semana de la jornada electoral del 3 de noviembre en Estados Unidos (EU), las encuestas apuntan a un muy probable triunfo del candidato demócrata Joe Biden sobre el actual presidente Donald Trump.

Las encuestas también asignan un alto nivel de probabilidad a que el Partido Demócrata mantenga el control de la Cámara de Representantes. Sin embargo, la pelea por el control del Senado, que hoy en día está en manos de los republicanos, aún está en el aire.

Esta batalla es sumamente importante ya que un triunfo demócrata podría darle carta blanca a los demócratas para impulsar una agenda legislativa más agresiva mientras que un triunfo republicano aseguraría cierto status quo en varios temas clave.

La Cámara de Senadores cuenta con 100 escaños (dos por cada uno de los 50 estados), de los cuales 53 están ocupados por legisladores republicanos, 45 por demócratas y dos por independientes que normalmente alinean su voto con los demócratas.

En la elección de la próxima semana únicamente están en contienda 35 escaños, 23 de ellos en manos de legisladores republicanos y 12 ocupados por demócratas. Suponiendo que Biden gana la presidencia, los demócratas podrían tener el control del Senado con una ganancia neta de apenas tres escaños ya que el vicepresidente en turno tiene voto de calidad para romper empates (la ganancia neta tendría que ser de cuatro escaños si Trump vence a Biden).

Los demócratas cuentan con ventaja en las encuestas en 11 de los 12 escaños que deben defender. En 10 de éstos 11 escaños cuentan con una ventaja muy amplia y el único escaño que tiene una gran probabilidad de voltearse al lado republicano es el de Alabama.

En el caso de los 23 escaños a defender por parte del Partido Republicano, hay 14 donde las encuestas muestran una ventaja en 11 de ellos la ventaja parecería ser decisiva. Sin embargo, las encuestas muestran una pelea muy cerrada en siete casos (Iowa, Maine, Montana, North Carolina, South Carolina y los dos escaños de Georgia) y una ventaja para los candidatos demócratas en Arizona y Colorado. En estos últimos dos casos, los demócratas cuentan con candidatos muy competitivos.

Adicionalmente, Colorado es un estado en el que Clinton ganó en el 2016 y en el que Biden muy probablemente gané en el 2020. Por otro lado, Arizona es un estado que ganó Trump en el 2016 (como lo pronosticaban las encuestas) pero que en esta ocasión muestra una ventaja de casi tres puntos para Biden.

Si los demócratas ganan Arizona y Colorado, pero pierden Alabama, tendrán uno de los tres escaños netos que necesitan, y solamente tendrían que ganar dos de los siete escaños en los que las encuestas están muy cerradas.

De estos siete escaños, los especialistas anticipan que los demócratas podrían salir avante en los estados donde mantienen una ventaja en las encuestas de voto presidencial como Maine (Biden lleva ventaja de cuatro puntos en las encuestas para la elección presidencial) y North Carolina (Biden lleva una ventaja de 2.4 puntos).

Mientras tanto, la pelea en Georgia y Iowa, dos estados que tradicionalmente son republicanos, se ha cerrado considerablemente en las últimas semanas y se anticipa un cierre de fotografía.

El caso de Georgia es clave porque son dos escaños los que están en juego y porque las encuestas muestran un entorno altamente competitivo (Biden lleva una ventaja de medio punto) para un estado que Trump ganó por cinco puntos en el 2016, Romney lo ganó por casi ocho puntos en el 2012 y McCain por cinco puntos en el 2008.

El control del Senado es un factor fundamental que podría determinar el rumbo de la política económica, por lo menos en los primeros dos años del nuevo gobierno, y la negociación del nuevo paquete de estímulos económicos en el muy corto plazo.