Elecciones 2024
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El silencio gubernamental ante el Premio de Historia Órdenes Españolas 2021 responde a la constante descalificación presidencial a Enrique Krauze y otros muchos intelectuales y periodistas dizque “orgánicos” y “chayoteros”. A nadie extrañe que la distinción abone la superchería y se invente una conspiración “neoliberal” con Iberdrola que justifique una posdata a la descocada exigencia de disculpas a España por la Conquista.

La de Pascua fue una semana rica en ejemplos del uso de recursos públicos para el denuesto de imaginarios “adversarios” de la desaseada “cuarta transformación”, de los que, además del ominoso mutis ante el reconocimiento al historiador mexicano, sobresalen estos:

-Pese a la evidencia (lo explicaron de inmediato la jefa de Gobierno y la Dirección del Poli) de que una voluntaria se equivocó al intentar vacunar a una persona (solo la pinchó), la peregrina y reiterada sospecha de que se pudo tratar de un “montaje” sirvió para pretender desacreditar a Carlos Loret de Mola exhumando el video de hace 16 años con una escenificación falseada. El revire del periodista fue seco: se le atacó porque reveló actos de corrupción de Pío López Obrador-Morena, exhibió contratos millonarios de la prima Felipa y las casas no declaradas de Irma Eréndira Sandoval y Manuel Bartlett. Reiteró que él ignoraba el embuste (no del caso criminal sino la sola entrada de la policía a la finca donde ya estaban capturados los secuestradores Vallarta y Cassez, y habían sido liberadas tres de sus víctimas), y que al enterarse se disculpó varias veces. Contraatacó: montajes fueron la rifa de un avión que no era avión, la visita a enfermos de covid que eran soldados actuando, que el Presidente ha dicho 27 veces “ya domamos la pandemia”, que niega la crisis económica y que ha mentido en sus conferencias “45 mil veces” (medición de Spin y Luis Estrada). “Para esconder la realidad”, remató, López Obrador “hace un montaje cada mañana”.

-Negarles abierta, francamente, vacunas a los médicos particulares y a los que restan del sector público traiciona el compromiso de que el primero en ser inmunizado sería el personal sanitario. A más de un año de la pandemia, la Secretaría federal de Salud ni siquiera tiene idea del número que debió ser considerado. Y lo de que se les aplicó a los de “la primera línea” es una discriminatoria injusticia: quizá están más expuestos a contraer covid los médicos generales (más de 3 mil 500 trabajan en farmacias) que atienden problemas diarreicos y de otros síntomas que bien pueden ser de la peste letal; los oftalmólogos y dentistas en contacto con los efluvios de pacientes infectados pero asintomáticos, o personal de funerarias, panteones y servicios forenses. En contraste, ya fueron vacunados los ninis caza votos de Morena que fueron recompensados y habilitados de “servidores de la nación”, algo menos de 20 mil profesores de Campeche, y lo mismo se quiere hacer, anunció el Presidente, con casi tres millones del sistema educativo…